sábado, 13 de mayo de 2017

Tópicos personales en la vida de Ramón y Cajal



Tópicos personales en la vida de Ramón y Cajal



Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, España, 1852 - Madrid, 1934). Cuando Santiago tenía diez años, su padre, harto de lo poco que se aplicaba en los estudios, le manda interno, primero a Jaca y luego a Huesca, ya que sus continuas travesuras provocaron la interrupción del bachillerato en varias ocasiones y como castigo, su padre le obligó a trabajar como aprendiz de barbero y también como zapatero aunque él soñaba con pintar. Había quedado fascinado el eclipse total de Sol que tuvo lugar el 18 de julio de 1860. El joven Santiago, tenía ocho años, y siguió con interés el acontecimiento que seguramente hizo de la astronomía otra de sus aficiones, como demuestra su telescopio adquirido muchos años después con el dinero procedente de un premio que le habían otorgado. Su padre, Justo Ramón Casasús, médico y profesor de anatomía aplicada, consiguió persuadir al joven díscolo para que estudiara Medicina. En 1869 su familia se trasladó a Zaragoza, donde su padre había ganado por oposición una plaza de médico de beneficencia y nombrado profesor interino de disección. En 1873 se licenció en Medicina en la Universidad de Zaragoza. 

Tras sentar plaza en la sanidad militar (1874), fue destinado a Cuba como capitán médico de las tropas coloniales, allí  contrajo malaria y tuberculosis. A su regreso a España, en 1875, fue nombrado ayudante interino de anatomía de la Escuela de Medicina de Zaragoza. Dos años más tarde, en 1877, se doctoró por la Universidad Complutense de Madrid; por esa época, Maestre de San Juan le inició en las técnicas de observación microscópica.  Nombrado director de Museos Anatómicos de la Universidad de Zaragoza en 1879, más tarde catedrático de anatomía de la de Valencia (1883), donde destacó en la lucha contra la epidemia de cólera que se desencadenó en la región valenciana y que se extendió a gran parte de España. El verano de 1885 la Diputación Provincial de Zaragoza pidió a Cajal que hiciese un estudio sobre las causas de la epidemia y la validez de la vacuna de Ferrán y él concluyó que la vacuna propugnada por Ferrán era de poca eficacia. Años después, Cajal no tuvo reparos en reconocer que la vacuna que había cuestionado fue finalmente eficaz. Ocupó las cátedras de histología en la Universidad de Barcelona (1887) y de histología y anatomía patológica en la de Madrid (1892). En 1900 fue nombrado director del recién creado Instituto Nacional de Higiene Alfonso XII.  



A partir de 1888 se dedicó al estudio de las conexiones de las células nerviosas, para lo cual desarrolló métodos de tinción propios, exclusivos para neuronas y nervios, que mejoraban los creados por Camillo Golgi. Gracias a ello logró demostrar que la neurona es el constituyente fundamental del tejido nervioso. Estudió también la estructura del cerebro y del cerebelo, la médula espinal, el bulbo raquídeo y diversos centros sensoriales del organismo, como la retina. Su fama mundial, acrecentada a partir de su asistencia a un congreso en Berlín y gracias a la admiración que profesaba por sus trabajos el profesor Kölliker, se vio refrendada con la concesión, en 1906, del Premio Nobel de Fisiología y Medicina por sus descubrimientos acerca de la estructura del sistema nervioso y el papel de la neurona, galardón que compartió con C. Golgi. Un año después de la presentación de la técnica del formol-urano por Golgi, desarrolló su técnica del oro-sublimado, con la que se obtenían mejores resultados.


Se interesó por la fotografía y comenzó a investigarla haciendo ensayos con cámaras oscuras e incluso escribiría probablemente el primer libro en España sobre la fotografía en color. Utilizó la hipnosis con su mujer Silveria  Fañanas, pues le costaba verla sufrir en los cinco partos que había tenido y decidió probar en los siguientes la técnica de Charcot. En su sexto embarazo, Silveria, que confiaba plenamente en Cajal, se dejó hipnotizar y bajo esta forma de anestesia nacieron sus dos últimos hijo: Pilar y Luis. Esta idea, de aplicar la hipnosis como analgésico eficaz que experimentó Ramón y Cajal en la persona de su propia esposa, fue publicada el 11 de agosto de 1889, en la Gaceta Médica Catalana. Cajal firmaba como doctor Bacteria algunos escritos de divulgación y no entendía los nacionalismos. En 1907 se hizo cargo de la presidencia de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas. En 1920 renunció a la dirección del Instituto Nacional de Higiene y el rey Alfonso XIII autorizó la fundación del Instituto Cajal de Investigaciones Biológicas, que quedaría instituido dos años más tarde y al que Cajal tras abandonar la docencia universitaria dedicaría sus esfuerzos hasta su muerte. Todavía de este período (1933) es la publicación, en del trabajo titulado «Neuronismo o reticulismo», en la revista Archivos de Neurobiología, aportación que se considera su testamento científico.


   Maracaibo, 13 de mayo del año 2017

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