jueves, 26 de noviembre de 2020

Ébola y los monos…

Ébola y los monos…

En diciembre del año 1968 después de estar estudiando patología por 4 años en Norteamérica, regresé para enterarme que el cargo que me habían ofrecido en la Facultad de Medicina, no existía. Gracias a un buen amigo me acerqué a la Facultad de Ciencias Veterinarias de LUZ, donde el Decano, doctor Parra Atencio me aceptó gustoso e ingresé como profesor asistente para durante 7 años trabajar como profesor de Histología y Embriología en el primer año de la carrera. Esta suerte me dio la oportunidad de conocer a numerosos jóvenes estudiantes que luego se hicieron profesionales médicos veterinarios, muchos de ellos todavía grandes amigos. Siendo patólogo, este asunto de los monos y de dedicadas mujeres patólogas veterinarias, lo escribo como un homenaje a quienes fueron mis aplicadas alumnas…    

En el año de 1989, veintiún años después de lo antes referido, se detectó una epizootia de Ébola en monos procedentes de Filipinas en un laboratorio del Estado de Virginia, en Reston, a sólo 15 kilómetros de Washington. De aquella enfermedad viral tan grave, sólo 2 humanos resultaron contagiados pero sus síntomas fueron benignos y pronto sanaron; después se sabría que el virus solamente afectaba a los animales, aunque por las dudas, en aquella ocasión todos los monos del mismo grupo fueron sacrificados... Nancy Jaax coronel del ejército y jefa de la división de patología en el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de los Estados Unidos ahora jubilada, relataría aquella delicada situación, durante el incidente del virus del Ébola en Reston, Virginia.

Los monos habían sido enviados al laboratorio desde Filipinas y de repente, comenzaron a dar resultados positivos con aquella peligrosa enfermedad, que nunca antes se había sido detectada en los Estados Unidos. Cuando los monos se enfermaron y comenzaron a morir, los funcionarios establecieron un protocolo para tratar de prevenir un brote epidémico. Si acaso el virus se propagara, creían los científicos, sería una grave amenaza para la salud pública. Nancy Jaax, la patóloga veterinaria del Ejército de EUA, desempeñó un papel clave en el manejo de la situación, inspirando el libro The Hot Zone (1994) que ahora ha sido adaptado a una mini serie de seis temporadas que se estrenará en National Geographic en mayo.

La nota sobre The Hot Zone destaca la labor de la doctora Nancy como mujer en un campo dominado por hombres, donde, la patóloga veterinaria sencillamente hablaría de la suerte de trabajar para jefes que apreciaban lo que ella podía hacer. Aunque ahora no es el caso, dijo la doctora. Superar la escuela de veterinaria como mujer simplemente no era tan común en EUA. Luego, ella entró en el ejército… ¡Realmente no era lo más común! Nunca sentí que algún rechazo por ser mujer, dijo y continuó hablando: “la fiebre del Nilo occidental es una enfermedad zoonótica que también fue diagnosticada por una patóloga veterinaria, Tracey McNamara; Lyme es otro ejemplo; la gente solía pensar que ocurría sólo en los ciervos, y sabemos que no, ahora está en un reservorio de ratones. Hay otros ejemplos, como la gripe, que circula a través de las aves y de los cerdos, y el ántrax, que se asocia principalmente con el ganado. Es muy común en el Medio Oeste y, por supuesto, se ha identificado como el principal agente de guerra biológica”… De estas cosas habló la patóloga veterinaria, la doctora Nancy Jaax….

“No éramos muchos quienes en aquellos días sabíamos sobre el Ébola”, confesó la doctora Nancy. “Trabajé mucho con él, y cuando los monos se enfermaron, las personas que trabajaban con ellos pensaron que era la “fiebre hemorrágica de los simios” y nos enviaron algunas muestras. Lo que hice como patóloga veterinaria fue observar la patología de los tejidos con un microscopio, pues así es como se buscan las pruebas del virus. Fui al laboratorio y pedí ver las diapositivas de los monos que se estaban muriendo, y estaba muy claro que existían señales compatibles con el virus del Ébola”.

