Félix
Pifano Capdevielle
Félix
Pifano Capdevielle (1912-2003), con Enrique Tejera Guevara, y Arnoldo Gabaldón fueron
los pilares de la Medicina Tropical de Venezuela. Pifano es descrito como un hombre
de pequeña estatura, cabeza inclinada hacia un flanco, de hablar pausado y tranquilo.
Félix Pifano ocupó un asiento a mi derecha en el Consejo de la Facultad de Medicina, mientras a mi izquierda se
encontraba el Dr. Jacinto Convit; situación ésta que se daría semanalmente
durante más de una década, entre los años 1984 a 1996, época cuando me tocó
dirigir el Instituto Anatomopatológico de la Universidad Central de Venezuela. Una
suerte del destino para quien conocía el valor de ambos profesores, directores
de institutos de Medicina Tropical y de Dermatotología, sin duda una circunstancia
impresionante el poder compartir semanalmente a izquierda y derecha, con dos
titanes de la medicina venezolana. Por eso que querido aprovechar el discurso
del Dr. Rafael Muci-Mendoza del 28 de abril de este año 2017, y publicado en la Gaceta
Médica de Caracas (2003, 111:323-330), para resumir la historia de Félix Pifano
para el conocimiento de quienes no hayan tenido la suerte de conocerlo personalmente
y/o no hayan podido leer la conferencia del doctor Rafael Muci-Mendoza.
Félix Pifano nació en una casa de la Calle Real en la aldea
capitalina de San Felipe, en el Estado Yaracuy, el 1º de mayo de
1912. Para aquel entonces el Estado Yaracuy tenía 75 mil habitantes, de los
cuales, 86 % era rural y San Felipe contaba con 2.500 habitantes. Su padre era italiano,
su abuelo francés y sus bisabuelos vascos. Carmelo Pifano, su padre, conoció en
San Felipe a Josefina Capdevielle con quien se casó. Félix estudió en la escuela
“Padre Delgado” y luego en el “Colegio Montesinos” que fue cerrado en 1926 y el
joven tuvo que emigrar hacia Barquisimeto, para estudiar con los Hermanos Cristianos
de La Salle. Allí estudió y el Hermano Atanasio, su profesor de biología fue quien
en su decir, quien “estableció su mentalidad biológica”, y el Hermano Luciano
quien le dio “formación matemática”. Al decir de Rodríguez Cárdenas, su amigo
del alma, quien le retrató hermosamente “Félix era menudo, pequeño y delgado.
Padecía de un quebranto que le deformaba el cuello y miraba las cosas con ojos
asustadizos”. A los 17 años, en julio de 1929, obtiene su título de Bachiller
presentando un trabajo sobre “Serpientes
ponzoñosas del Estado Yaracuy”. Se lo enviará al Profesor Afranio Amaral,
entonces Director del instituto Buntantán de São Paulo y algunos años más
tarde, cuando Pifano lo visitó para conocerlo personalmente, él le dijo “Guardo
con celo el trabajo sobre serpientes venenosas que su padre me envió hace
cierto tiempo”, y Pifano le respondió, – “No, no fue escrito por mi padre; fue
escrito por mí”. El año 1929 se muda para Caracas a inscribirse en la Facultad
de Medicina.
Tocaba el bandolín con soltura y en su infancia había tomado clases
de piano con la señorita Eugenia Artiles, de esta manera, en el Teatro
Principal de Caracas, tocaba el piano para amenizar los cuadros mudos del
cinematógrafo prodigaba, interpretando valses criollos y merengues. El cargo de
profesor de biología en el Liceo San José de Los Teques en 1932 fue una ayuda
más a su apretado presupuesto. En 1934 cuando se abren los concursos para los
monitores de Clínicas Médica, Obstétrica y Quirúrgica en el Hospital Vargas de
Caracas, se inscribiría en las de Clínicas Obstétrica y Médica ganando ambos
concursos, cargos que mantiene hasta 1935. A los 23 años, el 27 de julio de
1935, obtiene el título de Doctor en Ciencias Médicas con una investigación
dirigida por el doctor Enrique Tejera e intitulada, “Contribución al estudio etiopatogénico y clínico del emponzoñamiento
ofídico en Venezuela”. Designado Jefe de Servicio de Medicina Interna del
Hospital San Agustín de San Felipe, permanecerá allí entre 1936 y 1939. En el
pueblo yaracuyano de Guama conoce a Angelita Cordido, y se casará el 18 de
noviembre de 1936. Tendrán entonces sus cuatro hijos, Edmundo, Hernán, Alicia y
Emilia. En 1936, el doctor Enrique Tejera Guevara es designado Ministro de
Sanidad y crea la División de Malariología a cuya cabeza coloca al doctor
Arnoldo Gabaldón. Pifano lo acompañará a ver el trabajo de la Fundación
Rockefeller en Costa Rica y el Canal de Panamá. A su regreso, será designado
Jefe de Campaña en los Valles de Yaracuy y es provisto de un laboratorio para
conocer en detalle la endemiología regional.
