viernes, 29 de septiembre de 2017

Los Cátaros (2)



Los Cátaros (2)

El canal del Mediodía es una vía navegable de Francia que comunica por vía fluvial el Atlántico al Mediterráneo; une el río Garona en Tolouse con el mar Mediterraneo. En el momento de su construcción se le llamó Canal Real del Languedoc. siendo rebautizado en 1789 durante la Revolusción francesa  (canal du Midi o del Miègjorn en occitano). Este proyecto había sido ambicionado en otras épocas por gobernantes como Nerón, César Augusto y Carlomagno para preservar sus barcos y mercancías del peligro que suponía cruzar el estrecho de Gibraltar. Encontrar y transportar agua para rellenar el trazado se puso en práctica creando un sistema de colecta conocido como «la rigole» que se abastecía de la zona montañosa de la Montaña Negra y del Lago de Saint Ferrol. La Montaña Negra un macizo montañoso situado en la extremidad suroeste del Macizo Central en Francia está incluida en el parque natural regional de Haut-Languedoc. La densidad de los bosques del macizo montañoso son los que le dan el nombre de Montagne Noir. En el mapa se puede ver como atraviesa la región donde se asentó el catarismo. Tierras muy fértiles con grandes castillos medievales donde serían perseguidos los cátaros, por la única Cruzada hecha en tierras europeas, la Cruzada albigense.

Los cátaros fueron una secta medieval cuyo objetivo era lograr una pureza absoluta de costumbres. El origen de sus creencias proviene de los Bogomilos, herejes búlgaros que en el siglo X negaban la Santísima Trinidad, la divinidad de Cristo y la realidad de su forma humana. Rechazaron los ritos, las jerarquías, el bautismo y condicionaban el matrimonio al derecho de repudio. Las doctrinas de los Bogomilos fueron perseguidas intensamente, especialmente por Boris rey de Servia, hasta que se refugiaron en Bosnia, desde donde encontraron terreno favorable en la Europa occidental de los siglos XII y XIII, dando lugar a diversas denominaciones para sus miembros según la zona de que se trataba: publicanos en el Norte de Francia, patarinos en Dalmacia e Italia del No rte, Ketzer en el Rhin ,y, sobre todo, albigenses en el mediodía de Francia.

A comienzos del siglo XII en Champagne fueron quemados en una hoguera 183 cátaros por ser considerados herejes, y era que en Arras, el catarismo se había expandido y comenzaba a ser aceptado igualmente por la nobleza. La mujer conoció que podía tener un sitio y jugar un rol importante en la historia, hay mujeres perfectas, las jóvenes se educan y las mujeres sola se refugian en sus hogares. El acto carnal es rechazado dentro y fuera del matrimonio, para un perfecto es pecado, un mal necesario para los envoltorios carnales de las almas que esperan por la reencarnación. Los creyentes asisten a las prédicas de los perfectos y pueden hacer confesión pública ante los creyentes. Los cátaros no piden dinero y además instan a los nobles a no pagar los diezmos a la Iglesia, de manera que el pueblo termina por admirar a estos clérigos, diferentes, de vida ejemplar… Las cinco diócesis cátaras, Albi, Cahors, Carcasone., Narbona y Toulouse, e incluso Agen. Estas ocupaban casi los territorios de los grandes señores feudales del Languedoc. Los cátaros recibían el apoyo de algunos nobles y habían logrado asentarse gracias a la acción ejemplar de los Perfectos (seguidores cátaros de una vida ascética) y a la incapacidad del clero católico. Los Perfectos y Perfectas no eran muy numerosos, pero una gran parte de la población toleraba su doctrina e incluso la favorecía.