“Realicé un examen postmortem de los tejidos y otros, en los animales que estaban enfermos. Lo interesante de estos monos era que en realidad tenían una coinfección con dos agentes muy letales: tenían la “fiebre hemorrágica de los simios”, que no es contagiosa para las personas, y también tenían Ébola. Es importante reconocer que en ese momento, solo conocíamos dos cepas del Ébola y ambas eran extremadamente letales. Así que no sabíamos lo letal que iba a ser aquello. Por lo que sabíamos y por lo que nuestros diagnósticos decían, este era el Zaire ébolavirus, que suele ser fatal”. 

“Lo que más me asustaba era que iba a salir del edificio, el primer brote de un filovirus (el grupo de virus que incluye el Ébola y que tienen una apariencia filamentosa cuando se observan con el microscopio electrónico-ME).Un virus llamado Marburg, se detectó en una instalación de vacunas donde se fabricaba la vacuna contra la polio. Muchas personas se infectaron con el virus Marburg y murieron, lo que engendró las regulaciones actuales de cuarentena, que establecen que cualquier primate no humano que ingresa al país debe estar en cuarentena durante 30 días. Los monos en Reston estaban en cuarentena, pero lo que  preocupaba era saber si hubo una exposición humana: alguien que trabajó en el laboratorio y luego se enfermó y luego pasó a otra persona”…

“Cuatro o cinco de los cuidadores que trabajaban en la instalación realmente se infectaron y tenían el virus; simplemente no se enfermaron clínicamente. Cuando fuimos a despoblar la instalación, éramos unos 47 o 48 de nosotros, y nadie estaba seroconvertido, lo que significa que no se demostró que se estuvieran desarrollando anticuerpos, lo que sería el indicio de una respuesta inmune. No sabemos exactamente por qué en Reston, el virus no enfermó a las personas, pero sí sabíamos que los procedimientos de seguridad que utilizamos y la forma en que lo manejamos funcionaron. Nadie había hecho esto antes, porque nunca había sucedido, y nuestros procedimientos se convirtieron en el modelo de lo que hay qué hacer si realmente se presenta una de estas enfermedades”.

Sobre cuáles son los orígenes y cuál es el huésped del Ébola cada vez se sabe más. En mayo del año pasado 2019, en este blog (https://bit.ly/2UPKw4E), tocamos el tema del Ébola y luego en agosto (https://bit.ly/3395MVN) nos referimos a la descontrolada epidemia en África. La doctora Nancy comentaría años atrás como al principio, se creía que el virus del Ébola estaba muy relacionado con el virus de la rabia; los murciélagos realmente pueden tener la rabia en sus glándulas salivales, y pensaban que los murciélagos estaban involucrados en algún punto de la patogenia. Sobre este tema de virus y vampiros en el blog hay 2 trabajos (https://bit.ly/2UZCvL8) y (https://bit.ly/3cbRoQk). Pero los resultados quedaron inconclusos, o como diría la doctora Jaax, nunca pudieron encontrar a ningún murciélago que estuviese enfermo. Pero, ahora ya lo han hecho, así que hoy día están más claras las cosas y se piensa que los murciélagos son probablemente parte del reservorio de muchos virus.

Uno de los problemas con el Ébola es que prácticamente ha eliminado en África a la población de gorilas. Debido a que los primates no humanos son muy susceptibles, y la cepa de Costa de Marfil mató a muchos chimpancés, este virus sin lugar a dudas es muy peligroso para esos animales. A través de la investigación, se descubrió que era transmisible de los animales a los humanos a través de la comida, y así fue como contagiaron a las especies originalmente, a través del consumo de carne de animales silvestres en África. Los humanos se infectaban a  través de los animales cazados en el bosque y que luego se vendían en los mercados. El brote de Ebola, declarado en agosto de 2018, tras la epidemia en África Occidental de 2014 que dejó 11.300 víctimas, fue el más letal de la historia del Congo y el segundo del mundo por muertes y casos. Hasta el 4 de abril 2019, había 702 decesos, entre los 636 casos que dieron positivo en pruebas de laboratorio y los casos de contagio ascendían a 1.117, con 1.051 confirmados en el laboratorio. Es el brote más letal de la historia de República Democrática del Congo y después de la epidemia en África Occidental de 2014, sería el segundo del mundo por muertes y casos.

Maracaibo, jueves 26 de noviembre del año de la pandemia, 2020.

 

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