El Ministerio contratará al doctor Martin Mayer, Director de
Cursos Internacionales del Instituto de Medicina Tropical de Hamburgo, y se funda
para él un Departamento de Investigaciones Científicas. Pifano trasladado a
Caracas, acompañará al insigne Mayer hasta su muerte 12 años más tarde. Desde
1939 trabaja con el patólogo alemán doctor Rudolf Jaffé en el Hospital Vargas
de Caracas y da clases de Clínica Médica en el Servicio del doctor José María
Ruíz Rodríguez. En enero de 1941, la Universidad Central de Venezuela (UCV)
llama a concurso para la Cátedra de Medicina Tropical fundada desde 1926 por el
doctor Tejera, y Pifano, a instancias de Fernández, se inscribe como aspirante
para sustituirlo, y será elegido profesor titular comenzando el 1º de febrero
de 1942 el diploma que lo reconoce estaba firmado por el doctor Arturo Uslar
Pietri, a la sazón Secretario de la Presidencia de la República durante el
gobierno constitucional del General Isaías Medina Angarita. Pifano insistirá en
la creación de un Instituto de Medicina Tropical, sugerencia que se hará realidad
durante el gobierno constitucional de Don Rómulo Gallegos. Allí
se estudiarán patologías como la Schistosomiasis
mansoni, amibiasis, Tripanosomiasis cruzi y rangeli, lehsmaniasis
tegumentaria y visceral, micosis profundas, parasitosis intestinales,
accidentes por animales ponzoñosos, toxoplasmosis, toxocariasis y tantas otras.
En 1962, luego de revisarse el status específico de la Leishmania brasilensis productora en Venezuela de un cuadro clínico
completamente distinto y de poder antigénico diferente al de la leishmaniasis
tegumentaria clásica, el agente fuera llamado Leishmania brasiliensis pifanoi…
Luego
de 50 años en la Cátedra el 21 de junio de 1981 pasa a ser Director del
Instituto de la UCV. Participó en múltiples comisiones del Consejo de la
Facultad de Medicina y fue Decano de la misma por un período. Su oposición a la
tiranía perezjimenista le valió la suspensión de su salario y el exilio voluntario
el corazón atónico del chagásico crónico, le lleva al Instituto de Cardiología
de México donde se asoma a la Mesa de Morgagni y verá abscesos hepáticos
amebianos del lóbulo izquierdo con muerte por taponamiento cardíaco;
diagnósticos que en Caracas valdrían para la salvación de muchas vidas y el
alivio de muchas penas y dolores. Desde el instituto de Medicina Tropical le
tocaría al brillante maestro ver como comenzaría el derrumbe del trabajo que
durante años se había hecho con tanto esfuerzo en la Medicina Tropical. Su
extrema vejez con la reclusión forzosa le hizo vivir de sus recuerdos y sus
sueños no realizados. Le toco percibir el retroceso a la marginalidad y el
primitivismo. El 1º de agosto de 2003, a los 91 años con meses, fallecería
Pifano ante el desplome de la salubridad pública, en el repunte de la
malnutrición de niños y adultos, en el ascenso de enfermedades endémicas y
epidémicas, en la destrucción de las redes primarias de atención, en el
genocidio hospitalario de cada día, que ha llevado a nuestra patria a la situación
que actualmente se padece.
Maracaibo, 7 de mayo del año 2017
Excelente reseña, que suerte de sentarte entre titanes por tanto tiempo.
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