miércoles, 25 de junio de 2025

La inmunohistoquímica en Venezuela: resumen histórico.


La función de los médicos patólogos, además de hacer docencia e investigación, es diagnosticar los tumores y precisar su benignidad o su malignidad. La observación microscópica y el diagnóstico histopatológico en tumores poco diferenciados es un ejercicio subjetivo que se basa en el entrenamiento y capacitación del patólogo.

Para diagnosticar los tumores, era una necesidad urgente hallar una técnica que contribuyese a precisar el diagnóstico hecho a través del microscopio de luz y desde hace ya, casi 40 años, existe la inmunohistoquímica (IHQ). En 1980 con la preparación técnica de Saudy Escorihuela, comenzamos a implementar el uso de la IHQ en el Instituto de Anatomía Patológica (IAP) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en la Sección de Microscopía Electrónica (ME), inicialmente respaldando los criterios que a través del uso diagnóstico del ME habíamos aprendido.

El tratamiento de los tumores malignos dependerá de que el diagnóstico de las neoplasias sea certero y esto, particularmente en los tumores malignos poco diferenciados, solo se logra en muchas ocasiones a través de la IHQ. Pronto comenzaríamos a aplicar la IHQ al diagnóstico de los tumores. La IHQ es un método de diagnóstico y de investigación por el cual el uso de anticuerpos específicos contra antígenos tisulares puede determinar con precisión la presencia de ciertas proteínas en los tumores. La IHQ sirve para indicar la histogénesis de las neoplasias y es muy útil en los tumores poco diferenciados.

El tratamiento de las neoplasias en general y de los linfomas y neoplasias del sistema linfohematopoyético depende igualmente de su tipificación que se hace en los tejidos a través de la IHQ. Algunas proteínas celulares y hormonas pueden servir como factores de valor pronóstico, por lo que es necesario determinar si ellas existen en las células tumorales. Conocer estos detalles es necesario para definir el tratamiento. Podemos asegurar que la sobrevida y el pronóstico de los enfermos con cáncer depende del tratamiento en función de un diagnóstico certero basado en el estudio microscópico de cada neoplasia y esta precisión se puede lograr gracias a la IHQ.






En
1998, tuve que jubilarme como Profesor Titular de la UCV, y ante las dificultades presupuestarias para continuar trabajando con IHQ en el IAP, creamos el Laboratorio de Patología Molecular NOVAPATH, que habría de funcionar inicialmente en Caracas. Durante 7 años (1998-2004) en este laboratorio eficientemente con la gran ayuda de la Dra Cathy Hernández, fueron muchos los casos en los cuales demostramos la importancia de la IHQ para el diagnóstico y tratamiento de los tumores malignos.

Desde enero del año 2005, el Laboratorio de Patología Molecular se mudó a la ciudad de Maracaibo y continuamos funcionando en el Estado Zulia. Inicialmente con la ayuda de la Dra Adriana Morales y en 2007 con la colaboración de la Dra Annee Rincón Fernández quien trabajaría durante 9 años a nuestro lado. Al finalizar el año 2007, se cumplían diez años de trabajo, y habíamos logrado estudiar más de 11.000 casos con técnicas de IHQ incluyendo entre ellos mayoritariamente casos venidos desde todo el país de pacientes con cáncer de mama, con linfomas y en general con neoplasias malignas de difícil diagnóstico.

Si bien los resultados desde el punto de vista científico y su contribución al diagnóstico y tratamiento de cientos de pacientes provenientes de todo el país nacional habían sido exitosos, las dificultades para continuar trabajando en IHQ era cada vez mayores y los inconvenientes se relacionarían con el alto costo de los reactivos, anticuerpos que utilizados para las labores de diagnóstico obligaban a utilizar precios para los exámenes de IHQ realmente prohibitivos para el venezolano de a pie... Intentamos ante diferentes organismos locales lograr algún subsidio o ayuda institucional que permitiese bajar el costo de los exámenes, para hacerlos más accesibles a los pacientes de escasos recursos, quienes siempre han sido la mayoría del país nacional, sin resultado.

Ya desde 2008 señalábamos por escrito la dificultad de continuar trabajando en esta compleja área de diagnóstico, en el entendido de que, al no lograr los subsidios solicitados, habrían de ser los pacientes con cáncer quienes pagasen por los reactivos utilizados para los estudios de IHQ. Las iniciativas propuestas para contribuir a abaratar los costos de los insumos para hacer los diagnósticos por IHQ en beneficio de los enfermos de cáncer que no contaban con recursos económicos que les permitiesen acceder a este tipo de estudios, -en resumen, la mayoría de los venezolanos-, fueron fallidas.

En los siguientes 10 años después de estas solicitudes y peticiones nunca atendidas, para costear estos análisis que sabíamos eran cruciales para precisar diagnóstico y tratamiento de centenares de enfermos con cáncer, ellas no se daban. Si bien los casos resueltos, era cada vez más numerosos, pues la necesidad de la IHQ estaba siendo entendida por muchos de los médicos tratantes, la situación laboral se fue tornando en una muy deprimente tarea.

A pesar de mantener los precios más bajos posibles para los estudios de IHQ en el país nacional, y de muchas rebajas y exoneraciones, cada caso era más trágico que el otro, y llegamos al año 2017 y luego al 2018, Habíamos diagnosticado cerca de 60.000 casos con IHQ. Conocimos de situaciones donde el paciente pagaba sus exámenes con “un san” o contribución entre sus vecinos, y sabíamos de los grandes sacrificios que se hacían para pagar el diagnóstico. Lo más triste de la situación, en aquellos años era entender que luego, ya con el diagnostico, los pacientes no podrían tener acceso al tratamiento, porque era demasiado costoso, y al final porque cada vez existían menos posibilidades en el Zulia de ofrecerle radio o quimioterapia a los enfermos de cáncer…

Esta es una realidad que hasta ahora habría de ser la de siempre, hasta que durante la pasada gestión directiva del hospital Universitario de Maracaibo (HUM) por el Dr Alejandro Borjas, tenemos ahora (2024-2025) en el HUM post pandemia, un centro de tratamiento oncológico con excelente equipamiento y personal capacitado, algo que en el Zulia antes nunca existió y era esta una reclamación que repetimos durante toda la vida muchas veces públicamente, la necesidad de un Hospital destinado al tratamiento de los pacientes con cáncer.

En septiembre del año 2018, tras algunos problemas de salud (un diagnóstico, un accidente y operaciones) mi situación personal pasó a ser dramática y decidí cerrar el Laboratorio. Cuando escribí estas reflexiones, quizás para explicar a quien no haya entendido o no haya querido comprender la verdadera razón del cómo y el por qué estando consciente de las deficiencias que padecemos los médicos especialistas en Anatomía Patológica para trabajar eficientemente con el recurso de la IHQ y específicamente conociendo la muy precaria preparación de laboratorios en todo el país que no cuenten con este recurso, ni con patólogos preparados en el diagnóstico por IHQ, puede llegar un viejo patólogo, jubilado de la UCV a “una jubilación obligada” que lo deja dependiendo únicamente de su salario universitario.

Estas deficiencias sobre las posibilidades de hacer diagnóstico con IHQ se suman a serias deficiencias en todas las áreas de salud pública y de la administración de medicamentos de todo tipo, pues en la actualidad y en este siglo XXI, los enfermos en los hospitales públicos casi siempre deben costear medicinas e insumos, y en particular estos costos son muy elevados cuando son requeridos por los enfermos de cáncer.

En Maracaibo, el miércoles 25 de junio del año 2025

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