viernes, 19 de marzo de 2021

Lepra, Clofazimina y coronavirus

 

Lepra, Clofazimina y coronavirus

La lepra una enfermedad producida por una bacteria, el Mycobacterium leprae, que afecta zonas pobres predominantemente del medio rural en muchos países en vías de desarrollo (ver mapa). Su incidencia ha descendido en todo el mundo y la transmisión se realiza de forma directa de persona a persona. La enfermedad se manifiesta por lesiones dérmicas y del sistema nervioso periférico, en formas clínicas indeterminadas, tuberculoides, lepromatosas e intermedias. El diagnóstico se realiza mediante la visualización de los bacilos y biopsia cutánea, además de pruebas serológicas. El tratamiento se basa en la administración de dapsona, rifampicina y clofazimina.  

 

Un estudio publicado este martes (16/03/2021) en la revista Nature, informa que la clofazimina reduciría la carga viral y la respuesta inflamatoria en COVID-19. La clofazimina presenta una potente actividad antiviral contra el SARS-CoV-2 y previene la respuesta inflamatoria exagerada asociada al Covid-19 grave.

Científicos del Instituto de Descubrimientos Médicos Sanford Burnham Prebys (Estados Unidos) y la Universidad de Hong Kong han evidenciado que el fármaco contra la lepra clofazimina, medicamento que figura en la Lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presenta una potente actividad antiviral contra el SARS-CoV-2.

La clofazimina es un candidato ideal para el tratamiento del Covid-19. Es segura, asequible, fácil de fabricar, se toma en forma de píldora y puede estar disponible en todo el mundo. Los investigadores, liderados por Sumit Chanda, virólogo del Sanford Burnham Prebys Medical Discovery Institute, La Jolla, California, analizaron la eficacia de este fármaco contra los coronavirus y descubrieron que era capaz de inhibir la replicación de dos de ellos (el SARS-CoV-2 y el MERS-CoV de Oriente Medio) en cultivos celulares humanos y de mono, y en tejido pulmonar humano. En un modelo de hámster infectado con el SARS-CoV-2, la administración de clofazimina antes o poco después de ser infectado redujo significativamente el número de partículas víricas halladas en los pulmones de estos animales.

El doctor Sumit Chanda explicaría que: "La clofazimina es un candidato ideal para el tratamiento del Covid-19. Es segura, asequible, fácil de fabricar, se toma en forma de píldora y puede estar disponible en todo el mundo. Esperamos probar la clofazimina en un ensayo clínico de fase 2 lo antes posible para las personas con Covid-19 pero que no están hospitalizadas. Dado que en la actualidad no existe ningún tratamiento ambulatorio para estas personas, la clofazimina podría ayudar a reducir el impacto de la enfermedad, lo que es especialmente importante ahora que vemos que surgen nuevas variantes del virus y contra las que las vacunas actuales parecen menos eficaces". El equipo de Chanda informó anteriormente en Nature de que la clofazimina era uno de los 21 fármacos eficaces in vitro, en el laboratorio, a concentraciones que probablemente podrían alcanzarse con seguridad en los pacientes.

En el nuevo estudio, los investigadores probaron la clofazimina en hámsters infectados por SARS-CoV-2. Los científicos descubrieron que la clofazimina reducía la cantidad de virus en los pulmones, incluso cuando se administraba a animales sanos antes de la infección (de forma profiláctica). El fármaco también redujo el daño pulmonar y evitó la "tormenta de citoquinas", una respuesta inflamatoria abrumadora al coronavirus que puede ser mortal.

La clofazimina es un fármaco ha salvado millones de vidas y aún hoy la Organización Mundial de la Salud la considera una medicina esencial contra la lepra. La clofazimina fue descrita en 1954 por el equipo del microbiólogo irlandés Vicent Barry. Resultó una decepción, pues no funcionó como se esperaba: curando la tuberculosis, causada por una bacteria. En los años 60 se empezó a comprobar su efectividad contra otra enfermedad bacteriana, la lepra; y funcionó muy bien. Su uso se generalizó cuando el patógeno se hizo resistente al tratamiento de primera línea. 60 años después no se conocen casos de lepra resistente a clofazimina. En 1980, el equipo de Barry recibió el premio de ciencia de la Unesco por su trabajo -él había muerto cinco años antes-. Hoy, se tienen evidencias recientes que esperan ofrecer buenas noticias al considerar a la clofazimina para el tratamiento en la pandemia de COVID-19.

Maracaibo, viernes 19 de marzo del año 2021

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