viernes, 11 de junio de 2021

Energía solar…


Energía solar…

En diciembre de 2016, me tocó la suerte de hablar en el Teatro Baralt y finalizando mis palabras a propósito del 487 aniversario de la fundación de Maracaibo, y decía que no deberíamos perder las esperanzas, y que teníamos que comenzar a pensar en la construcción de paneles solares… Hace un par de días, el 8 de junio del 2021, en pleno desierto de Atacama, el más árido y con mayor radiación solar del mundo, Chile inauguró la primera planta termosolar de América Latina. 

 

En el año 2016 le recordaba a los asistentes al acto, como quemábamos nuestro petróleo buscando con gasoil generar electricidad, pero eran millones los que se invertían en las llamadas plantas termoeléctricas, siempre con fallas de repuestos y de toda índole, encendidas para generar energía con gasoil, en vez de utilizar nuestro sol. ¿No somos acaso la “tierra del sol amada?” les preguntaba. En un área circular de más 700 hectáreas, existen más de 10.600 heliostatos (espejos) que rodean una torre de 250 metros de altura en cuya cúspide se reflejan los rayos del sol; y allí, un receptor con sales fundidas, se calientan a más de 560 grados Celsius y genera vapor de agua que mueve una turbina con 10 MW de electricidad limpia, infraestructura que con una planta fotovoltaica adyacente, llega a sumar un total de 210 MW de energía renovable.

El presidente Piñera, tan denostado por los izquierdistas del mundo, le decía ayer a los chilenos durante la inauguración del proyecto licitado por las españolas Abengoa y cuya construcción se inició en 2014, que: “nos va a permitir ahorrar más de 600.000 toneladas de emisiones de CO2 al año, el equivalente a lo que emiten 300.000 automóviles en una año”, ahora capaz de generar energía durante las 24 horas del día”…

En septiembre del 2016, yo, de lo más ingenuo, propuse que pensáramos en un puerto de aguas profundas; les invité a imaginar un gran puerto, en una orilla del Golfo de Venezuela donde el petróleo le llegaría a los barcos, por tuberías y desde ese puerto en el golfo, dizque habrían de zarpar los tanqueros que surcando los mares del planeta nos llevasen de nuevo a ser líderes en la producción de hidrocarburos… ¡Já!... La planta termosolar chilena hoy sabemos que está ubicada, a unos 200 kilómetros al este de la costera ciudad de Antofagasta, a unos 3.000 metros sobre el nivel del mar, en el norte del país en medio del desierto de Atacama. Piñera afirmó que este es un nuevo paso en el compromiso de Chile de renovar su matriz energética para 2050 y conseguir para entonces la carbono neutralidad asumida en el Acuerdo de París sobre el clima, lo que supone ser un país con cero emisiones netas de CO2.

Todo aquello dicho en 2016 estaba lleno de fe, pero no fue más que ilusionadas esperanzas. En menos de una década la idea se disipó en el aire cual humo leve y el país terminó destruido en manos criminales… Ahora, ya sé que no volveré a ver nuevamente el lago de Coquivacoa, aquel de nuestros abuelos, el que fuera el reservorio de agua dulce más grande de Latinoamérica donde la flora y fauna lacustre, habría de recuperarse, como el país...  Para cumplir el compromiso, dijo anteayer Sebastián Piñera; Chile centra sus esfuerzos en descarbonizar la matriz energética reemplazando el carbón por energía, e inyectando su energía al Sistema Eléctrico Nacional se electrificará el transporte público y se mejorará la eficiencia energética, junto con proteger e incrementar los bosques y concluiría afirmando que; “en 2021 vamos a inaugurar más proyectos de energías limpias en Chile que en toda la historia anterior de nuestro país porque este es un desafío urgente”. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero acaso, ¿No era Venezuela el paradigma del progreso y de la estabilidad sociopolítica de Latinoamérica treinta años atrás?

Puede que por estas latitudes en la tierra infeliz de los palmares donde a los lejos la luna que se encumbra, todavía un cielo azul de porcelana alumbra, puede ser que volvamos ver brillar por las noches el simbólico relámpago del Catatumbo y con nostalgia, les puedo asegurar que volveré entonces a recordar a Marcial Hernández quien decía que “El Zulia entre la noche relampaguea”…

Maracaibo, viernes 11 de junio del año 2021

1 comentario:

  1. Definitivamente esta tierra de gracia necesita estar en manos benditas que amen de corazón y sin egoísmo a esta patria que nos vió nacer

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