martes, 2 de noviembre de 2021

Lectura y relectura…

 

Lectura y relectura…

El año 2012 la Editorial elotro@elmismo dirigida en el Estado Mérida por Víctor Bravo, publicó mi novela “El año de la lepra” cuyo destino editorial nunca me fue posible conocer, y lo lamento pues de aquella edición solo conservo un ejemplar. Finalizando el año 2015, tras haber escrito algunos artículos en mi blog sobre tema de -escribir novelas dentro de otras novelas- y sobre el cine y las novelas policiacas, en diciembre ese año 2015 cuando releí los comentarios de Alejo Plumacher un personaje de la mencionada novela sobre la lepra regresé a tocar el tema de la lectura y la relectura en literatura, puras “turas”, pues sí, pero, ¡otra vez!, pués nunca es tarde….

 

En diversas ocasiones he recordado que la literatura más que leerse, debe releerse. Lo decía Anabella, un personaje de mi novela “Escribir en La Habana”(Maracaibo, Ars Gráfica 1998) … “Leer, siempre es difícil… …leer un libro es más complicado que leer un periódico... …una noticia del pasado, no es literatura, es como lo que hay en los periódicos…“Un libro… se puede leer dos o más veces, la literatura es para releerla... Lo que cada uno encuentre en los libros depende más del lector que del autor, sobre todo del lector que sea capaz de releer”.

 

Hace más de seis años, (6/12/2015) que me referí en el blog al tema de escribir novelas dentro de otras novelas, y hablaba sobre Paul Auster y “El oráculo de la noche”. Lo que me llevó nuevamente a Plumacher, el personaje de “El año de la lepra” quien decíaSe me ocurrió entonces la idea de crear una historia dentro de otra historia, algo así como escribir mientras uno parece estar como el perro que se muerde la cola” y opinaría Plumacher que “Ednodio lo hizo magistralmente en “Mariana y Los Comanches”, y se imaginaría pensar que él “Pudiera hacer como Auster en “El Oráculo de la Noche” con unos cuadernos garrapateados y llegar a crearles pie de páginas, e ir sobre diversos temas, y relatarlos cual si yo fuese un prisionero”…

 

En otras palabras, que existen múltiples manera de abordar la técnica de escribir relatos dentro de otros relatos como si fuesen matrioshkas, esas muñecas rusas que albergan en su interior nuevas muñecas. Así, historias múltiples crearán una construcción polifónica de historias fragmentadas que se entrecruzan como se habrá seguramente discutido en talleres de narrativa al analizar esa estructura, de historias dentro de otra historia, y de cuánto y cómo se emplea con frecuencia. Así la vimos en la novela Soldados de Salamina (https://bit.ly/3BqbmD1) de Javier Cercas, en relatos de Paul Auster (https://bit.ly/3vUlgMg), y hasta en la película Titanic, de James Cameron todas narraciones construidas con este armazón.

El fenómeno se ha revisado concretamente en  la narrativa venezolana por Mayra Y. Mendoza Blanco planteando que el discurso se constituye como una tendencia hacia la concepción múltiple vinculada de acuerdo con la estilística y la dimensión retórica del autor. Los procedimientos empleados por el escritor para armar estructuralmente el tejido narrativo y develar una trama en la que no sólo se cuenta una historia, donde la diferencia con respecto a otro tipo de producción literaria tal vez representa la fluctuante complejidad de nuestros tiempos.

Según Mayra Y. Mendoza Blanco (Letras v.51 n.80 Caracas dic. 2009) los procedimientos que estamos describiendo dan cuenta de un nuevo paradigma estético, que buscaría dar respuestas a complejas relaciones sociales y culturales que se vienen gestando desde el "boom" de los desarrollos tecnológicos, científicos y comunicacionales en Latinoamérica, en Venezuela, y en el resto del mundo”.

Quisiera citar a algunos narradores de novelas ya mencionados en septiembre de 2019: Eduardo Liendo dijo una vez: “El escritor, por muy desamparado que se encuentre, por suicida que sea, es el amante preferido de la existencia. Por eso quizás su mayor desafío es vencer a la muerte con el filo de la palabra escrita”. En su libro “La loca de la casa” Rosa Montero escribiría: “Eres eterno mientras inventas historias. Uno escribe siempre contra la muerte”, y citaría a Vila-Matas en su novela premiada con el Rómulo Gallegos, “El viaje vertical” quien afirmó que: “La novela es la autorización de la esquizofrenia”. 

Apoyándome en el postulado de que la literatura no se hizo para leerla sino para releerla, el 16 de julio del 2013 les invitaba en el blog ( https://bit.ly/3nFT5gr ) a disfrutar con la lectura de la novela de Rosa Montero, “La loca de la casa”. En la seguridad de que en su lectura y su re-lectura, aprenderán muchas cosas sobre la vida, la imaginación, y los misterios de la creación literaria.

Maracaibo, martes 2 de noviembre del año 2021

 

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