domingo, 11 de julio de 2021

Escaleras al cielo…

 

Escaleras al cielo…

"Para subir al cielo..." fue la novela ganadora en 1997 de la Bienal de Literatura Elías David Curiel, de la Dirección de Cultura del Estado Falcón y fue editada en ArsGráfica, de Maracaibo en 1997, pero no sería sino hasta 1990 cuando fue presentada por el escritor Eduardo Liendo en la Librería Monte Ávila del Complejo Cultural Teresa Carreño en Caracas. El acto se dio un miércoles 10 de marzo de ese año 1990, pero desde aquel entonces, la novela nunca estuvo disponible al público.

 


 

 

En 2016, el texto fue cuidadosamente revisado, y en los Talleres Gráficos de AstroData en Maracaibo, se editó una 2da edición de "Para subir al cielo...", la cual fue presentada en Maracaibo el día jueves 27 de octubre del año 2016 por el poeta, profesor Carlos Ildemar Pérez, en el mismo acto público cuando el sociólogo Miguel Ángel Campos hizo la presentación de otra de mis novelas: “Vesalio el anatomista”.

 

En febrero del 2020 (https://bit.ly/38Z5H9Q), recordé como la novela Para subir al cielo…” relata la vida del pintor medieval Hyeronimus Bosch a través de sus pinturas (https://bit.ly/2lG8sJt) mientras paralelamente cuento lo que sucedió un domingo en la Caracas de los años 90. No obstante, nunca he comentado sobre el título de la novela que tiene que ver con una pintura de El Bosco. En una de las cuatro tablas de “El Juicio Final” que existe en el Palacio Ducal de los Dogos en Venecia, en la segunda tabla, denominada “la subida al empireum” el pintor mostraría el fenómeno del cono de luz, cuya interpretación y su parecido con los relatos asociados a la muerte y lo que sucede en esos minutos finales han sido ampliamente divulgados.

Hasta aquí todo parece lógico, con un concepto bastante anticipado pues hablamos de finales del Medioevo, solo que en la novela se destaca que “para subir al cielo se necesita una escalera grande y otra chiquita” y creo que no todos saben la verdadera historia de esta cancioncita que desde niño escuché y repetí y supongo que es bien conocida de mucha gente. La historia cuenta que hace muchos años, llegaban barcos de todas partes del mundo a Veracruz en el Golfo de México, y por varios siglos, habría de ser puerta de entrada a la Nueva España. Para el año 1537 se le conocía a la ciudad como “Ciudad de Tablas” debido a que la mayoría de sus construcciones eran de madera con techos de palma. Aun así, por las calles de esa pequeña población eran transportadas las riquezas del joven Virreinato.

Laurens Cornelis Boudewijn de Graaf -alias “Lorencillo”- fue un pirata holandés, originalmente artillero de la Armada Española que combatía a los filibusteros, y quien tras ser abordado por dos naves corsarias, le ofrecieron que se uniera a la filibustería y así le perdonarían la vida. Lorencillo iba a resultar un verdadero azote para Yucatán, Campeche, Veracruz y Tabasco. El más destacado de sus asaltos fue el realizado a  la ciudad de Veracruz, en compañía de Michel de Grammont, el 17 de mayo de 1683 cuando en un par de navíos llegaron con doscientos hombres y comandados por Lorencillo, desembarcaron en el puerto, tomaron a la plaza de armas de la ciudad y ya a la media noche, seiscientos hombres más asaltaron el puerto.

Los piratas se dividieron en grupos para saquear la ciudad y los ciudadanos, sin distinción de sexo o edad, fueron llevados a la Catedral. Los piratas colocaron un barril de pólvora en la puerta del templo y amenazaban con hacerlo estallar si los prisioneros no entregaban los supuestos tesoros escondidos. Acorralados,  todos los ciudadanos estuvieron encerrados durante 5 días en la iglesia sin comida ni agua que beber, en uno de los meses más calurosos del año, y algunos, desesperados, decidieron suicidarse lanzándose del campanario de la catedral donde para subir eran necesarias un par de escaleras.

Lo más alto de la catedral era el campanario, y para llegar a él se necesitaba una escalera grande para subir a la azotea de la catedral y otra escalera más pequeña para subir de la azotea al campanario, ya que eran dos plataformas elevadas, construidas  por debajo del tejado que se usaba para almacenar cosas o para dormir, y una era más alta que la otra. De ahí la estrofa que dice; Para subir al cielo, se necesita una escalera grande y otra chiquita y arriba y arriba y arriba iré...

Los prisioneros permanecieron encerrados hasta el 22 de mayo cuando Lorencillo los hizo salir de la Catedral y los trasladó a la Isla de los Sacrificios. Tomó como rehenes a los funcionarios y el resto, a punta de palos fue obligado a cargar el cuantioso botín, empresa que duró hasta el 30 de mayo. El 1 de junio, dejó tras él cuatrocientos muertos, además de gran miseria y desolación. Lorencillo levó anclas, desplegó velas y se hizo al mar, llevándose algunas hermosas mujeres. Entonces algunos porteños se hicieron a la mar con el propósito de rescatarles. De ahí que el cantador local “Malango” quien trabajaba en la Hacienda Malibran dijo cantando: “yo no soy marinero, pero aquí seré”... Las coplas cambian de acuerdo con el intérprete “Yo no soy marinero, soy capitán, soy capitán” dice la Letra de Richie Valens de 1958, quien dentro de la vanguardia del rock, incorporaría lo de "soy capitán”. 

Desde finales del siglo XVII, el 17 de mayo en la zona de la Hacienda de Malibran, fue cantada La Bamba, se dice que por un trotamundos jaranero con habilidades para la décima, conocido como el “Guaruso”,- quien se convierte por derecho propio en el dueño en una canción tradicional mexicana conocida como “la reina de los sones jarochos”-. El son jarocho es reconocido como un “himno popular de la ciudad de Veracruz”. La palabra Bamba, con diferentes significados, puede aludir a una voz de origen africano, wamba, que significa: fiesta, o celebración; o también se asocia con una modalidad onomatopeyica del “sonar de los cañones” de los barcos piratas; en este caso, se deriva de “quitilan quitilan”, una décima primaria, compuesta por el Garuso, quién, según la narración de la época colonial de los historiadores, Ramón Río García y Francisco Ávila Rivera, la entonó para celebrar en la Hacienda de Malibran, cuando los piratas, en vez de atacar el puerto habían pasado de largo frente al Playón de Hornos,.

Esta historia, creo que la puedo finalizar relatando que por el trato a los rehenes y la división del botín  estalló una disputa entre los piratas van Hoorn y De Graaf. Según algunas fuentes, los dos lucharon en un duelo en una playa cercana para resolver la disputa. Aunque ninguno resultó gravemente herido durante el duelo, van Hoorn recibió un corte en la muñeca. La herida más tarde se le convirtió en una gangrena y van Hoorn, alias Lorencillo murió como resultado de la infección dos semanas después. Renunciando a más saqueos, los piratas extranjeros se marcharon, deslizándose sin obstáculos entre los españoles y así es como colorín colorao, este cuento aquí se ha terminao.

Maracaibo, domingo 11 de julio, de 2021

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