domingo, 4 de febrero de 2018

Pestíferas campañas presidenciales




Pestíferas campañas presidenciales

Las campañas presidenciales son peligrosas. En general, no huelen para nada bien… Estamos viendo  al ex presidente Correa recibir una lluvia de huevos y de basura del pueblo ecuatoriano al correr por las calles en su país, perseguido por sus conciudadanos que no quieren que regrese… Vemos al delincuente Timochenko recibir una lluvia de insultos, calificándolo suavemente de lo que se merece, por el pueblo colombiano que lo repudia nauseoso ante el desafuero de postularse para presidente de Colombia. Recién vimos al ex vicepresidente colombiano del actual gobierno, Germán Vargas Lleras, actualmente en campaña como candidato a la Presidencia de la República por el Movimiento “Ciudadano Mejor Vargas Lleras”, respaldado por sectores políticos, a proferir denuestos contra los venezolanos, insuflado de patriotero populismo… Fíjese usted, no más, en las metidas de patas en las que se embarra…

Germán Vargas Lleras ex vicepresidente de Colombia, quien ocupó ese cargo desde agosto del 2014 hasta marzo de 2017 cuando el Senado aceptó su renuncia, para lanzarse a su campaña presidencial, dijo la semana pasada desde Tibú, municipio fronterizo con Venezuela, que las casas que allí construye el gobierno neogranadino no deben ser entregadas a "venecos", expresión discriminatoria para referirse a ciudadanos venezolanos. Escuchémosle hablar… “No vayan a dejar meter a los venecos por nada del mundo, esto no es para los venecos, no hay un solo lugar en Colombia donde se permita que personas que no sean del país, se beneficien con programas sociales. Así se manifestó el que fuera el vicepresidente colombiano de Juan Manuel Santos. El presidente Santos tuvo que intervenir, delicadamente moderado, para poner fin a las críticas de Vargas Lleras, tanto contra la Cancillería colombiana como a las ofensas que hiciera contra ciudadanos de Venezuela. “El señor Vicepresidente tiene unas funciones específicas, él está encargado de adelantar todo lo que tiene que ver con la infraestructura y la vivienda (...), y la Canciller es la encargada de las relaciones internacionales (...), y así tienen ambos que obrar, de acuerdo a sus fueros. Hago un llamado al respeto en cualquier comunicación con cualquier país y en cualquier circunstancia”, expresó Santos.
 
El ex vicepresidente colombiano del actual gobierno, Germán Vargas Lleras, al exigir que no adjudiquen viviendas de interés social a ciudadanos colombianos que hayan vivido en Venezuela o a sus hijos con nacionalidad venezolana, nos obliga a recordar La Explosión de Cali. Una historia triste, que pareciera desconocer el candidato presidencial de Colombia, hoy en campaña. La historia se refiere a un obsequio venezolano hecho a Colombia en 1957, cuando una explosión en Cali, causó miles de víctimas y gran cantidad de damnificado, desastre ocurrido el 7 de agosto de 1956 en el centro de la ciudad de Cali, por la explosión de seis camiones civiles acompañados por el ejército cargados con 1053 cajas de dinamita provenientes de Buenaventura que transportaban 42 toneladas de explosivo plástico gelatinoso, que se iban a emplear en la construcción de carreteras en el departamento de Cundinamarca. En 1956 la ciudad de Cali contaba con 400.000 habitantes, de los cuales 4.000 fallecieron a causa de la explosión, y otros 12.000 más quedaron heridos; este incidente ocurrió durante el gobierno del presidente Gustavo Rojas Pinilla, quien atribuyó la tragedia a la oposición, que había firmado el pacto de Benidorm (que derivaría en la creación del "Frente Bacional").  La tragedia tomaría entonces tintes políticos. Tal y como sucede actualmente con la espantosa tragedia y mortandad de los venezolanos que llega y toma tintes de politiquería insólitos y podemos presenciar asqueados a politicastros preparándose para precipitadas campañas presidenciales…

La Unidad Residencial República de Venezuela es uno de los famosos “superbloques” donado a Colombia, por Pérez Jiménez que era el presidente de Venezuela, y se puede ver en la fotografía, emergiendo en el terreno donde se levantó que fue igualmente donado por el médico venezolano Adolfo Bueno Madrid, (se los muestro en una fotografía) quien era un reconocido galeno que había atendido a Juan Vicente Gómez con cateterismos uretrovesicales para aliviar su “vejiga diabética” y otros padecimientos prostáticos infecciosos. El doctor Bueno Madrid debió exiliarse en Colombia tras el golpe de Estado de octubre de 1945, contra Isaías Medina Angarita, y allá en Colombia se dedicó al negocio inmobiliario. Formalmente las viviendas las erigió y adjudicó el Banco Obrero de Venezuela, gratuitamente a los beneficiarios. La realidad es que uno de los edificios que debía haber sido construido en la parte oeste de Caracas en lo que ahora es el muy conocido complejo residencial “23 de enero”, el llamado bloque No 8, no existe, y el motivo es precisamente debido a que ese complejo residencial de 140 apartamentos fue entregado a los sobrevivientes de la tragedia de Cali, tras quedar sin sus hogares, donado a Colombia por el presidente de la república de entonces, Pérez Jiménez. Como dice mi primo hermano, que oiga quien tenga oídos, aunque uno teme ya que todo parece indicar que hemos de proseguir “¿quousque tándem?”, padeciendo ante esta la cáfila de truhanes que aspiran a seguir en sus campañas presidenciales, expoliando la pobre patria venezolana.

Maracaibo 5 de febrero 2018

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