Es probable que
ustedes no lo sepan, pero existen un sinnúmero de protistas que constituyen una de las poblaciones más importantes dentro
de las comunidades de organismos vivos en los reactores biológicos de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (E.D.A.R).
En Latinoamérica, las EDAR se denominan (Plantas de Tratamiento
de Aguas Residuales, PTAR). en la que se pueden recoger y tratar aguas
residuales e industriales.
Las EDAR sirven para eliminar desperdicios, grasas y aceites flotantes, arenas y todos los elementos gruesos que pueda contener el agua; eliminar materiales decantables, tanto orgánicos como inorgánicos; y eliminar materia orgánica biodegradable disuelta en agua. Las estaciones depuradoras de aguas residuales trabajan en cuatro fases:1-Pretratamiento: separan sólidos voluminosos (botellas, telas, plásticos) utilizando rejas y tamices. 2-Tratamiento primario: tratamientos físicos-químicos para sedimentar y precipitar sólidos en suspensión y para reducir la demanda de oxígeno por parte de los sólidos orgánicos. 3-Tratamiento secundario: tratamientos biológicos que reducen la materia orgánica en las aguas residuales. 4-Tratamiento terciario: son procesos físicos, químicos y biológicos avanzados, donde se eliminan los metales pesados, nitrógeno, fósforo y patógenos.
Les cuento que yo
había pensado en que debía hablar sobre “los protistas”, que son múltiples e
incontables microrganismo habitantes de las aguas de las PTAR, pero
investigándolos me encontré con el listado de un centenar de Plantas tratamiento de aguas residuales en todo el territorio de
Venezuela. El listado de VenTrat (ventrat @gmail.com) para mi asombre solamente
señalaba dos (2) plantas en el Estado Zulia: una en la Urb. Don Gabriel
en Santa Bárbara del Zulia y la otra en Cementos Vencemos Zulia, en la isla de
Toas, que como ya saben, está justo en la conexión de nuestro lago, el más
grande de América del Sur, con el Mar Caribe…
Como resultado de la actividad de las EDAR se generan fangos donde se pueden
distinguir los procesos de espesamiento, digestión, deshidratación para llegar
hasta un tratamiento terciario donde los protistas contribuyen a la formación de
bioagregados y flóculos; estas características han sido descritas por
Martín-Cereceda et al. en 1996, pero ya estaba vigente y desde hacía muchos años
antes (https://tinyurl.com/5fcmjnek),
de, el asunto que hoy nos interesa y que no es otro sino el de nuestro pobre y
maltratado lago, el más grande de Suramérica...
Aunque dolorosamente tengamos que repetir como Oscar Yánez “Así sin las
cosas”…
El de Maracaibo, es un lago que es famoso (no solo por “los maracuchos” que tenemos fama de “echones”, exagerados y regionalistas hasta el fanatismo) sino también por el petróleo que extraen desde los tiempos de General Juan Vicente Gómez de sus profundidades. Paragonado como “la riqueza nacional” o también conocido como “el excremento negro del diablo”, es ese el mismo “oro negro” que Uslar decía no habíamos aprendido a sembrar, y más concreta y particularmente hablando, el lago es muy famoso por la contaminación de sus aguas: “tina de aceite” dijo de él el poeta, Ismael Urdaneta (https://tinyurl.com/mrneykw5); el lago denigrado mucho más que por la historia romántica de la nación que dizque fue llamada con su nombre por los palafitos de los habitantes naturales de sus aguas salobres a ser admirados por Américo Vespucio (1454-1512) el 18 de mayo de 1499 como “la pequeña Venecia del Coquivacoa” y de la misma situación que en 1507 el viviera el cartógrafo Martín Waldseemüller (1470-1520) cuando al dibujar su muy reconocido mapa Universalis Cosmographia, decidiera colocar el nombre de “América” para honrar la memoria del italiano.
El tema se
tergiversó en mi mente al comprobar que, así como “las camaroneras” son un
pingüe negocio, sin que, a nadie, aunque las ven lavar dinero por bojotes, se
decidan señalar los daños ecológicos que ellas provocan… Es que les tiembla el
pulso y ante las evidencias, ni chistan sobre el cuanto, el tanto y cómo,
contribuyen a la contaminación del lago, me dijeron… ¡Centenares de veces ya lo
hemos comentado, todos! Desde años ha, y ahora, como decía Ripley: aunque usted
no lo crea, NO existe Planta alguna en los alrededores, pero ni media Planta de
tratamiento para sus aguas -tan super-re-contra contaminadas- del Lago de
Maracaibo en sus otrora famosas riberas orladas de majestuosas palmeras, que antes
eran, sí eran...
“Hoy las torres de acero forman tu cielo
oscuro/ y el lodo de las piedras palpita desde el fondo, / el alcatraz ha
muerto, las gaviotas se fueron, en las palmeras sube la savia del petróleo”. Con estas
palabras de Guillermo Ferrer (1928-2021), -y tranquilos que ya casi que finalizo
yo, me encuentro hablando nuevamente de (https://tinyurl.com/2dabb3dm) este
tema que inicié para discurrir sobre unos microorganismos (los protistas que esperaba
mostrar) y que habitan en las plantas de
tratamiento de aguas servidas que existen en otras regiones del país
nacional.
Hoy repetiremos,
aun esperanzados (sigue siendo lo último que se pierde), las palabras del poeta
Guillermo Ferrer en su elegía al Lago de Maracaibo,
“Esperemos al nuevo corazón del futuro,
tu añil de inmensa tina ha de caer del cielo,
volverán las gaviotas desde remotos ámbitos,
y nacerán más puras las huellas de los hombres”.
Maracaibo, lunes 7 de octubre del año 2024
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