jueves, 5 de enero de 2017

Reconocimiento facial y edad neuronal


Reconocimiento facial y edad neuronal

Se dice que durante el desarrollo del cerebro en el niño, se pone en marcha un proceso de poda cerebral en el que el tejido nervioso se va despojando lentamente de un exceso de las conexiones neuronales, una “poda sináptica” hasta que la estructura del cerebro se vuelve relativamente estable. Una nueva investigación pone en duda lo que dicen clásicamente las Neurociencias. No pareciera ser posible que a nivel microscópico desde el nacimiento hasta la muerte, todo el cerebro siga creciendo uniformemente. Ahora sabemos, que en la edad adulta, al menos una zona en el giro fusiforme, crece, y es la encargada del reconocimiento facial, crecimiento este, que explica el hecho de que los mayores tengan más capacidad para reconocer los rostros que los niños.

Así, también se conoce que mientras aumenta las zonas que ayudan a reconocer las caras de otras personas, existen áreas que permanecen estables, como el área encargada de reconocer lugares y paisajes. Resultados de investigaciones realizadas en la Universidad de Stanford que se publicaron en la revista Science” tras comparar resonancias magnéticas de 22 niños y 25 adultos, mostraban las imágenes de los cerebros de las personas vivas, las cuales se confirmaron posteriormente con análisis post mortem de adultos fallecidos. Esta última prueba mostró diferencias visibles en la estructura celular más profunda, entre las regiones encargadas de identificar lugares y rostros.

Realmente vimos que el tejido proliferaba, dijo Jesse Gómez autor principal de la investigación: Habíamos asumido una visión pesimista del cerebro, en la que el tejido se pierde lentamente a medida que envejecemos, pero hemos visto lo contrario: lo que queda después de la poda en la infancia se puede usar para crecer, pero, ¿por qué solo crece la zona del reconocimiento facial y no la de los lugares y, ¿por qué no se produce al mismo tiempo? Aún no hay una explicación clara para estos hechos. Los investigadores indican que los cambios de mielinización, la sustancia blanca que rodea los axones de las neuronas, no parece ser la única explicación para entender la expansión de una única zona del cerebro. Los autores proponen que el crecimiento puede estar originado por un incremento de los cuerpos celulares, las estructuras dendríticas y de la vaina de mielina. El trabajo arroja un mayor conocimiento de la arquitectura cerebral y demuestra que se puede medir el crecimiento en vivo de un tejido, pero la investigación también puede tener implicaciones para la salud, ya que específicamente podría dar lugar a tratamientos para una condición bastante rara, la llamada ceguera facial, un trastorno que hurta la capacidad de reconocer rostros.

Mississauga, 5 de enero del 2017

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