miércoles, 12 de octubre de 2016

Aventuras de un escosés en América ( I )




AVENTURAS DE UN ESCOSÉS EN AMERICA ( I )

Hace unos días, en el diario Panorama de Maracaibo, apareció un artículo sobre un general escocés, Gregor MacGregor, valiente prócer de la Independencia venezolana, cuyos restos reposan en el Panteón Nacional. Un amigo me lo hizo llegar, pues se acordó de mi primo hermano Ernesto García MacGregor, muy conocido reumatólogo y escritor local, pensando que yo tenía escoceses en mi familia. Le di las gracias diciéndole que familiarmente lo escosés mío sería por el whisky, pero como soy muy refranero, insistí en que me caía “como pedrada en ojo de boticario”… Es que tenía ya casi listo un artículo para el blog sobre el Reino de los Misquitos en la costa atlántica de Nicaragua y como verán, la historia de nuestro prócer la finalizaré por esos rumbos. Desde mi primera visita a la patria de Sandino en 1988 y luego en 1989, especialmente conversando como mi amiga y colega Vilma Perez-Valle, aprendí muchas cosas sobre Nicaragua-Nicaragüita, supe de volcanes, de Bluefields,del río San Juan y el reino de los Misquitos, y como estoy terminando de releer la novela Una y mil muertes de Sergio Ramírez se mezcló McGregor con los reyes moscos, así que me vi obligado a separar los temas y dejar a los reyes para otra ocasión.

Gregor MacGregor nació en Edimburgo (Escocia) en diciembre de 1786. Su infancia transcurrió en su ciudad natal, donde asistió a la escuela primaria, luego a la academia de Laing y posteriormente al internado de Taylors, donde permaneció hasta 1800. Su padre, Daniel MacGregor, antiguo capitán de la East India Company, murió en 1794, y Gregor con sus dos hermanas, fueron puestas bajo el control de un curador y educados por la madre Ann Austin, con ayuda de parientes. Se hizo soldado de la Armada Británica a los 16 años, era lo más temprano que se podía y sirvió a partir de marzo de 1803 en el Regimiento 57, siendo promovido en febrero de 1804 a teniente. Por su matrimonio con María Bowater, huérfana de un almirante británico, en junio de 1805, se volvió rico y avanzó rápidamente en su carrera. En agosto de 1805 se le nombró capitán y jefe de compañía. Estudió un tiempo entre 1808 y 1809 química y ciencias naturales en la Universidad de Edimburgo y fue contratado por el Mariscal William Carr Beresford para el servicio militar portugués, el que tuvo que abandonar poco después, no obstante, vivió luego en su ciudad natal de Edimburgo con un supuesto título nobiliario portugués hasta 1811 cuando murió su esposa y MacGregor perdería el apoyo social y financiero de su familia.

MacGregor, atraído por los acontecimientos que ocurrían en América llegaría a Caracas en 1811 con el grado de coronel. Pronto sería  incorporado al ejército del General, Francisco de Miranda, como su ayudante, participando en la Campaña de Valencia ese año, y en 1812 contra las operaciones de Domingo de Monteverde. Se desempeñó también como comandante de caballería siendo ascendido a General de Brigada. Se casó en Caracas con Josefa Antonia Lovera prima del Coronel Simón Bolívar. Al perderse la Primera República MacGregor se escapó hacia Curazao en compañía de su esposa y con el Coronel Bolívar pasó a Nueva Granada. De Cartagena pasó a la villa del Socorro, donde en 1812 ponen bajo su mando 1.200 hombres para que los adiestre. Con ellos pasa a Santa Fe de Bogotá en el sur de la provincia y con el General Custodio García Rovira tomó las ciudades de Pamplona y Cúcuta, recibiendo el nombramiento de Jefe de las tropas de Pamplona, Socorro y Tunja. MacGregor se dirigirá a Cartagena en 1815, plaza asediada por el Gral. Pablo Morillo, MacGregor viajará a Haití y se une a Bolívar en la preparación de la Expedición de Los Cayos, en la cual participó. En el desembarco de Campano, el 1ro. de junio de 1816, con los Generales Santiago Mariño y Manuel Piar, situación en la que Bolívar nombrará a MacGregor Presidente del Consejo de Guerra con sus consecuencias.  