Esta historia de los herejes de Lenguedoc, tiene que ver con un italiano. El Conde Giovanni Lotario de Segni, nacido en Agnani el año 1160, en la noble familia Conti de Lombardía. Su tío era el papa Clemente III, quien lo nombró cardenal a los 29 años, cursó estudios de teología en la Universidad de París, y derecho canónico en la Universidad de Bolonia, y el día 8 de enero del año 1198, a los 37 años de edad, tomó el nombre de Inocencio III quién habría de ser, quizás, el papa más representativo y prestigioso de la Edad Media. De su moral austera, reforzó a la Iglesia al hacerse respetar por todos los emperadores y reyes europeos, y se erigió como árbitro por encima de cualquier gobernante, resolviendo las graves dificultades políticas y religiosas. Fue el primer papa en atribuirse el título de “Vicario de Cristo”, en una época en que la Iglesia estaba atravesando momentos difíciles, en el terreno religioso; los árabes, ocupaban los lugares santos de Palestina, por lo que Inocencio III, impulsó La Cuarta Cruzada en Tierra Santa, y el auge que las principales herejías estaban teniendo en Europa, lo llevó a cortar de raíz la herejía de los cátaros creando La Cruzada Albigense, apelando a una movilización contra ellos apoyando incondicional a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden dominica y a San Francisco de Asís, esperando que sus predicas, hicieran volver al redil a quienes seguían la herejía cátara, pero dado el fracaso de su intento pacífico el papa Inocencio III, quiso poner remedio por la vía de las armas, y recabó la ayuda del rey de Francia Felipe II Augusto, quien no quiso inmiscuirse directamente en la lucha, pero dio su consentimiento en la organización de una cruzada contra los cátaros, señalando a Arnau Amalric, como jefe de los cruzados, y posteriormente nombró a Simón de Montfort, como su sucesor.
La cruzada albigense, también conocida como cruzada cátara o cruzada contra los cátaros, fue un conflicto armado que tuvo lugar entre 1209 y 1244, por iniciativa del papa Inocencio III con el apoyo de la dinastía de los Capetos que saldría favorecida ya que el movimiento religioso calificado como herejía por la Iglesia Católica  se había asentado desde el siglo XII en los territorios del Languedoc,  por lo que la conquista de estos territorios favoreció la expansión hacia el sur de las posesiones de la monarquía francesa. La Cruzada se caracterizó por episodios de gran violencia, y provocó la decadencia y la extinción del movimiento religioso cátaro, con el ocaso de la hasta entonces floreciente cultura languedociana. En el siglo XII, la Iglesia Romana con el papa Celestino III trató inicialmente, de contrarrestar el auge del catarismo mediante una política misionera, enviando a predicadores como Bernardo de Claraval. En la primavera de 1208 el asesinato del delegado papalPedro de Castelnhou en Saint Gilles quizás por orden del conde Raimundo VI, condujo al papa Inocencio III a pronunciar un anatema contra el conde tolosano y declaró sus tierras «entregadas como presa» lo cual era una solicitud a Felipe II Augusto,, rey de Francia, y a todos los condes, barones y caballeros de su reino para acudir a la cruzada y acabar con el catarismo.
Esta Guerra Santa que se llevó adelante en Europa, es relatada en tres fases. La primera, a partir de 1209 comenzó con gran violencia con la matanza de Bésiers, y enfrentó a las fuerzas de los señores vasallos de los Capetos comandadas por Simón de Montfort, con la nobleza tolosana encabezada por el conde Ramón VI de Tolosa y la familia Trencavel. Estos que eran aliados y vasallos del rey de Aragón Pedro II el Católico, solicitaron su participación en el conflicto y el monarca aragonés, resultó derrotado y muerto en la batalla de Muret en 1213. La segunda fase produjo la muerte de Simón de Montfort en el sitio a Toulouse el año 1218 tras el retorno del conde Raimundo VII de Tolosa y la consolidación de la resistencia occitana apoyada por fuerzas aragonesas. La intervención militar de Luis VIII de Francia  a partir de 1226, ya muerto Inocencio III, contaría con el apoyo del papa Honorio III culminó con el Tratado de Meaux-París de 1229, en el que se pactó la integración del territorio occitano en la corona francesa. La tercera y última fase correspondió a los abusos de la Inquisición que provocaron numerosas revueltas y sublevaciones urbanas y decidió una última tentativa de Raimundo VII a la que renunció a pesar del apoyo de la corona inglesa y de los ciondes de Lusignan. La aventura cátara terminó sangrientamente y con una masacre en hogueras gigantescas con la toma de las últimas fortalezas de Montesegur y de Queribus en 1244.

Maracaibo 29  de septiembre del 2017

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