La función de los médicos
patólogos, además de hacer docencia e investigación, es diagnosticar los
tumores y precisar su benignidad o su malignidad. La observación microscópica y
el diagnóstico histopatológico en tumores poco diferenciados es un ejercicio
subjetivo que se basa en el entrenamiento y capacitación del patólogo.
Para diagnosticar los tumores, era
una necesidad urgente hallar una técnica que contribuyese a precisar el
diagnóstico hecho a través del microscopio de luz y desde hace ya, casi 40
años, existe la inmunohistoquímica (IHQ). En 1980 con la preparación técnica de Saudy Escorihuela, comenzamos a
implementar el uso de la IHQ en el Instituto de Anatomía Patológica (IAP) de la
Universidad Central de Venezuela (UCV) en la Sección de Microscopía Electrónica
(ME), inicialmente respaldando los criterios que a través del uso diagnóstico
del ME habíamos aprendido.
El tratamiento de los tumores
malignos dependerá de que el diagnóstico de las neoplasias sea certero y esto, particularmente
en los tumores malignos poco diferenciados, solo se logra en muchas ocasiones a
través de la IHQ. Pronto comenzaríamos a aplicar la IHQ al diagnóstico de los
tumores. La IHQ es un método de diagnóstico y de investigación por el cual el
uso de anticuerpos específicos contra antígenos tisulares puede determinar con
precisión la presencia de ciertas proteínas en los tumores. La IHQ sirve para
indicar la histogénesis de las neoplasias y es muy útil en los tumores poco
diferenciados.
El tratamiento de las neoplasias en
general y de los linfomas y neoplasias del sistema linfohematopoyético depende
igualmente de su tipificación que se hace en los tejidos a través de la IHQ.
Algunas proteínas celulares y hormonas pueden servir como factores de valor
pronóstico, por lo que es necesario determinar si ellas existen en las células
tumorales. Conocer estos detalles es necesario para definir el tratamiento.
Podemos asegurar que la sobrevida y el pronóstico de los enfermos con cáncer
depende del tratamiento en función de un diagnóstico certero basado en el
estudio microscópico de cada neoplasia y esta precisión se puede lograr gracias
a la IHQ.
Desde enero del año 2005, el Laboratorio de Patología
Molecular se mudó a la ciudad de Maracaibo y continuamos funcionando en el
Estado Zulia. Inicialmente con la ayuda de la Dra Adriana Morales y en 2007 con
la colaboración de la Dra Annee Rincón Fernández quien trabajaría durante 9
años a nuestro lado. Al finalizar el año 2007,
se cumplían diez años de trabajo, y habíamos logrado estudiar más de 11.000 casos con técnicas de IHQ
incluyendo entre ellos mayoritariamente casos venidos desde todo el país de
pacientes con cáncer de mama, con linfomas y en general con neoplasias malignas
de difícil diagnóstico.
Si bien los resultados desde el
punto de vista científico y su contribución al diagnóstico y tratamiento de
cientos de pacientes provenientes de todo el país nacional habían sido
exitosos, las dificultades para continuar trabajando en IHQ era cada vez
mayores y los inconvenientes se relacionarían con el alto costo de los
reactivos, anticuerpos que utilizados para las labores de diagnóstico obligaban
a utilizar precios para los exámenes de IHQ realmente prohibitivos para el
venezolano de a pie... Intentamos ante diferentes organismos locales lograr
algún subsidio o ayuda institucional que permitiese bajar el costo de los exámenes,
para hacerlos más accesibles a los pacientes de escasos recursos, quienes
siempre han sido la mayoría del país nacional, sin resultado.
Ya desde 2008 señalábamos por
escrito la dificultad de continuar trabajando en esta compleja área de
diagnóstico, en el entendido de que, al no lograr los subsidios solicitados,
habrían de ser los pacientes con cáncer quienes pagasen por los reactivos
utilizados para los estudios de IHQ. Las iniciativas propuestas para contribuir
a abaratar los costos de los insumos para hacer los diagnósticos por IHQ en
beneficio de los enfermos de cáncer que no contaban con recursos económicos que
les permitiesen acceder a este tipo de estudios, -en resumen, la mayoría de los
venezolanos-, fueron fallidas.
En los siguientes 10 años después
de estas solicitudes y peticiones nunca atendidas, para costear estos análisis
que sabíamos eran cruciales para precisar diagnóstico y tratamiento de
centenares de enfermos con cáncer, ellas no se daban. Si bien los casos
resueltos, era cada vez más numerosos, pues la necesidad de la IHQ estaba
siendo entendida por muchos de los médicos tratantes, la situación laboral se
fue tornando en una muy deprimente tarea.
A pesar de mantener los precios más
bajos posibles para los estudios de IHQ en el país nacional, y de muchas
rebajas y exoneraciones, cada caso era más trágico que el otro, y llegamos al
año 2017 y luego al 2018, Habíamos diagnosticado cerca de 60.000 casos con IHQ.
Conocimos de situaciones donde el paciente pagaba sus exámenes con “un san” o contribución entre sus
vecinos, y sabíamos de los grandes sacrificios que se hacían para pagar el
diagnóstico. Lo más triste de la situación, en aquellos años era entender que luego,
ya con el diagnostico, los pacientes no podrían tener acceso al tratamiento,
porque era demasiado costoso, y al final porque cada vez existían menos
posibilidades en el Zulia de ofrecerle radio o quimioterapia a los enfermos de
cáncer…
Esta es una realidad que hasta
ahora habría de ser la de siempre, hasta que durante la pasada gestión
directiva del hospital Universitario de Maracaibo (HUM) por el Dr Alejandro
Borjas, tenemos ahora (2024-2025) en el HUM post pandemia, un centro de
tratamiento oncológico con excelente equipamiento y personal capacitado, algo que
en el Zulia antes nunca existió y era esta una reclamación que repetimos durante
toda la vida muchas veces públicamente, la necesidad de un Hospital destinado
al tratamiento de los pacientes con cáncer.
En septiembre del año 2018, tras algunos problemas de salud
(un diagnóstico, un accidente y operaciones) mi situación personal pasó a ser
dramática y decidí cerrar el Laboratorio. Cuando escribí estas reflexiones,
quizás para explicar a quien no haya entendido o no haya querido comprender la
verdadera razón del cómo y el por qué estando consciente de las deficiencias
que padecemos los médicos especialistas en Anatomía Patológica para trabajar eficientemente
con el recurso de la IHQ y específicamente conociendo la muy precaria
preparación de laboratorios en todo el país que no cuenten con este recurso, ni
con patólogos preparados en el diagnóstico por IHQ, puede llegar un viejo
patólogo, jubilado de la UCV a “una jubilación obligada” que lo deja
dependiendo únicamente de su salario universitario.
Estas deficiencias sobre las
posibilidades de hacer diagnóstico con IHQ se suman a serias deficiencias en
todas las áreas de salud pública y de la administración de medicamentos de todo
tipo, pues en la actualidad y en este siglo XXI, los enfermos en los hospitales
públicos casi siempre deben costear medicinas e insumos, y en particular estos
costos son muy elevados cuando son requeridos por los enfermos de cáncer.
En Maracaibo, el miércoles 25 de
junio del año 2025
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