sábado, 15 de octubre de 2016

Andrzej Wajda y Katyn





Andrzej Wajda  y  Katyn

El destacado cineasta polaco Andrzej Wajda, cuya carrera entre un gobierno comunista represivo y una audiencia ansiosa de libertad le otorgó el reconocimiento internacional y un premio Oscar honorario, falleció a los 90 años el pasado domingo 10 de octubre. Considerado como uno de los cineastas más relevantes de la Escuela Polaca de Cine Andrzej Wajda trabajó hasta el final de su vida. Su última película, “Afterimage”(basada en la vida del artista polaco de vanguardia Wladyslaw Strzeminski, perseguido por negarse a seguir la línea del partido comunista durante la era estalinista), fue seleccionada el mes pasado como la representante oficial de Polonia para la categoría de mejor cinta extranjera en la próxima entrega de los premios Oscar. Wajda recibió el año 2000 un Oscar honorario por su trayectoria. Fue un hombre cuyas películas han marcado en todo el mundo el punto de vista de un artista sobre historia, democracia y libertad, y él mismo se convirtió en un símbolo de valentía y esperanza para millones de personas en la Europa de la postguerra.

Hijo de un oficial de caballería polaco que fue asesinado a comienzos de la Segunda Guerra Mundial en la Masacre de Katyn, Wajda combatió en el ejército polaco frente a los nazis cuando todavía era un adolescente. Tras la guerra, estudió pintura en la Academia de Bellas Artes de Cracovia antes de entrar en la Escuela Nacional de Cine en Łódź. Siguiendo a su admirado Aleksander Ford, Wajda tuvo la oportunidad de dirigir su propia película, A Generation (1955), donde expresó su desilusión sobre la utilización de una política exterior agresiva (jingoísmo), creando a un joven héroe al estilo de James Dean (su alter ego) interpretado por Zbigniew Cybulski. En sus dos siguientes películas, desarrollaría el tema antibélico de A Generation: Kanal (1956) y Cenizas y diamantes (1958), interpretadas por el mismo actor Cybulski. Desde entonces, Wajda filmaría obras de contenido alegórico y simbólico, y ciertos símbolos (fuego encendido en copas de licor, representando la llama del idealismo juvenil extinguido por la guerra) serán recurrentes en sus películas.

Siguiendo a su admirado Aleksander Ford, Wajda tuvo la oportunidad de dirigir su propia película,  A Generation (1955), donde expresó su desilusión sobre utilizar una política exterior agresiva (jingoísmo),  creando a un joven héroe al estilo de James Dean (su alter ego) interpretado por Zbigniew Cybulski. En sus dos siguientes películas, desarrollaría el tema antibélico de A Generation: Kanal (1956) y Cenizas y diamantes (1958), interpretadas por el mismo actor Cybulski. Desde entonces, Wajda filmaría obras de contenido alegórico y simbólico, y ciertos símbolos ( fuego encendido en copas de licor,  representando la llama del idealismo juvenil extinguido por la guerra) serán recurrentes en sus películas. En 1967, Cybulski murió en un accidente de tren, y el director articuló su pena en su película más personal, Everything for Sale (1969). A finales de los años 70 sus películas se hicieron famosas por su reflexión sobre el malestar político de su país. Wajda devoto del movimiento polaco del sindicato Solidaridad, filmaría El hombre de marmol (1976) y El hombre de hierro (1981), con Lech Wałęsa líder de Solidaridad haciendo de sí mismo en la segunda. Las películas llevaron al gobierno polaco a ilegalizar la productora de Wajda. A comienzos de los noventa, fue elegido senador y director artístico del Teatro Powszchny de Varsovia. Otras películas suyas son Lotna (1959); Los brujos inocentes (1960); Lady Macbeth de Siberia (1962); Paisaje después de la batalla (1970); La línea de sombra (1976); Las señoritas de Wilko (1979); Danton (1982); Wielki Tydzien (1995); Pan Tadeusz (1999); Zemsta (2002). Continuó dirigiendo películas sobre la Segunda Guerra Mundial, The Crowned-Eagle Ring de 1933 y en Holy Week de 1966. En 1997, Wajda filmaría  Miss Nobody, un drama de la relación entre tres adolescentes. En los premios Óscar del 2000, fue galardonado con un Óscar Honorífico  que donó a la Universidad Jaguelónica de Cracovia. Filmaría Wyrok na Franciszka Kłosa, Przerwane milczenie y La venganza, todas en 2002. En febrero de 2006, Wajda recibió un Oso de Oro honorífico por toda su carrera en el Festival de Cine de Berlín. 

