miércoles, 15 de octubre de 2025

Los animales en eclipses y terremotos.


Desde el silencio de las aves hasta la huida de los insectos, las actividades de las especies silvestres dependen de la luz que hay en su hábitat, por este motivo sus comportamientos ante los eclipses pueden cambiar. Precisamente, el sábado 14 de octubre se registró un eclipse anular de sol, fenómeno que ocurre cuando la luna se alinea entre el la estrella mayor y la tierra y se ha comprobado que durante estos eventos los animales pueden experimentar cambios de comportamiento, ya que la ausencia de luz provoca que las especies diurnas dejen de ser su actividades, mientras que las nocturnas despierten.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio en los Estados Unidos, (NASA, por sus siglas en inglés) prevé que el eclipse solar anular cruce por todo el continente americano y millones de personas del hemisferio occidental podrán ver como la Luna está más lejos de la Tierra, y parece más pequeña. No bloquea la vista por completo del sol. Cuando la luna está frente al Sol, se crea un disco oscuro encima de un disco brillante más grande, y parece un anillo alrededor de la Luna.

Un eclipse solar total es un espectáculo poco habitual para las personas que también tiene su efecto en los animales. En el caso de muchos pájaros, cuando el día se transforma en una noche casi total, sus comportamientos vocales cambian drásticamente y parece que ha comenzado un nuevo amanecer. El eclipse total de Sol que se pudo ver en gran parte de Norteamérica en abril de 2004 sirvió a un equipo de científicos para estudiar el cambio de comportamiento del canto de las aves y ahora publican sus resultados en Science. Algunas se quedaron en silencio, otras se pusieron a cantar y muchas estallaron en un ‘falso coro del amanecer’ después de que volviera el sol, cantando como si fuera un nuevo día; los investigadores sugieren que se reinició su reloj biológico.

Los cuatro minutos y quince segundos de oscuridad diurna causada por el eclipse en una amplia franja del centro y este de Estados Unidos sirvieron al equipo, encabezado por la Universidad de Indiana (EUA), para su investigación, al proporcionar un experimento natural sin precedentes sobre cómo reaccionan las aves a los cambios bruscos de luz. Los ritmos diarios y estacionales de las aves están estrechamente regulados por los cambios entre la luz y la oscuridad, y el equipo quería saber qué ocurría cuando se interrumpían de forma repentina. Para ello, crearon una aplicación para teléfonos inteligentes, SolarBird, que permitía registrar el comportamiento de las aves durante el eclipse en tiempo real.

A los usuarios de la aplicación se les pidió que observaran a un pájaro durante 30 segundos antes, durante y después de la totalidad, para documentar comportamientos como cantar, comer o volar. Gracias a la ciencia ciudadana, se registraron casi 11.000 observaciones de más de 1.700 usuarios, que abarcaban 5.000 kilómetros de la trayectoria del eclipse. El equipo desplegó unidades de grabación autónomas en distintos lugares del sur de Indiana, que captaron alrededor de 100.000 vocalizaciones de aves antes, durante y después de la totalidad. Estas se analizaron con un sistema de inteligencia artificial capaz de identificar los cantos de las especies y cuantificar la actividad vocal.

El estudio señalaría que de las 52 especies detectadas, 29 mostraron cambios significativos en su comportamiento vocal en algún momento del evento, aunque el eclipse no afectó a todas por igual. En los minutos previos a la totalidad, 11 especies cantaron más de lo habitual a medida que el cielo se oscurecía; durante los cuatro minutos de oscuridad, 12 especies respondieron, algunas quedando en silencio mientras que otras se volvieron más activas. Las reacciones más fuertes se produjeron después de que volviera a salir el sol, cuando 19 especies cambiaron sus cantos en lo que parecía un falso coro matutino. Los búhos barrados ulularon cuatro veces más de lo habitual, mientras que los petirrojos, conocidos por sus cantos antes del amanecer, cantaron seis veces más. Estos patrones sugieren, según los investigadores, que el eclipse reinició temporalmente el reloj biológico de algunas aves, lo que las llevó a comportarse como si acabara de comenzar un nuevo día.

