lunes, 28 de octubre de 2019

Eruditos mencionados…


Eruditos mencionados…

El martes, 28 de febrero de 2017 escribía en este blog sobre Mary Godwin, o Mary Shelly, refiriéndome a su famosa obra, “El moderno Prometeo” y de cómo su personaje, Víctor Frankenstein en la Universidad de Ingolstadt, conversaba con su maestro, el señor Krempe, sobre sus lecturas de Alberto Magno,  Paracelso y Cornelio Agripa, y más adelante sobre Nicolás de Cusa, y Raimundo Lulio. Brevemente he querido revisar algunos de estos famosos personajes conocidos como eruditos, quienes si fueron reales de verdad...

Víctor Frankenstein creía encontrar en Alberto Magno una doctrina que mezclaba diversos elementos en la idea de un todo cuyas partes estaban relacionadas, pero a su vez señalado por un camino metódico. De unitate intellectus, Summa de creaturis, Summa Theologiae, De vegetalibus y De animalibus, todos ellos eran escritos de su admirado erudito e ilustrado Alberto Magno, quien era un sacerdote, obispo doctor de la Iglesia, destacado teólogo, geógrafo, filósofo y figura representativa de la química y en general, un polímata de la ciencia medieval. En 1259 o 1260, fue ordenado obispo de la sede de Ratisbona, cargo que dejaría poco después habiendo remediado algunos de los problemas que tenía la diócesis. En 1263, el papa Urbano IV aceptaría su renuncia, permitiéndole volver de nuevo a la vida de comunidad en el convento de Wurzburgo y a enseñar en Colonia. Murió a la edad de 87 (o 74) años.

Paracelso, era otro de los personajes mencionados y algunas de sus obras trataban fundamentalmente de lo que para él era la medicina, como el Libro de los prólogos, y el Libro de las entidades, conformado por cinco libros que hablan de los astros y su influencia, del veneno, y de entidades naturales, espirituales y divinas. Estaba también el Libro de las paradojas sobre de las causas y los orígenes de las tres sustancias, el mercurio, la sal y el azufre y de las enfermedades que de ellas provienen. Sobre el universo de Paracelso, vasto y complejo, muchas de sus nociones habían atraído la mente del joven Frankenstein y de ellas, quizás una de las más interesantes seguramente sería  la de los “homúnculos”, esos seres vivos creados in vitro para lo que se dice que dejó establecida una fórmula.

Otro de los libros revisados por Víctor, era el tratado De oculta filosofía de Cornelio Agripa. Él decía haberlo conocido a los 13 años y sabía que había sido un médico, astrólogo, nigromante y cabalista, era una especie de Fausto, y así alguien lo denominó cuando fue acusado y encarcelado por brujería, influenciado quizás por las teorías de Nicolás de Cusa y de Raimundo Lulio. El verdadero apellido de Cornelio Agripa es Cornelis al que él añadió Agrippa sacado del antiguo nombre de Colonia (Colonia Agrippina) su lugar de nacimiento y sumó ab Nettesheim, lo que da en latín con el nombre de bautismo Henricus Cornelius Agrippa ab Nettesheim. Conocemos sobre su vida a través de sus cartas, y por una biografía escrita por Charles Nauert. Cornelio Agripa fue secretario de la corte de Carlos I de España, médico de Luisa de Saboya, teólogo y militar en España e Italia. 

En Alemania la primera versión su obra principal De la philosophie occulte (1510) se la presentó al famoso abad esoterista Johannes Trithemius. En Metz, fue denunciado por defender a una mujer acusada de bruja utilizando el argumento de la senilidad. Después de luchar con el inquisidor de Colonia, fue desterrado de Alemania en 1535. Por criticar a la reina madre María Luisa de Saboya fue encarcelado en Francia. Cornelio Agripa hablaba ocho lenguas (alemán, francés, italiano, español, inglés, latín, griego y hebreo) y conocía al menos las disciplinas de la astrología, la magia, letras clásicas, medicina, derecho, teología, filosofía, la ciencia de la guerra, ciencia de los explosivos, cábala cristiana, exégesis, diplomacia, criptografía, espionaje y enseñanza por lo que es considerado una figura relevante del Renacimiento, como Leonardo da Vinci, Pico della Mirandola o Gerolamo Cardano. Es también mencionado en la historia del feminismo por su obra De nobilitate et praeccellentia faemini sexus escrita en 1509 y publicada en 1529 donde se pronuncia sobre la superioridad teológica y moral de las mujeres. 

Cornelio Agripa en su obra principal De occulta philosophia libri tres recogió todo el conocimiento medieval sobre magia, astrología, alquimia, medicina y filosofía natural y lo respaldó teóricamente. En 1524 se estableció en Lyon como médico. En 1526 publicó la obra titulada De l'incertitude et vanité des sciences. Su escepticismo le valdrá la condena de la facultad de teología de Lovaina y de la Sorbona (1531). Viajó a Averns y combatió la peste (1528). Se convierte en archivista-historiógrafo al servicio de la princesa Margarita de Austria (1480–1530) en los Países Bajos. Se casaría tres veces. Al regresar a Francia fue encarcelado por haber escrito en contra de Luisa de Saboya que no le pagaba. Murió poco después de recuperar su libertad, en el hospital de Grenoble, el 18 de febrero de 1535.  