El año 2007 Wajda filmaría Katyn, filme que rememora como en septiembre de 1939 Polonia fue invadida por las tropas de Hitler por el Oeste y por el Este por el Ejército Rojo. En la primavera de 1940, por orden de Stalin, 22.000 oficiales polacos fueron asesinados de un tiro en la nuca y enterrados en fosas comunes. En Katyn, un bosque cercano a Kiev, en Ucrania. La película narra los últimos días de estos oficiales, de sus familias y de su angustia. Rusia sólo reconoció la autoría de este horrendo crimen en 1990, tras la caída del comunismo. Antes se lo había atribuido a los nazis. En el Festival de Cine Polaco de Gdynia, Wajda dictó una clase magistral e inauguró una exposición de fotografías que retratan los rodajes de sus últimas producciones. Las que lo involucran en el set de Kátyn conmueven, no debe olvidarse que entre los veintidós mil soldados polacos asesinados por orden de Stalin se encontraba su padre, el teniente Jakub Wajda, quien lo había enseñado a montar a caballo y a dibujar; Andrzej Wajda tenía 13 años cuando ocurrió la masacre que este film relata y no supo muy bien que sucedió con su padre durante muchos años. El descubrimiento de la masacre precipitó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre la Unión Soviética y el gobierno polaco en el exilio en Londres en 1943. La Unión Soviética negó las acusaciones hasta 1990, cuando el gobierno de Borís Yeltsin reconoció que el NKVD fue responsable de la matanza y su encubrimiento y entregó los documentos desclasificados.

El 27 de julio del 2013, en este blog publiqué un trabajo con el título de “Actualización de la ficción y la realidad para el año 2013” donde relataba lo que sucedería con Lech Aleksander Kaczyński (Varsovia1949-Smolensk 2010), quien ejercía el cargo de Presidente de la República de Polonia desde 2005, y lideraba, junto con su hermano gemelo idéntico Jarosław, el partido político conservador Ley y Justicia. Kaczyński falleció durante un vuelo de Varsovia a Smolensk, al estrellarse el avión en el que viajaba, un Tupolev Tu-154 para participar en un homenaje en memoria de las víctimas de la Masacre de Katyn. En el accidente murieron los noventa y seis pasajeros, entre ellos su esposa Maria Kaczyńska, 8 miembros de la tripulación, la cúpula militar polaca con  el jefe del Estado Mayor y los comandantes en jefes de los Ejércitos de Tierra, Mar, Aire y Fuerzas Especiales, el gobernador del Banco Central, el Defensor del Pueblo, varios viceministros, miembros del Parlamento, una delegación del Gobierno, su gabinete político, prelados de la Iglesia Católica y otros altos cargos. Desapareció toda la élite del poder en Polonia en lo que se ha denominado ya como "la maldición de Katyn". Existen hipótesis de que los Servicios Secretos rusos derribaron el avión porque Lech era un político molesto para los intereses de la capital moscovita. La investigación de las cajas negras descartó un fallo en el aparato y se piensa que la causa del accidente fue la desobediencia del piloto a la torre de control del aeropuerto militar de Smolensk (Rusia) negándose a abortar un aterrizaje por mal tiempo. En enero del 2012 se conoció un intento de suicidio de un fiscal militar polaco que investigaba el accidente aéreo. Tras la trágica muerte del presidente Lech, en el accidente de aviación, su hermano Jaroslaw intentó catalizar el duelo nacional y se presentó como candidato a la presidencia de la República frente a Bronisław Komorowski, presidente en funciones pero perdió las elecciones el 4 de julio del mismo año.

Maracaibo, 16 de octubre del año 2016

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