viernes, 17 de agosto de 2018

“Bufo alvarius”, el sapo psicodélico



“Bufo alvarius”, el sapo psicodélico

El primer psicodélico natural de América Central y septentrional parece haber sido la semilla roja de Sophora secundiflora, pero ahora sabemos que también existe “El sapo de Sonora”, y se ha planteado que  acaso ese animal pueda ser el nuevo psicodélico sagrado mesoamericano… El uso ritual de este potente enteógeno ha emergido en años recientes con fines terapéuticos. El sapo de Sonora posee un poder alucinógeno que según algunas creencias indígenas, proporciona una experiencia divina… 

Xochitécatl es una zona arqueológica localizada en el municipio de Natívitas, en el sur del estado mexicano de Tlaxcala.​ Se trata de un conjunto de monumentos que tienen una importancia singular por constituir uno de los asentamientos más antiguos en el valle de Tlaxcala-Puebla, donde los monumentos y las piezas arqueológicas procedentes de este sitio constituyen una muestra ejemplar del culto a las montañas y a la fertilidad, rasgos muy característicos de las religiones mesoamericanas. Xochitécatl fue el centro ceremonial más relevante a lo largo de aproximadamente nueve siglos. Sus inicios se remontan al Preclásico Medio de Mesoamérica, y fue abandonada por sus habitantes en el primer siglo de la era cristiana, a causa de la erupción del volcán Popocatépetl. La entrada al recinto más sagrado de Tenochtitlan, la majestuosa capital del imperio mexica, está flanqueada por dos ranas sonrientes esculpidas en basalto. Otro sapo de piedra, orondo, de más de un metro de altura, aparece tumbado entre un temascal y la pista del juego de pelota en un yacimiento olmeca de la costa de Veracruz. El friso de los Cuatro Reyes, en un templo maya en Campeche, tiene como imagen central una monstruosa y gigantesca figura con la base de un sapo sentado a dos patas, del que se superponen serpientes, brazos y cabezas humanas.

¿Se trata siempre del mismo animal? Todas estas representaciones de batracios entre las grandes culturas mesoamericanas estarían conectadas y remitirían a una especie en concreto: el Bufo alvarius, un sapo endémico del desierto de Sonora cuyo veneno tiene un potente efecto alucinógeno. Octavio Rettig un cirujano de Jalisco quien desde 2011 trabaja en su uso terapéutico para casos de adicciones, ha llevado a cabo una investigación junto con el cienasta mexicanoamericano Leonardo Bondani, que ha sido plasmada en el documental “OTAC & The Ancient Sacred Medicine Ceremony”.  Según Rettig, la experiencia de probar el Sapo Bufo Alvarius, conocido como “el sapo del amanecer” o “el Sapo DMT”es como él lo expresa: “En estos momentos, hoy, no me siento en facultades de explicarte desde el principio hasta el final, porque no podría decirte donde estuvo el principio y donde el finalEn 15 escasos pero tan profundos e ilimitados minutos… algo increíblemente onírico, una conexión con todo como hasta ahora no había sentido, y ya llevo experiencias vitales en mis espaldas… Esto es lo que puedo contarte, en unos minutos, se apaga la luz y todo desaparece, luego despiertas. En ese espacio de tiempo permaneces en tu subconsciente, ahí es donde todo ocurre.

El filme OTAC & The Ancient Sacred Medicine Ceremony” se transforma en una conmovedora aventura audiovisual reforzada por animaciones envolventes inspiradas por los efectos psicoactivos de esta extraordinaria sustancia. Son fascinantes las historias de un grupo de psiconautas checos que se fusionan con los conocimientos de Stanislav Grof (un erudito de la psicología transpersonal) y el relato de Octavio Rettig, el médico mexicano, especie de chamán moderno que ha facilitado encuentros ceremoniales con el Bufo alvarius para miles de personas alrededor del mundo. A muchos de ellos, esta experiencia les ha cambiado la vida. Originalmente ideado con el simple fin de documentar experiencias, se ha dicho que el filme evolucionó hacia una potente meditación sobre la naturaleza de la consciencia y del ser.

El desierto de Sonora, abarca parte de México, California y Arizona, es la región de donde proviene el “Bufo alvarius”, un sapo endémico que vive diez meses bajo tierra y los otros dos meses, coincidentes con la época de lluvia, sale para hincharse a mosquitos y aparearse. Tras dos meses de intensa actividad nocturna, vuelve a hibernar. Rettig aprovecha esas semanas, justamente para buscar al batracio y “ordeñarlo”, apretando sus glándulas parótidas contra un vidrio. Ese líquido blanco, la bufotenina, se seca y ya está listo para que el experto en esta sustancia, el 5-MEO-DMT, el enteógeno más potente del mundo, se lo suministre a sus clientes.

Maracaibo, 17 de agosto 2018

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