domingo, 30 de diciembre de 2018

“La monstruosa crueldad”


“La monstruosa crueldad”

A propósito de la monstruosa crueldad de los dictadores y de las reacciones del pueblo ante el final de los regímenes tiránicos, Suetonio, en su célebre libro Vida de los Doce Césares, al terminar la primera parte, dice: "Hasta ahora hemos hablado del hombre; hablemos ahora del monstruo". Se refería a  Cayo JulioCésarAugusto Germánico, llamado "Calígula”, el tercer emperador romano quien vivió y reinó muy poco, pero en apenas cuatro años de su reinado, convirtió a Roma en un barril sin fondo para el despilfarro. Murió asesinado a sus 29 años después de creerse un dios durante sus apenas 4 años de poder absoluto, sangre derramada, escándalos sexuales, incestos y un número de ejecuciones, ordenadas algunas, personales otras, casi incalculables. A diferencia del emperador Nerón, quien incendió a Roma y persiguió a los cristianos y al morir con una espada clavada en su cuello dijo "¡Qué artista pierde el mundo!", no hay constancia de que Calígula haya expresado unas últimas palabras, sin embargo fue un gran megalómano, también conocido por creerse Dios y por la devoción a su caballo Incitatus, al que le otorgó un cargo político en el Senado…Como puede verse, lo de los cargos es una mala costumbre que persiste en los tiranos…
  
Se pueden buscar similitudes entre Julio César y Calígula. César fue apuñalado en el 44 a.c.,  por treinta conspiradores liderados por Casio Longino y por Bruto, de quien Shakespeare diría “Ángel era del César”. Calígula, resultó muerto de igual modo, el 24 de enero del año 41, apuñalado en el Monte Palatino por igual número de conspiradores pretorianos y senadores al mando del prefecto Casio Querea de quien Calígula se burlaba llamándolo "afeminado" y "el peor recaudador de impuestos del imperio”, quizá por eso, se dice que la primera puñalada fue la de Querea… Sin embargo, existe una importante diferencia entre ambos personajes. Ante el cadáver de Julio César en la escalinata y la estatua de Pompeyo manchada de sangre, Marco Antonio desplegó un memorable discurso (releer la versión de Shakespeare en su tragedia Julio César en lapesteloca.blogspot.com, https://bit.ly/2SaQoC1), donde al elogiar sus virtudes,  levantó en odio y venganza al pueblo, que se lanzó contra los asesinos. En cambio, el cuerpo yacente y ensangrentado de Calígula habría de desatar una masacre sin destinatarios: la furia y el dolor de sus guardaespaldas germanos fue una especie de contagioso tifón de sangre y acero que despertaría la monstruosa crueldad no sólo contra los conspiradores, sino que cayeron por decenas senadores, funcionarios menores, y hasta simples e inocentes almas que acertaron a pasar cerca…
 
Maximilien François Marie Isidore de Robespierre (Arras, 1758-París, 1794), apodado “el Incorruptible”, abogado, escritor, político francés, que gobernó a su país durante el periodo revolucionario conocido como “el Terror”, había iniciado su carrera como juez penal y defensor de los sectores más desposeídos. Su fama y notoriedad se basaba en su fuerte oposición a la pena de muerte y resultaría electo diputado. Entre 1793 y 1794, decidido a purificara Francia de cualquier opositor a la Revolución, gobernó de forma autocrática, en un período de persecuciones políticas, y continuas ejecuciones, llegando a justificar el uso de la pena de muerte a la que tanto se había opuesto en el pasado. Finalmente, Robespierre fue concentrando cada vez más poder en el Comité de Salvación Pública, hasta cuando soldados opuestos a sus políticas asaltaron el Ayuntamiento de París, donde él y varios de sus allegados se encontraban. Fue herido, arrestado y guillotinado el 28 de julio de 1794, junto a veintiún seguidores. Su muerte terminó con la época de monstruosa crueldad implantada por el régimen de “el Terror”.

Nicolas Ceaucescu y su mujer quienes gobernaron a Rumania durante 24 años con mano de hierro, desarrollarían un culto a la personalidad de ambos insólito en Europa y una represión de monstruosas proporciones. Ceaucescu y su mujer, Elena, vicepresidenta del Gobierno y presidenta de la Comisión de Control del partido, fueron pasados por las armas tras una sentencia condenatoria por delitos de genocidio, demolición del Estado y acciones armadas contra el Estado y el pueblo, destrucción de bienes materiales y espirituales, destrucción de la economía nacional y evasión de mil millones de dólares hacia bancos extranjeros. Los Ceaucescu, eran los dos seres más odiados por el pueblo rumano, y su ejecución se produjo ocho días después de conocerse los primeros datos sobre la salvaje y cruel represión ejercida por las fuerzas especiales y de la policía secreta del régimen en algunas regiones del país. La ejecución de la excelsa e intocable pareja fue anunciada por el Frente de Salvación Nacional (Gobierno provisional que había tomado momentáneamente las riendas del Estado). Todos dictadores, todos muertos para finiquitar sus crueles y monstruosos atropellos contra su pueblo.

Mississauga, Ontario, 30 de diciembre de 2018

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