Los chupa sangre…

 

Hemos venido comentando sobre los insectos y su alimentación, y lo cierto es que ellos tienen una gran variedad de piezas bucales, adaptadas a distintos tipos de comida. Los insectos más tempranos tenían piezas masticatorias y sus especializaciones han sido principalmente en adaptarse a la necesidad de perforar y succionar; si bien hay muchas variaciones dentro de estos tipos. Estos “chupa sangre” son los mosquitos o zancudos.

 

“Mosquito” es una palabra española o portuguesa que significa “mosquita”, mientras que “zancudos”, una palabra española, significa “patas largas”. El uso de la palabra “mosquito” es aparentemente de origen norteamericano y se remonta a alrededor de 1583. Los mosquitos pueden ser un problema serio pues interfieren en el trabajo y arruinan las horas de ocio del hombre.

 

Algunos mosquitos son capaces de transmitir enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla, el dengue, la filariasis y las encefalitis (encefalitis de San Luis (LES), encefalitis equina occidental (EEO), encefalitis de LaCrosse (LAC), encefalitis japonesa (JE), encefalitis equina oriental (EEE) y virus del Nilo occidental (VNO), encefalitis equina venezolana (EEV) a los seres humanos y a los animales.

 

Los hemípteros Se caracterizan por poseer un aparato bucal chupador que, según las especies, utilizan para succionar savia o fluidos de animales, como la hemolinfa o sangres. Entre los hemípteros más conocidos están los pulgones, las cigarras y las chinches de las camas.

 

La mayoría de los hemípteros se alimentan de plantas, utilizando sus piezas bucales succionadoras y perforadoras para extraer savia vegetal. Algunos son chupadores de sangre, o hematófagos, mientras que otros son depredadores que se alimentan de otros insectos o pequeños invertebrados. 

 

Sobre el tema de hoy, para chupar sangre, las piezas bucales se encuentran modificadas formando una estructura en forma de pico denominada rostro, adaptado para perforar y succionar líquidos de plantas y animales. En el rostro, las mandíbulas y las maxilas tienen forma de aguja o estilete y están envueltas por el labiun.  Cuando no está en uso, este rostro se pliega bajo el cuerpo.

 

Por ello ya comentamos sobre la función de estos aparatos y como pueden ser diferentes, y hablamos de la diversidad de los mosquitos que (https://tinyurl.com/nhhh46k6 ) chupan sangre y los que beben simplemente la savia de las plantas, o como quien dice, el néctar de las flores...Por otra parte, destacaríamos (https://tinyurl.com/y9jppmf6) como las enfermedades transmitidas por los mosquitos han causado más muertes de personas que todas las guerras juntas.

 

La estructura primitiva de las piezas bucales de los insectos consta del Labro (labrum o labio superior), y el Esclerito dorsal impar, el cual recubre las demás piezas de la boca. Todos poseen las Mandíbulas que son piezas pares con el margen interno cortante y a veces dentado que sirven para sostener y desmenuzar el alimento. Existen igualmente las Maxilas. El primer par de maxilas (son las llamadas maxílulas de los crustáceos) constituyen un par de piezas que están provistas de un pequeño apéndice formado por varios artejos, llamados palpos maxilares. El Labio (labium) es una pieza impar, resultado de la fusión del segundo par de maxilas, dos piezas pares similares a las maxílulas; también existen palpos articulados, llamados palpos labiales.

La gran diversidad de especies de la clase Insecta tienen una multitud de mecanismos funcionales que normalmente conservan importantes homologías. Pero también existen partes no homólogas con apariencias y funciones similares. Los mosquitos y los hemípteros tienen piezas bucales que perforan y luego chupan fluidos. Algunos son herbívoros y otros son carnívoros como los mosquitos hembras que se alimentan de sangre.

 

El rasgo característico de Hemiptera es su pico o rostro con las mandíbulas y las maxilas modificadas formando un estilete dentro de una vaina formada por el labio. Las mandíbulas y maxilas están modificadas formando una probóscide dentro de una vaina formada por el labio. Usan estas piezas bucales para perforar, ya sea tejidos vegetales o animales y luego chupar los fluidos.

 

Los mosquitos hembras adultos tienen una probóscide en forma de estilete que usan para perforar la piel y para chupar sangre. Los mosquitos inyectan una saliva con anticoagulantes con este órgano. El estilete está formado principalmente por el labro y por las mandíbulas y maxilas. Ordinariamente lo guardan dentro de una vaina o estuche formada por el labio que se pliega cuando el estilete está perforando la piel.

Los mosquitos hembras adultos tienen una probóscide en forma de estilete que usan para perforar la piel y para chupar sangre. Los mosquitos inyectan una saliva con anticoagulantes con este órgano. El estilete está formado principalmente por el labro y por las mandíbulas y maxilas. Ordinariamente lo guardan dentro de una vaina o estuche formada por el labio que se pliega cuando el estilete está perforando la piel.

 

La formación de las piezas bucales en el rostro alargado es exclusiva de los hemípteros y no se encuentra ni siquiera en otros grupos con piezas bucales succionadoras. Las mandíbulas y los maxilares están modificados en estiletes largos y puntiagudos, mientras que los palpos están completamente ausentes; el labio forma un tubo casi completo que contiene los estiletes, con el labro cerrando el espacio restante en el rostro, y este último generalmente está dirigido hacia atrás debajo de la cabeza. Estas modificaciones extremas están adaptadas para perforar y succionar líquidos del tejido vegetal, casi siempre plantas vasculares, aunque algunas familias se han vuelto depredadoras.

 

Se podría esperar que un método de alimentación tan limitado limitara la diversidad de la evolución de los hemípteros, tanto morfológica como biológicamente, pero de hecho el orden es muy diverso y sus miembros muestran una amplia variedad de estilos de vida. Se pueden encontrar chinches en la mayoría de los hábitats terrestres y de agua dulce; algunos son incluso marinos y muchos son bien conocidos como plagas hortícolas, ya sea causando daños directos a las plantas o transmitiendo enfermedades virales.

 

De manera que, con esta reflexión sobre la gran multiplicidad de seres con tan diversos mecanismos para lograr ingerir su alimentación, pensemos en los pobres de este país, que son la gran mayoría y quienes tienen dificultades para conseguir el alimento que los sostenga con vida con unos sueldos mínimos que son un ejemplo triste para todo el mundo hispanoamericano.

 

Maracaibo, lunes 23 de diciembre del año 2024