viernes, 27 de septiembre de 2019

La miseria


La miseria 

“Un pueblo noble y creyente, fe reclama, y entristece la penumbra en su dolor “Maracaibo marginada” es una gaita de Ricardo Aguirre escuchada durante las fiestas navideñas, aunque actualmente es un lamento dolido de los habitantes de la capital del Estado Zulia, un pueblo que casi se esconde de su sol como apenado por el olvido en que se encuentra su región”. Maracaibo, la segunda ciudad de Venezuela, es hoy día una “tierra inmolada, Maracaibo señorial, aún deberás continuar,  sacrificada... Maracaibo tierra mía idolatrada y olvidada por ser leal”.

Una ciudad próspera que otrora fuera la segunda ciudad de América Latina, pionera en el servicio eléctrico después de Buenos Aires, con tranvías y telégrafos y que hoy día la falta de electricidad a la que se le unió la escasez en el suministro de agua y a las dificultades para ponerle gasolina a los vehículos impide a la ciudadanía garantizar las condiciones mínimas de cordura… “Maracaibo marginada y sin un real, que más te puede pasar que ya no te haya pasado”.  

A la hambruna por los exagerados costos de los alimentos se le suman las fallas en la conservación de los mismos por los apagones y la sed, inclemente, bajo la canícula de esta tierra, del sol amada, que presenta un escenario caótico. Enfermedades y padecimientos sin medicinas con salarios y pensiones que no alcanzan ni para sobrevivir. Mientras la ciudadanía que ha visto como la nación fue vendida, ¡perdón!, regalada a otro país, se ve obligada a arrastrarse bajo el dominio de una cáfila de hampones que usan el comunismo, en su versión castrista como excusa. Parece evidente que “a tu amada capital, marabino ni tu astucia, siendo rica, pobre y sucia del caos podrás salvar”…

Así vemos con asombro el respaldo que muy conscientes y voluntariamente, aunque burlándose fríamente del pueblo depauperado, mientras ellos parecieran “hacerse los locos”, y quiero calificarlos con las palabras recientes de Antonio Sánchez García, al hablar de una clase política mendaz, banal, corrupta y pusilánime", y conste que son merecedores de calificativos más duros, cuando ya es más que evidente la conchupancia negociada de los politiqueros, y más triste y decepcionante es ver entre ellos a venezolanos jóvenes, crecidos a la sombra de los pasados veinte años y a quienes tampoco les importa el padecimiento del bravo pueblo que han intentado comprar con ofertas populistas mientras ellos siguen haciendo negocios en una fiesta cruel e irresponsable de mortandad absoluta. “Donde hay hombres y mujeres condenados a vivir en la miseria, los derechos humanos son violados”. “La miseria” (1886) Óleo de Cristóbal Rojas
 
Vuelvo a citar un muy reciente artículo de Sánchez García, coincidiendo al señalar que los únicos líderes a la altura del desafío y la realidad de esta guerra asimétrica a la que se nos somete desde las alturas del comunismo internacional: de Pekín a La Habana y de Moscú a Ciudad de México, son María Corina Machado, Antonio Ledezma y Diego Arria el único diplomático latinoamericano reconocido mundialmente en la ONU y que ya forma parte de su tradición negociadora”, con “su famosa fórmula para dirimir conflictos es parte del acervo diplomático del planeta”. Pero los embajadores que siguen viajando, y de nuevo duele ver a jóvenes entre ellos y me imagino que lo harán con los dineros de Citgo, sino, ¿de dónde?, y todos como las chiripas (Caldera dixit) salen de los grupúsculos de aspirantes al juego politiquero pues saben que les irá bien con tal de que los pongan donde haiga”…

Maracaibo. Viernes 26 de septiembre, 2019

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