Nicolaus von Kues, o Nicolás de Cusa (1401-1464) fue un teólogo y filósofo, considerado el padre de la filosofía alemana y personaje clave en la transición del pensamiento medieval al del Renacimiento. Estudió griego y hebreo además de filosofía, teología, matemáticas, astronomía y muchas otras disciplinas. A los veintidós años de edad doctorado en Derecho canónico, y en 1448 fue nombrado cardenal. Nicolás de Cusa parte de una idea por la que entiende que todo lo creado, incluido el hombre, es imagen de Dios. Él dirá: “Porque en Dios se produce una contradicción” es debido a que Dios es lo Absoluto y a la vez es lo uno y múltiple. Dios es la síntesis de contrarios, de la unidad y de la multiplicidad a la vez. El reconocimiento de la ignorancia es una ignorancia instruida, docta. Sin embargo, la naturaleza intelectiva se siente atraída por conocer lo incomprensible. La docta ignorancia no es trascendente, la sabiduría no viene de fuera infundida, sino que está dentro de uno mismo. Esto crea un choque con la modernidad. La docta ignorancia tiene la relación que si la razón va avanzando y acercándose al conocimiento. 

Durante los siglos XIV y XV se realizaron varias reformas dentro de la Iglesia Católica, y Nicolás de Cusa fue el impulsor de la reforma en los países germánicos. Educado por los Hermanos de la Vida Común y dentro de la Devotio moderna (un movimiento reformador nacido en los Países Bajos) Nicolás de Cusa llegó a Alemania como cardenal con el objetivo de reformar la iglesia germánica. Inició su tarea en Salzburgo, donde celebró un concilio provincial. Luego pasó a Viena a Núremberg, Érfurt y Magdeburgo. En los Países Bajos visitó el Monasterio de Windesheim y las ciudades de Utrecht, Haarlem, Nimega, Maastricht y Lieja.  A fines del siglo XV un contemporáneo resumía así la labor de Nicolás de Cusa: “apareció en Alemania como un ángel de luz y de paz en medio de tanta tiniebla y confusión. Restableció de nuevo la unidad de la Iglesia, robusteció la autoridad de su cabeza suprema y esparció rica semilla de nueva vida”.  

Nicolás de Cusa se planteaba una imagen del mundo que era la imagen de Dios. Si Dios es lo unitario y lo infinito a la vez, el mundo también es infinito. Este es el paso radical a la física moderna: si el Universo es infinito, no tiene fin y no existe centro del Universo, la Tierra no es el centro del Universo, por lo que tampoco existe un punto de referencia, todo es relativo y no hay un lugar de privilegio en el Universo. Tampoco hay quietud, sino que todo está en movimiento, incluido el Sol..  Nicolás de Cusa también especuló sobre la existencia de otros mundos y esta idea fue retomada más de cien años después por Giordano Bruno, quien había leído su obra.  Nicolás de Cusa y la brujería Nicolás de Cusa se opuso a la idea de que seres humanos pudieran tener relaciones carnales con demonios ni que pudieran adoptar formas de animales.
 
Conocido como Raimundo Lulio o Ramon Llull, en castellano, Raimundus o Raymundus Lullus en latín, Raymond Lully en inglés o Raymond Lulle en francés, fue un místico poeta catalán cuyos escritos ayudaron a desarrollar la lengua romance catalana y tuvieron una gran influencia en el misticismo neoplatónico a lo largo de la Europa medieval y del siglo XVII. Es más conocido en la historia de las ideas como el inventor de el "arte de encontrar la verdad" (ars inveniendi veritatis) que estaba destinado principalmente a apoyar la fe católica romana en el trabajo misionero, pero también fue diseñado para unificar todas las ramas del conocimiento. 

Lllul nació en 1232 o 1333 y fue criado en la corte real de Mallorca, y vivió como un trovador en su crianza caballeresca. Escribió un manual de caballerosidad, -hay una versión en inglés del siglo XV editada por William Caxton, impresor inglés-. En Mallorca, adquirió conocimientos del árabe, que utilizó en algunos escritos. Su entorno despertó en él, el misticismo sufí islámico y el espíritu contemplativo oriental. Casado, a la edad de 30 años, Llull tuvo visiones místicas de Cristo en la Cruz y abandonó la vida cortesana dedicándose a la obra misionera. Influenciado por Francisco de Asís, viajó por el norte de África y Asia Menor intentando convertir a los musulmanes al cristianismo.

Después de otra experiencia mística en el monte Randa de Mallorca (alrededor de 1272), Llull relacionó el universo entero con los atributos divinos, y concibió la idea de reducir todo conocimiento a su punto convergente de unidad. Escribió su obra principal; el Ars magna (1305-08) que incluye los tratados Arbor scientiae ("El árbol del conocimiento") y Liber de ascensu et descensu intellectus ("El libro del ascenso y descenso del intelecto").  Llull utilizó métodos lógicos originales en un intento de probar los dogmas de la teología cristiana.

Llull dedicó su vida a la difusión de su Ars e intentó interesar a gobernantes y papas en sus proyectos. El rey Jaime II de Aragón fue persuadido para establecer una escuela para el estudio de las lenguas orientales en Mallorca para que los Ars pudieran ser difundidos en todo el mundo islámico. El interés actual se centra en sus escritos místicos, particularmente el Llibre d'amic e amat (El libro del amante y el amado). Las aplicaciones apologéticas de Ars Magna retrocedieron a un segundo plano después de la muerte de Llull en 1315 o 1316, pero fueron influyentes hasta mucho después del Renacimiento como un sistema universal y compendio de conocimiento. Según la leyenda, Llull fue apedreado en el norte de África en Bejaïa (Bougie) o Túnez y murió mártir en el mar antes de llegar a Mallorca, donde fue enterrado. El Papa Gregorio XI condenó las enseñanzas de Llull en 1376 con los cargos de confundir la fe con la razón. Sin embargo, en el siglo XIX, la iglesia católica aprobó su veneración. 

Maracaibo,  lunes  28  de octubre, 2019

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