Steve Portugal, eco fisiólogo y profesor de Biología y Fisiología Animal en Royal Holloway, explicó en su artículo para The Conversation, que la mayoría de los animales estructuran su día con base en los ciclos de luz y oscuridad, los cuales son regulares y rítmicos. “Los animales pueden hacer todo esto por la cantidad de horas de luz que experimentan”, pero “los ciclos de la luna también influyen fuertemente en su comportamiento”.

El profesor detalló que el efecto generado por los eclipses solares afecta al comportamiento de algunos arácnidos, los cuales comienzan a romper sus telarañas en cuanto perciben que ya no hay luz en el exterior. Esta es una acción que la realizan todos los días, antes de que caiga la noche, y el eclipse los obliga a “trabajar” doble, puesto que una vez que termina el fenómeno comienzan a realizar de nuevo su telaraña. Portugal también explicó que los hipopótamos de Zimbabue han sido captados saliendo de los ríos durante un eclipse solar para dirigirse a sus zonas de alimentación.

Cuando la luna coincide con el perigeo (el punto en el que la luna está más cerca de la Tierra) los niveles de la luz son alrededor de un 30 por ciento más brillantes, y este efecto genera cambios en animales como los gansos percebes, los cuales cambian su comportamiento. “Descubrimos que la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal de los gansos aumentaban durante la noche de ‘superlunas’, cuando normalmente a esta hora estarían apagados”, detalló el académico. Portugal explicó que estos animales no reaccionaron cuando este satélite natural estaba oculto por una nube pesada y cuando la noche permanecía bastante oscura, por lo que concluyó que la luz brillante es la causante de estos efectos.

El profesor de biología explicó que durante siglos se ha creído que la luna influye en el comportamiento humano y generaba algunos cambios en la tasa de natalidad, fertilidad, provocaba epilepsia entre otras creencias, no obstante Portugal detalló que no se ha encontrado evidencia alguna que demuestre esto, y a diferencia de este aspecto, el profesor de la Universidad de Londres comentó que este tipo de fenómenos sí genera una confusión muy real entre los animales salvajes, por lo que se debería de ahondar más en su investigación.

Andrew Fazekas, periodista para la revista National Geographic, explicó que los testimonios sobre los cambios en el comportamiento de los animales se remontan desde hace siglos, uno de los primeros se realizó en junio de 1239 por el monje italiano Ristoro d’Arezzo. Los eclipses solares son los que tienen más repercusiones en los animales, debido a la ausencia de luz. “Todos los animales y pájaros estaban aterrorizados; y las bestias salvajes podrían atrapar fácilmente”, escribió el monje italiano en su reporte. Fazekas explicó que a lo largo de la historia se han descrito escenas muy pintorescas cuando ocurre un eclipse, las cuales han sido difíciles de confirmar, sin embargo, astrónomos modernos aseguraron que los animales salvajes y domésticos tienen reacciones muy evidentes ante los eclipses.

Finalmente, aunque según diversos expertos, no hay estudios que demuestren que los pájaros puedan detectar terremotos gracias a sus sentidos intensificados. Minutos antes de los temblores, algunos vídeos en las redes sociales han exhibido un comportamiento inusual de los pájaros, augurando una amenaza que ni los mejores geólogos del mundo fueron capaces de predecir. Durante 45 segundos, los pájaros sobrevolaron la ciudad y cantaron agitados, una actitud que se ha convertido en viral pocos minutos después de publicarse.                                         

De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), es posible que los pájaros puedan detectar terremotos gracias a sus sentidos intensificados, pudiendo captar las ondas sísmicas segundos antes de que se sientan en la superficie. Sin embargo, a pesar de esta interpretación de las imágenes, no hay estudios que demuestren que esto pueda ser completamente cierto. Entidades como el Servicio Geológico de Estados Unidos determinan que “existen evidencias anecdóticas de animales, peces, pájaros, reptiles e insectos mostrando un comportamiento inusual que puede ir de semanas a segundos antes de un terremoto”.                                                       

Para la pesteloca en Maracaibo el miércoles 15 de octubre del 2025

 

 

 

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