domingo, 14 de diciembre de 2025

Los gatos y las cajas (1)


Hace unos días, leí “en las redes” sobre el tema de… ¿Por qué, -según “la ciencia”-, dizque a los gatos les encanta meterse en cajas?… Esto, me dije, tengo que preguntárselo a Ayarit (mi hija Ayagato), quien si sabe sobre estos felinos… Debo confesar que he leído por ahí, como es que, desde la reducción del estrés a sus hábitos cazadores, existen diferentes teorías que también intentan explicar este curioso comportamiento gatuno.7

Lo de “meterse en cajas”, dicen que se trata casi de una pulsión casi irrefrenable que comparten la mayoría de los felinos domésticos, pero el porqué de esta curiosa costumbre que la ciencia se ha propuesto en varias ocasiones resolverlo sin una clara explicacion, -la teoría de las cajas- sigue siendo un misterio, ¿Cuál es el motivo de que a los gatos les gustan tanto las cajas?

Para ofrecernos una luz, recientes investigaciones apuntan a que su comportamiento proviene de un simple “deseo animal”. Una forma de consuelo en el que la presión lateral de las paredes les resulta reconfortante de algún modo y esta sensación de comodidad es especialmente crucial en situaciones estresantes , como cuando un gato callejero entra por primera vez en su nuevo hogar.


En un artículo de 2019 publicado en la revista ' PLOS One ', científicos holandeses notaron que la capacidad de esconderse era crucial para reducir los niveles de estrés de los gatos que acababan de llegar a un refugio de animales. Los investigadores midieron los niveles de estrés de los gatos utilizando “Cat-Stress-Score, un método no invasivo que evalúa los niveles de estrés de los gatos en función de su postura, su comportamiento vocal y su nivel de actividad. Observaron entonces que los gatos que tenían una caja para guarecerse se adaptaban mucho antes a su nueva vida (a los dos días), mientras que los que no disponían de cubículo tardaban más (unos nueve días); además, estos últimos volteaban sus cajas de arena para esconderse debajo de ellas, mostrando su necesidad de guarecerse.

Ese no es el único estudio que ha profundizado en la relación de amor de los gatos con las cajas. El pasado año, un grupo encabezado por Gabriella Smith , candidata a doctorado en cognición animal comparativa en la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena, publicó un artículo en la revista ' Applied Animal Behavior Science ' en el que investigaba si la tridimensionalidad de las cajas era muy importante para las mascotas. Por ello, pidió voluntarios para un experimento en el que se dibujaba una caja el efecto óptico Kanizsa , por el que se crea la ilusión de una figura geométrica tan solo señalando las esquinas. Aún así, los gatos prefirieron entrar en este espacio bidimensional.

Entonces… ¿Cómo beneficiaría este comportamiento a los gatos? Una teoría es que les ayuda a evitar situaciones peligrosas. “Eso tendría sentido desde un punto de vista evolutivo porque no quieres chocarte con las cosas; no quieres caer por un precipicio, quieres entender cuándo dos cosas tienen diferentes intensidades de color”, explica Gabriella Smith.

Otra posible explicación, que sin embargo no ha sido probada científicamente, es que a los gatos les gustan las cajas porque son “depredadores que utilizan la técnica de la emboscada”. Después de todo, como puede atestiguar cualquier dueño de un gato, a los gatos domésticos les encanta usar cajas, esquinas y casi cualquier superficie elevada para ocultarse antes de abalanzarse sobre un juguete desprevenido (o las piernas de un ser humano).“Mi gato lo hace si estamos jugando: se esconde detrás de algo para poder saltar”, dijo Gabriella. “Todo eso tiene sentido cuando pensamos en recintos 3D, pero se sabe aún menos por qué se traduce en algo en dos dimensiones en el suelo”. Y los gatos domésticos no son los únicos felinos a los que les encantan las cajas: se ha comprobado que pumas, leones y tigres disfrutan jugando con cajas.

Ahora como dicen, “a la visconversa”: ¿Cómo impacta en nuestro cerebro tener un gato como mascota? La respuesta es:  que las interacciones amistosas con los gatos desencadenan la liberación de oxitocina en sus dueños, creando un círculo vicioso de vinculación…Hay algo de veras novedoso, los gatos pueden tener fama de independientes, pero las últimas investigaciones sugieren que compartimos una conexión única con ellos, impulsada por la química cerebral y la principal sustancia implicada en este fenómeno es la oxitocina, apodada como “la hormona del amor”.

Es el mismo compuesto neuroquímico que se libera cuando una madre acuna a su bebé o cuando los amigos se abrazan, fomentando la confianza y el afecto. Y ahora los estudios demuestran que este neurotransmisor también es importante para el vínculo entre gatos y humanos. La oxitocina desempeña un papel fundamental en los vínculos sociales, fomenta la confianza y la calma,la confianza y la regulación del estrés en muchos animales, incluidos los seres humanos. Un experimento de 2005 demostró que hacía que los voluntarios humanos estuvieran mucho más dispuestos a confiar en los demás cuando practicaban juegos financieros.

También tiene efectos calmantes en humanos y animales, ya que suprime la hormona del estrés cortisol y activa el sistema nervioso parasimpático (el sistema de descanso y digestión) para ayudar al cuerpo a relajarse. Las interacciones amistosas desencadenan la liberación de oxitocina tanto en los perros como en sus dueños, creando un círculo vicioso de vinculación. Sin embargo, hasta hace poco no se sabía mucho sobre su efecto en los gatos.

Los gatos son más sutiles a la hora de mostrar afecto. Sin embargo, sus dueños suelen referir los mismos sentimientos cálidos de compañía y alivio del estrés que los dueños de perros, y los estudios respaldan cada vez más estos testimonios. Investigadores de Japón, por ejemplo, informaron en 2021 de que las breves sesiones de caricias con sus gatos aumentaban los niveles de oxitocina en muchos propietarios.

En ese estudio, las mujeres interactuaron con sus mascotas durante unos minutos mientras los científicos medían los niveles hormonales de los propietarios. Los resultados sugirieron que el contacto amistoso (acariciar al gato, hablarle en un tono suave) estaba relacionado con un aumento de la oxitocina en la saliva de los humanos, en comparación con un período de descanso tranquilo sin su gato.

Muchas personas encuentran relajante acariciar a un minino que ronronea, y las investigaciones indican que no es solo por su suave pelaje. El acto de acariciar e incluso el sonido del ronroneo pueden desencadenar la liberación de oxitocina en nuestro cerebro. Un estudio de 2002 descubrió que esta descarga provocada por el contacto suave con un gato ayuda a reducir el cortisol (nuestra hormona del estrés), lo que a su vez puede reducir la presión arterial e incluso el dolor.

Así que, la próxima vez que su gato le mire lentamente desde el otro lado del sofá o se suba a su regazo para acurrucarse y ronronear, tenga en cuenta que también está ocurriendo algo invisible: la oxitocina está aumentando en ambos cerebros, profundizando la confianza y aliviando el estrés de la vida cotidiana. Los gatos, a su manera, han aprovechado la antigua biología del amor.

Nota: mañana seguiremos conversando sobre los gatos y sus costumbres.

En Maracaibo el domingo 14 de diciembre del año 2025

 

 

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