Escher y el efecto Droste
Maurits Cornelis Escher
(1898-1972) no había sido un estudiante sobresaliente y sus conocimientos matemáticos formales se reducían a los que tenía de la
educación superior. Una de las principales características de los
dibujos de Escher es la dualidad y la búsqueda del equilibrio, la simetría, el
infinito frente a lo limitado, la utilización del blanco y el negro, donde todo
objeto representado tiene su contrapartida; en junio 5 del 2016 hablamos sobre
sus dibujos: (https://bit.ly/2FPhtXG).
Escher
desafíó las leyes de la perspectiva al crear repeticiones infinitas y
distorsionadas para las que parecía no tener ni los medios ni los cálculos para
completarlas. Para descifrar estos dibujos, el profesor Lenstra identificó lo
que él llamó el efecto Droste. Una imagen que exhibe el efecto Droste
incluye dentro de ella una versión de menor tamaño de sí misma, la que a su vez
incluye en un lugar similar una versión aún más pequeña de sí misma, y así
sucesivamente. El origen del nombre
de este efecto está en el embalaje usado por Droste, una de las principales
marcas alimenticias holandesas,
que comenzó a emplear una imagen recursiva impresa sobre sus envases de cacao en polvo (ver). El efecto Droste no es una idea
reciente; ya había sido utilizado en los vitrales de la edad Media y por Giotto di Bondone en 1320 en su
Tríptico Stefaneschi. Este retablo políptico retrata en su panel
central al Cardenal Jacopo Caetani degli Stefaneschi,
y fue ofrendado en su nombre en la antigua basílica de San Pedro (ver).
Las composiciones de Escher
empezaron a explorar errores de perspectiva en estructuras que, a primera
vista, parecían plausibles, pero que estudiadas más de cerca resultaban
imposibles de crear. Escher comenzó a trabajar en sus ilusiones espaciales, con
edificios en los que las escaleras ascienden a la parte baja y descienden hacia
la alta en un impresionante juego de perspectivas; del mismo modo, las leyes
físicas parecen derrotadas en sus corrientes de agua, que descienden en su
subida para caer en sorprendente cascada hasta la que es su propia fuente. Los biógrafos de este artista
recuerdan la profunda impresión que en él causo su primera visita a España en
1925, y su contacto directo con La Alhambra granadina; en ella, su decoración
geométrica y su característico entrelazamiento presentan no pocos puntos de
contacto con la poética escheriana. Todavía en 1936 Escher volvió a Granada fascinado
como estaba por el arte nazarí.
En 1954, en el Congreso
Internacional de Matemáticos de Amsterdam, se expusieron unos grabados suyos, y
desde entonces mantuvo un diálogo con matemáticos y cristalógrafos como fuente
de inspiración para sus construcciones imposibles, sus ilusiones ópticas y sus
representaciones del infinito. La solución de cómo llevar a cabo estas
construcciones la encontró en el artículo matemático de H.S.M. Coxeter, un
experto en geometría destacando en la teoría de politopos, la geometría no
euclídea, teoría de grupos y combinatoria. (Crystal Symmetry and Its Generalizations”). Las
bandas de Möbius capturaron también la imaginación de M. C. Escher, cuya
pintura “Banda de Möbius II” que muestra a hormigas gateando por una curiosa
superficie sin final ya mostramos en junio del 2016.
En una de estas “composiciones infinitas”, llamada
Galería de grabados (ver),
el dibujante Escher, distorsionó esta repetición sin fin, que rota y se tuerce,
adquiriendo formas imposibles. El impacto de la obra sería perfecto, sino fuera
porque justo en el centro de la imagen, entre las construcciones mediterráneas
y las ventanas de la galería, hay una
mancha circular blanca, un vacío, sobre el que Escher estampó su firma.
La litografía estaba terminada. Era el año 1956. Casi cincuenta años después, un matemático de la Universidad de Leiden en
Holanda consiguió completar la obra.
Arjen Klaas Lenstra (1956) es
un matemático
holandés activo en la criptografía
y la teoría de números
computacional, cuyo resultado
científico más citado es “el primer
algoritmo de tiempo polinomial para factorizar polinomios con coeficientes racionales”. Lenstra publicaría el artículo seminal que
introdujo el algoritmo de reducción de celosía LLL, con Hendrik Willem Lenstra y László Lovász. El hermano de Lenstra, Hendrik Lenstra, es profesor de matemáticas en la Universidad de Leiden y su otro hermano Jan Karel Lenstra es ex director de Centrum Wiskunde
& Informatica (CWI).
La
primera vez que el profesor Hendrik Lenstra se encontró con la litografía de
Escher fue en la revista del avión volando de San Francisco a Amsterdam.
Lenstra aprovechó el viaje para buscar la solución del puzle. “Me
preguntaba qué pasaría si continuaban las líneas hacia dentro. ¿Había algún problema matemático que no se
podía resolver?”, explicó el profesor en una entrevista a
The New York Times. “¿Cómo
podría yo, un matemático, hacer un cuadro como este?”. La respuesta a
estas preguntas no llegó en las horas de vuelo, y Lenstra decidió embarcarse en
una investigación de dos años y para desentrañar el círculo vacío de Galería de
grabados debería descifrar también al propio Escher.
Para encontrar los valores
exactos que Escher había utilizado en la distorsión de sus litografías, el
equipo de Lenstra estuvo meses probando combinando
rotaciones, funciones exponenciales y logarítmicas, junto a reducciones de
tamaño o escala, hasta acertar.
Dos años después, Lenstra y su equipo
resolvían uno de los grandes misterios de uno de los artistas más enigmáticos. Como sucede con la literatura de Borges o la
música de Bach, en la vasta obra de Escher abundan las ideas de infinito y
autorreferencia. Y, aunque a primera vista no lo parezca, estos son los temas
de la litografía Galería de grabados
(Prentententoonstelling), que el maestro acabó en 1956. “Sin embargo”, según palabras de la periodista Beatriz Guillén Torres (The
Objective Media),“la respuesta
siempre había estado ahí: Escher era un genio, dentro de un genio, dentro de un
genio”…
Mississauga, Ontario, sábado 6 de Julio del 2019
No hay fronteras del conocimiento que no linden con el arte. Excelente articulo Jorge. Enviamelo a mi correo.
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