ALGO MÁS SOBRE MIGUEL DE
CERVANTES
En 1521 Cervantes perdió su mano izquierda a la edad de 24 años en la
famosa batalla de Lepanto luchando contra los turcos y sin embargo nunca
recibió ayuda ni promoción alguna por parte del rey Felipe II. Como lo vivieran Rinconete y Cortadillo,
personajes de una de las doce narraciones incluida en sus “Novelas ejemplares”, o como Guzmán de Alfarache, o el Pablo de El
Buscón, todos ellos personajes de la literatura picaresca, el mismo Miguel de
Cervantes quizás parodiando su situación personal habría de escribir en boca de
sus dos pícaros. “...tan tullido estoy yo de resultas de una
refriega de taberna como los que fueron heridos en Lepanto. El elitismo de los
héroes, es intolerable”. Este es el humor negro de se percibe en El Quijote, el que le hizo decir una vez
a Unamuno que el libro no era humorístico sino tristísimo, es quizás el mismo humor
de Goya, de Valle Inclán o el de Eca de Queiroz, es quizás un amargo sabor
degustado al recordar como los españoles supieron del Nobel de don Santiago
Ramón y Cajal y de Severo Ochoa porque se los comunicaron desde Suecia, y quizás
puede ser también el patetismo que nos aprieta el corazón cuando leemos la
historia de nuestro sabio, el doctor Humberto Fernández Morán.
No obstante, con el correr de los años, después de participar en un duelo
y de haber sido enviado al exilio, Miguel de Cervantes el joven héroe de
Lepanto, se volverá a alistar en el ejército conjunto hispano italiano bajo las
órdenes del hermano bastardo de Felipe II, don Juan de Austria, para luchar
contra el Imperio Otomano. Tras participar de nuevo en varios combates y
batallas navales, cayó prisionero de los turcos. Cervantes permanecería en
Argel, preso durante cinco años, desde la edad de 28 hasta los 33 años,
viviendo como esclavo sin lograr que el rey Felipe aceptase pagar por su
libertad. En 1580 a través de un monje amigo de su familia, finalmente pudo ser
rescatado. En 1582 veremos a Miguel luego de su prolongado cautiverio, volver a
su ciudad natal, Madrid, muy decepcionado. Sus intentos por lograr algún oficio
en América fallarán al negarle esa opción el Consejo de Indias, el 21 de mayo
del año 1590, cuando había solicitado ante la contaduría del nuevo Reino de
Granada, varias posibles opciones para viajar al Nuevo Mundo: la gobernación de
Soconusco en Guatemala, ser contador de las galeras en Cartagena de Indias, o
ser Corregidor de la ciudad de La Paz. Estas propuestas las hizo Cervantes a
través de su hermana Magdalena y el Consejo de Indias presto le había
respondido “…busque por acá en que se haga merced”. En 1584, Miguel de Cervantes conoce a la joven
Catalina de Salazar con quien se casará y ese año nacerá su única hija Isabel
de Saavedra. Vivirán en Toledo durante unos 3 años cuando y luego de varios
viajes a Madrid, se marchará solo a Sevilla para desempeñarse como comisario de
suministros de La Armada Invencible. Ya desde el mes de enero de 1588 se
establecerá en Sevilla y viajará por Andalucía recogiendo productos como
comisario de abastos de los barcos reales. En 1594, pasará a ser recaudador de
impuestos atrasados, encargado de ir casa por casa recaudando dineros que
estaban destinados en gran parte a cubrir las guerras de España. En 1597 tras
la quiebra del banco donde depositaba la recaudación dará con sus huesos en la
Cárcel Real de Sevilla.
Su majestad imperial don Felipe II después de agotar los recursos de su
imperio en la aventura de La Armada Invencible devastada por los ingleses y las
galernas, fallecerá en 1598 dejando una España empobrecida, dominada por los
clérigos, muy probablemente desmoralizada en su fuero interno, desde la
aventura de los reyes católicos un siglo atrás al haber expulsado a los judíos
y los musulmanes de su territorio. Este era el país que estaba viviendo Miguel
de Cervantes, quien para ese entonces estaba en la ruina, sin poder obtener ninguna ayuda, cuando ya luchaba por
afianzarse como dramaturgo. En su desesperación, convertido en recaudador de
impuestos, terminaría encarcelado y acusado de desfalco. Mucho se ha hablado de
que las grandes novelas poseen en gran medida un carácter autobiográfico.
Pareciera un diario íntimo de Proust “A
la búsqueda del tiempo perdido”, en el “Ulyses”
se perciben destiladas la infancia y juventud de Joyce, el don Juan de “Fortunata y Jacinta” de Galdós es sin
duda un reflejo de sí mismo. ¿Qué decir de “Lord
Jim” de Conrad o de “Moby Dick” de Melville?… En El Quijote, no puede dudar nadie que hay
mucho de la azarosa vida de Miguel de Cervantes.
Será en la cárcel donde Miguel de Cervantes comenzará a escribir El Quijote hasta concluirlo en 1604 y
lograría publicarlo con un editor que lo estafaría y no le pagaría sus
derechos. Todas estas situaciones, a pesar del
éxito de su famosa novela fueron insuficientes para que el autor y su
familia pudiesen vivir de los ingresos recaudados por su obra. Cuando en 1614
apareció una segunda parte, apócrifa, Cervantes se vio conminado a acelerar la
publicación del final de El Quijote
que se dio en 1615 en Madrid. Miguel de Cervantes moriría el año 1616, el mismo
año que falleció en Inglaterra William Shakespeare.
Escrito para lapesteloca.blogspot
en Maracaibo,
a los 6 días del mes de febrero
del año 2016
Felicidades, Jorge. Tu erudición nos educa a todos los que con gusto te leemos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Miguel Reyes-Múgica