Pedro Flores
Dudo que exista algún ser que no haya escuchado a Daniel Santos cantando “Yo no he visto a Linda, parece mentiiira, tantas esperanzas en su amor cifre”. O escucharle en aquello de: “Vengo a decirle adiós a los muchachos, porque pronto me voy para la guerra”… No es necesario ser melómano fanático para no haber oído alguna vez… “Era que estabas preciosa con el color de rosa de tu traje sencillo y sin igual, era que eras novia mía y que yo te sentía nerviosa entre mis brazos suspirar”. O sencillamente recordar una voz que saliendo de alguna rockola dijese… “Amor perdido, si como dicen es cierto que vives dichosa sin mí, vive dichosa quizá otros besos te den la fortuna que yo no te di”… Todas estas canciones tienen en común, ser composiciones del boricua Pedro Flores.
Pedro Flores Córdova (1894-1979) fue un compositor de boleros que nació en Puerto Rico en el seno de una familia muy humilde y numerosa. Tenía nueve años al morir su padre y tuvo que trabajar, pero a los 16 años realizó un curso especial para obtener su título de profesor en la Universidad de Puerto Rico. Durante cinco años estuvo enseñando e ingresó en el ejército de los Estados Unidos, y durante ocho años sirvió como oficinista en el Regimiento de Infantería. A los 24 años, tras licenciarse de las fuerzas armadas, debió trabajar, como inspector de trenes, cobrador de impuestos y secretario del Ayuntamiento de San Juan.
En 1920, se embarcó para Nueva York y allí trabajó cavando el túnel de la Octava Avenida; fue pintor de brocha gorda, funcionario en el “subway” y empleado de correo hasta el 1928, cuando conoció al jibarito Rafael Hernández quien le tocó las fibras de su innata vocación y entre ambos surgió una amistad entrañable. En este blog publicamos en septiembre de 2018, “Borinquen” sobre la música de Rafael Hernández. Mientras se acrecentaba la amistad, surgió entre ellos un reto continuo para ver escribía la mejor creación popular. Cuando Pedro Flores escribió "Sin bandera", al poco tiempo Rafael le dijo: "Jamás me perdonaré de no haberla escrito yo”. A los pocos días Rafael Hernández escribió “Preciosa” y fue a la casa de Pedro Flores para enseñarle la letra de la canción.
En esos años, Pedro solía acompañar a Rafael en sus presentaciones. Aunque Flores no disponía de formación musical reglada, estuvo colaborando con él y su grupo: el Trío Borinquen, hasta que ya a los 34 años y sin conocimiento musical decidió formar un grupo para competir con Rafael y poco tiempo después, Pedro Flores formó su primer cuarteto “El Cuarteto Flores”. El cuarteto pasó luego a sexteto y posteriormente a orquesta, sin dejar de llamarse “Cuarteto Flores”. Por problemas con la casa editora, don Pedro abandonó el ambiente musical y se marchó a México, en donde su compatriota Rafael Hernández cosechaba grandes éxitos. También vivió varios años en Cuba. Don Pedro Flores habría de transformarse en uno de los máximos exponentes del bolero y la guaracha en la historia musical del continente americano y el Caribe.
A su regreso a Nueva York, don Pedro volvió a organizar el Cuarteto Flores. Sólo faltaba un cantante de altura que sustituyera a Panchito Riset, quien abandonó el grupo para irse con el Cuarteto Caney. Finalmente lo encontró en la inconfundible voz del Inquieto Anacobero, Daniel Santos. Para entonces Daniel Santos cantaba en el cabaret “Los Chilenos” a cambio de diez dólares y todas las bebidas que quisiera. Rafael Hernández le dijo a don Pedro, que en ese cabaret había un muchacho que gritaba muchísimo y Pedro inmediatamente quiso conocerlo. Una noche llegó al lugar y lo escuchó cantar varias melodías, entre ellas el bolero que le había popularizado María Luisa Landín, "Amor perdido". Al terminar, don Pedro lo invitó a la mesa y le indicó que le había gustado la forma de interpretar el bolero. Entonces le pidió que fuera a Manhattan y ensayara con su cuarteto y poco a poco le fue creando su propio estilo en forma de picada. Daniel Santos, se convertiría luego en uno de sus mejores intérpretes.
Pedro Flores Córdova le cantó a la mujer y a la patria. Temas como Despedida, Sin bandera, Obsesión, Esperanza inútil, Se vende esta casita y Amor perdido, hicieron famoso al puertorriqueño en el mundo. Su éxito se consolidó con temas románticos que fueron parte del repertorio de famosos intérpretes como Pedro Infante, Javier Solís, Tito Guízar, Los Panchos, Bobby Capó, Julio Jaramillo, La Rondalla Tapatía y la Orquesta Zarzosa. Compuso unas mil canciones, como: Perdón, Bajo un palmar, Ciego de amor, Linda, Amor perdido, Despedida, Esperanza inútil, Obsesión, ¿Qué te pasa?, ¡Ay, qué bueno!, Borracho, no vale, Sin bandera, Se vende una casita, Venganza, Despedida, Celos, Si no eres tú, Qué extraña es la vida, Margie y Querube.
En las postrimerías del siglo XX e inicios del nuevo milenio, la música de Pedro Flores ha mantenido su vigencia en el cancionero popular. Éxitos como Amor perdido, Querube, Linda y Qué extraña es la vida han sido regrabados por figuras como Danny Rivera, Lucecita Benítez, Ednita Nazario, Barrio Boyzz, Marc Anthony, Jessica Cristina y Carmita Jiménez. De la misma manera, el Banco Popular de Puerto Rico dedicó al insigne compositor su producción musical de 1996 titulada "Al compás de un sentimiento".
Al final de su vida, mientras convalecía en su casa tras ser dado de alta a causa de múltiples caídas, don Pedro hizo una confesión que sorprendió a muchos: "Yo no he sido músico nunca, no toco ningún instrumento, no conozco una nota musical. Yo no soy poeta, lo que tengo es obra de Dios. No sé ni por qué he hecho todo esto. Yo creo que Dios me señaló con el dedo y me dijo 'usted va a hacer canciones ahí para que la gente se divierta y ése es el destino de su vida'". El Maestro murió el 13 de julio de 1979 y sus restos descansan en el antiguo cementerio Santa María Magdalena de Pazzis en el Viejo San Juan.
Maracaibo, de junio del año 2021 en medio de la terrible pandemia que como un mal adicional que azota la ciudad.
Uno de nuestros genios. ¡Prohibido olvidar!
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