Maracaibo en la noche
“Maracaibo en la noche, desde lo lejos/ Más hermoso te ves, más atrayente/
Con tu gran Catatumbo y sus reflejos/ De cuando en vez besando tu casta frente//
Maracaibo en la noche, el que te vea/ Por aire, tierra o mar, bien se recrea/
Para finalizar, repito estas
palabras/ ! El Zulia por las noches
relampaguea!”
En
Maracaibo, la noche ahora, es oscuridad. Hay apagón, y es algo rutinario…La
canícula del sol amado por esta tierra, asciende calores hacia las nubes desatando aguaceros torrenciales con
relámpagos en la noche, y es posible que tengamos pronto un “Cordonazo de San
Francisco”. Si manejas un auto es porque tienes la suerte de tener gasolina,
entonces corres peligro, pues el asfaltado de las calles y avenidas principales
en muchos sectores ha sido desprendido y arrasado, de manera que hay cráteres
ocultos bajo el agua y las tapas del alcantarillado emergen como islas
irregulares. Preguntaba yo, y, ¿por qué?, y me lo explicaron así: padecemos por
las decisiones de quienes dirigen la política local. Las lluvias han transformado
en senderos intransitable muchas calles donde el asfalto fue arrancado de las
avenidas, fue recogido en camiones y ha sido llevado a otras zonas donde las
calles de tierra son precariamente pavimentadas con los despojos de lo que
antes cubría las avenidas de la segunda ciudad de Venezuela. La resignación de
la ciudadanía se respira en estertores...
Hoy, en
las noches marabinas, muchas familias se resignan a dormir en la puerta de sus
viviendas tenuemente iluminadas por velas o lámparas de gas. En los barrios
transportan en carretillas envases con agua, supuestamente potable… Los ladrones profanaron por las noches nichos y féretros en el
cementerio El Cuadrado. Esta es una práctica se ha acentuado desde finales
del año pasado, y se han ido robando desde las decoraciones de las tumbas y los
mausoleos hasta los huesos de los cadáveres. “Hace ocho
meses de aquí se llevaron hasta los dientes de oro de los muertos”, declaró una vez a la prensa Antonio Ferrer, el
encargado del camposanto en la avenida Las Delicias. Hace ya
unos años el saqueo destruyó la tumba de nuestra familia y el cráneo de mi
padre, quien en vida lucía una dentadura perfecta, desapareció con los restos
de mis abuelos y ¿Qué sucedió?... Así nos quedamos absolutamente, sin
posibilidad alguna de que se haga justicia, y hemos visto como con el correr
del tiempo, que en vez de mejorar, la situación actual es más grave y realmente
triste. En Maracaibo, en la noche hasta los muertos no encuentran paz...
Todos los habitantes del país nacional han podida percibir, cómo gran
parte de Venezuela se encuentra en un desesperante estado de deterioro y
abandono. La escasez de insumos elementales para producir material que provea
la alimentación de la gente es notoria, amén de la carencia del agua y de las
medicinas, son factores capitales que siguen induciendo muerte y desolación. Estos
decesos pueden lucir de apariencia natural, se cuantifican por separado para no
engrosar las cifras de bajas provocada por el hampa desbordada. En Maracaibo,
el dinero nacional en efectivo pareciera no existir en la ciudad ya que todas
las transacciones se calculan en dólares; pero es que, ni en los bancos, se
puede retirar el dinero suficiente para cubrir las necesidades básicas ya que
la cantidad que le entregan a quienes llegan a retirar su pensión (de
aproximadamente, 2 US$), fluctúa alrededor de los seis mil bolívares, de los
cuales si pueden le entregarán tres mil en billetes de 200 para que después en
la calle, se enterará de que nadie los acepta, ni para comprar algo para comer;
agua no, porque está por las nubes… Ciertamente, llueve inclementemente y luego
con el calor se levantarán olas de zancudos para hacer de las suyas en una
oscura noche a la intemperie…
Sin medicamentos, sin electricidad, y sin gasolina, en las últimas
semanas, la ciudad ha lucido colas interminables de día y de noche, donde los
choferes que esperan surtir sus autos con gasolina, han venido dando vueltas y
vueltas estacionados a lo largo de las aceras de cuadras alrededor de las
estaciones de servicio, hasta 800 vehículos pueden estar día y noche esperando
por gasolina que habrá al final, al llegar se pagará al precio que la suerte les
señale... Los cansados conductores pasan la noche durmiendo sobre sus autos
mientras esperan la llegada del combustible y del sol de la mañana en las
interminables filas de autos alrededor de las gasolineras. Algunos de estos amaneceres después de sudorosas noches, se repiten en
Maracaibo, la segunda ciudad de Venezuela que en su día fue el corazón de la
floreciente industria petrolera nacional.
En Maracaibo, el lunes 30 de septiembre del 2019