jueves, 2 de junio de 2016

Volpi nos habla de Bolaño




VOLPI  NOS  HABLA  DE   BOLAÑO

Retazos de un ensayo de Jorge Volpi del año 2003, sobre la obra del escritor Roberto Bolaño, y la literatura latinoamericana.

  “antes de morir, Bolaño alcanzó a entrever, con la ácida lucidez que lo caracterizaba, que estaba a punto, a casi nada, de convertirse en un escritor famoso pero, aunque era consciente de su genio —tan consciente como para despreciarlo—, quizás no llegó a imaginar que muy poco después de su muerte, que también entreveía, no sólo iba a ser definido como «uno de los escritores más relevantes de su tiempo», como «un autor imprescindible», como «un gigante de las letras», sino también como «una epidemia» y como «el último escritor latinoamericano». Pero así es: murió Bolaño y murieron con él, a veces sin darse cuenta —aún hay varios zombis que deambulan de aquí para allá—, todos los escritores latinoamericanos. Lo digo clara y contundentemente: todos, sin excepción”…  

…“Por supuesto aún hay escritores nacidos en los países de América Latina que siguen escribiendo sus cosas, a veces bien, a veces regular, a veces mal o terriblemente mal, pero en sentido estricto ninguno de ellos es ya un escritor latinoamericano sino, en el mejor de los casos, un escritor mexicano, chileno, paraguayo, guatemalteco o boliviano que, en el peor de los casos, aún se considera latinoamericano”… …“en la fría y acogedora ciudad de Bogotá. Treinta y ocho escritores (falta uno de los invitados) listos para discutir sobre un tema soso y vano como el futuro de la literatura latinoamericana, signo evidente de que los organizadores del encuentro no saben que, desde la muerte de Bolaño, la literatura latinoamericana ya no tiene futuro sino sólo pasado, un pasado bastante elocuente y rico, todo hay que decir”...

… “Cuando Los detectives salvajes vio la luz en 1998, la literatura latinoamericana se hallaba plenamente establecida como una marca de fábrica global, un producto de exportación tan atractivo y exótico como los plátanos, los mangos o los mameyes, un decantado de sagas familiares, revueltas políticas y episodios mágicos —cosa de imitar hasta el cansancio a García Márquez—, que al fin empezaba a provocar bostezos e incluso algún gesto de fastidio en algunos lectores y numerosos escritores”… … “Esta novela mexicana escrita por un chileno que vivía en Cataluña fue ávidamente devorada por los menores de cuarenta, quienes no tardaron en ensalzarla como un objeto de culto, como un nuevo punto de partida, como una esperanza frente al conformismo mágicorrealista, como una fuente inagotable de ideas, como un virus que no tardó ni diez años en contagiar a miles de lectores que por fortuna no estaban vacunados contra la escéptica rebeldía de sus páginas”…

… “Murió Bolaño y a los pocos meses nació 2666, su obra más ambiciosa y vasta y arriesgada, su maldición y su herencia. Pese a su estado más o menos inconcluso (imagino que Bolaño habría pulido sus páginas hasta cansarse), es una de las novelas más poderosas, perturbadoras e influyentes escritas en español”… … “Y esto es así porque apenas han pasado tres o cuatro años desde su publicación; porque, como Bolaño sabía cómo lo sabía Nietzsche, su obra fue escrita con la certeza de que sería póstuma; porque lectores y escritores y críticos apenas han comenzado a saquear sus cavernas, a remover sus arenas, a desbrozar sus tierras, a desecar sus marasmos, a civilizar sus selvas, a alimentar a sus fieras, a clasificar a sus artrópodos, a vacunarse contra sus plagas, a resistir sus venenos. Y porque, como su título anuncia, 2666 fue escrita como una bomba de tiempo destinada a estallar, con toda su fuerza, en 2666.  Lástima que, como él, nosotros tampoco lo veremos”.

 (Jorge Volpi, en “Bolaño, epidemia” 11 de julio de 2013)

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Jorge Luis Volpi Escalante (Ciudad de México, 10 de julio de 1968) es un escritor mexicano miembro de la denominada generación del crack. Licenciado en Derecho por la UNAM, donde obtuvo el grado de maestro en Letras Mexicanas, también se doctoró en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca. Su producción novelística se inició con A pesar del oscuro silencio (1993), La paz de los sepulcros (1995), El temperamento melancólico (1996) y las novelas cortas Días de ira (1994), Sanar tu piel amarga (1997) y El juego del Apocalipsis (2000). su novela En busca de Klingsor (Seix Barral, 1999), obtuvo varios premios, inició una llamada Trilogía del siglo XX. El fin de la locura (Seix Barral, 2003) y No será la tierra (Alfaguara, 2006). Su obra se ha traducido a 25 idiomas. Con La tejedora de sombras —novela sobre Christiana Morgan y su relación con el fundador de la Clínica Psicoanalítica de Harvard, Henry Murray—Jorge Volpi  obtuvo el Premio Planeta-Casa de América 2012.

Maracaibo, 3 de junio del año 2015

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