En aquellos días en 1815 MacGregor estuvo en las murallas de Cartagena para defenderla de Pablo Morillo. En 1816 participó en la primera expedición de Los Cayos (Haití) organizada por el Libertador Simón Bolívar quien en 1816 nombrará a MacGregor General de División. Después del desastre de Ocumare en julio de 1816, con un puñado de valientes penetró en los valles de Aragua y emprenderá una larga marcha para unirse a Manuel Piar, José Francisco Bermúdez y José Tadeo Monagas en los llanos de Oriente. El Gral. MacGregor tomó el mando de los restos de la expedición, unos 600 hombres, teniendo a Soublette como segundo, decididos a retirarse hacia el Oriente venezolano, en lo que se llamó la Retirada de los Seiscientos. Se produce una confusión en Ocumare, las naves corsarias deciden irse y Bolívar tuvo que embarcarse, perdiéndose el armamento. La campaña de MacGregor sigue hacia los llanos centrales y en Quebrada Honda combate el 2 de agosto, derrotando nuevamente a Quero. El Brigadier Francisco Tomás Morales intensificará la persecución de MacGregor hasta Chaguaramas, desviándose para enfrentarlo en Aragua de Barcelona, donde se encontraba el Coronel Rafael López y creyendo que MacGregor huía, salió a enfrentarlo, produciéndose la batalla de El Alacrán, el 6 de septiembre de 1816, triunfando MacGregor. Teniendo la vía libre, ocupó Aragua de Barcelona, mientras Morales ha avanzado hacia El Juncal, ya que Barcelona había sido ocupada por los Jefes patriotas orientales. Como Piar tenía más jerarquía que MacGregor, tomó el mando, y con las divisiones de este, la de Monagas y la de Pedro Elías Freitas, además de la suya, sumó unos 1300 patriotas para hacerle frente al realista Francisco Tomás Morales, quien venía decidido a atacar a MacGregor. Al enterarse Morales de los movimientos de Piar, en vez de seguir a Barcelona tuerce hacia el sitio de El Juncal, a unas cuatro leguas de Barcelona, donde acampó.

Entonces Piar decidió atacarlo, y salió de Barcelona en la tarde del día 26 de septiembre, y el 27, a las 8 de la mañana, comenzó en enfrentamiento. A dos horas de encarnizada refriega no había vencedores ni vencidos. Los patriotas peleaban con bravura. Mac Gregor con la infantería luchaba con fiereza, mientras Judas Tadeo Monagas atacaba la retaguardia enemiga. Morales será derrotado en una acción donde la carga decisiva estuvo de parte del General MacGregor, ya que Piar había abandonado el campo, presumiendo una derrota. Ante el acoso patriota, los españoles derrotados escaparán en dirección a Clarines. Piar adquiere en esta batalla más renombre del que ya poseía, sus hombres le respetaban ciegamente. Todo esto produjo malestar en el resto de los oficiales a lo cual hay que añadir que el carácter arrogante de Piar era irreconocible, de manera que Gregor MacGregor, Judas Tadeo Monagas, Pedro Zaraza y Manuel Cedeño manifestaron su descontento, ante la arrogancia con que el General Piar llegó a tratarles, haciéndolos sentirse subestimados. Bolívar, por su parte, había ascendido a MacGregor a General de División. El asunto llegó a extremos imprevistos, de tal manera que Monagas se negó a seguir bajo sus órdenes y MacGregor molesto ante la arrogancia de Piar, decidió retirarse para siempre de Venezuela, para no volver más durante la lucha de la Independencia y marcharía a los Estados Unidos, desde donde le escribirá a Bolívar pidiéndole que venga a Venezuela ya que es el único que puede conducirlos a la victoria. 

En Filadelfia, MacGregor se reúne con revolucionarios venezolanos, como Pedro Gual y Lino de Clemente, entre otros y continúa con sus ideales de revolución y libertad, por lo que meses después, el 29 de junio de 1817 tomará la isla Amelia, en la Florida, proclamando “la libertad de las Floridas”, e iniciando la organización de la República de Las Floridas, hasta la aparición de corsarios y aventureros, de manera que 63 días después claudica y se retira, terminando su viaje en Londres. En 1820 MacGregor llegará a la isla de Margarita, donde será nombrado diputado ante el Congreso Constituyente de Cúcuta en Colombia, pero en vez de incorporarse al mismo, seguirá su viaje hacia la isla de San Andrés con un grupo de 250 mercenarios combinó sus fuerzas con la escuadra del corsario Aury y desde allí, atacaron la ciudad española de Portobelo en el istmo de Panamá. Pero debido a la fuerte defensa, no consiguió su objetivo. Aun así, MacGregor no cejó en su empeño guerrero y unos meses más tarde lo veremos fondeando ante las costas de Nicaragua y de Honduras. Las costas de la Mosquitia estaba desolada, se habían ido de la zona la mayoría de los colonos europeos debido a la insalubridad de la región y a su bajo interés económico. MacGregor llegó básicamente a aquel territorio donde solo existían sus habitantes originarios y se encontrará para su sorpresa con una dinastía de reyes. Se dice que MacGregor habría firmado un tratado con el rey de la Costa de Mosquitia, George Frederic Augustus I, quien le habría cedido 122.000 km2 para la colonización del territorio de la Serrania de Payas, entre Trujillo y el Río Sico, supuestamente por dos botellas de whiskey. Aunque no existe documento alguno que confirme las aseveraciones de MacGregor, respecto al intercambio con el rey George Frederick, MacGregor se autodenominó cacique de Poyais y retornó a Inglaterra, donde se dedicaría a vender acciones de una corporación, la Compañía de la República de Poyais, la que contaba con su propia constitución, su moneda y bandera.

Fin de la Primera parte de AVENTURAS DE UN ESCOSES EN AMERICA.
Maracaibo 12 de octubre del año 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario