domingo, 28 de diciembre de 2014

La microscopía electrónica en Venezuela. PRÓLOGO de un libro.





     LA MICROSCOPÍA ELECTRÓNICA EN VENEZUELA

PRÓLOGO 

El doctor José Antonio Serrano me propuso que prologara este libro el cual resume casi sesenta años de trabajo y dedicación de mucha gente que vivió y padeció en diversos laboratorios de Venezuela, las dificultades que conlleva hacer investigación de calidad con el uso del microscopio electrónico (ME). En la propuesta original, cada uno de los investigadores convocados debería expresar su opinión sincera sobre sus vivencias y reseñar brevemente la productividad en los sitios donde había trabajado. En principio, este cometido se ha cumplido a cabalidad, con la lamentable ausencia de quienes no existen ya para conversar con nosotros o de quien por estar fuera del país, no ha podido hacerlo. 

Quien escribe este, lo hace, con la intención de complementar los esfuerzos de José Antonio Serrano al convencernos de que valía la pena resumir la historia de los laboratorios de ME en Venezuela, de sus gentes, y de manera similar la suerte de algunos equipos que comenzarían a llegar a nuestro país cuando recién estaba el doctor Fernández Morán iniciando sus estudios en Suecia, y me estoy refiriendo a la intención de avanzada del Rector Jesús Enrique Losada en el Zulia, de haber logrado un ME para su Alma Mater ya en el año 1948.  Después de su labor en el IVNIC Fernández Morán fue execrado del país por motivos políticos y personales, y no obstante todas las vicisitudes que le tocó padecer en sus reiterados intentos por regresar a su patria como investigador, al final de sus días, sus palabras no expresaron rencor sino optimismo "…El haber pasado por este valle de lágrimas, no me ha dejado confuso y desamparado, pues intuyo límites incandescentes donde otros ven barreras…" 

Haber organizado éste libro, en una época tan difícil como la que está viviendo nuestro país, creo que es un logro que sin duda va precedido por una gran dosis de optimismo. No obstante, algunos detalles que pueden parecer menores permanecen silentes aunque algunas veces estos hayan conspirado para que los estudios en ultraestructura no hayan siempre llegado a feliz término. Curiosamente el trabajo de investigación con el ME en Venezuela, cual si se mantuviese siempre en un territorio de disparatadas dificultades, emulando la desproporcionada historia de “El brujo de Pipe”, parece haber estado signado por inconvenientes de todo tipo. 

El caso del Laboratorio de ME del Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo, ha sido expuesto en el informe correspondiente, y ante la destrucción de los equipos que estaban bajo la tutela del Servicio de Patología, la denuncia formalmente planteada, como se describe, quedó sin resolverse. La manera como la Sección de ME del IAP de la UCV fue intervenida en el año 1997 por una supuesta denuncia sobre contaminación ambiental, y como la Dirección de ese Instituto manejó la situación de enfermedad de su personal administrativo, llevaron a la apremiante jubilación de quien escribe, García Tamayo quien en esa condición, obligado a buscar ayuda en el ME de la Universidad Simón Rodríguez fuera de la ciudad de Caracas, terminaría por abandonar 30 años de trabajo en ultraestructura para dedicarse a la inmunohistoquímica.

Cuando “situaciones laborales” generaron la salida del doctor Serrano del CME de la ULA, para poder continuar realizando investigaciones en el campo de la ultraestructura bacteriana afortunadamente pasó a la Unidad de Ultraestructura del Departamento de Patología de la Facultad de Medicina de la ULA en el Hospital Universitario de los Andes y fue en esa época cuando salió de Mérida invitado por la Universidad Lisandro Alvarado del Estado Lara para la creación de la Unidad de Investigación en Ultraestructura. Diversas publicaciones entre los años 1982 y 1988, realizadas por el Dr. Serrano y sus colaboradores, en la unidad, por él creada en la UCLA dan cuenta de esos años de trabajo. Así mismo, es importante el resaltar que bajo la dirección del doctor Palacios Prū y de la doctora Rosa Virginia Mendoza el CME de la ULA continuaría la obra iniciada por los Drs.  Julio M. Sosa y José A. Serrano.

Entre 1991 y el año 2000 los esfuerzos de la Lic. Auristela Sánchez de Mirt en la Universidad Experimental Francisco de Miranda provocaron un despertar del interés por la investigación en ultraestructura en el Estado Falcón, no obstante, problemas relativos al mantenimiento de los equipos y de otra índole, pueden denominarse laborales, pero, obligaron a la Lic. Sánchez de Mirt a dejar su cargo. 

El deterioro de los equipos de microscopía electrónica sin estos poder haber sido reemplazados, han llevado a situaciones de paralización como ha sucedido en el Laboratorio de la Facultad de Odontología  de la UCV, así como en otros laboratorios existentes en universidades e institutos del país. 

Cualquiera de los ejemplos señalados previamente son situaciones puntuales si se examina el caso de la doctora Susan Tai y su labor en la Universidad de Oriente (UDO). El año 1982, la Dra. Susan Tai fundó el Centro de Microscopía Electrónica del Núcleo Sucre de la UDO con un ME de barrido, un ME de transmisión (1986), y un ME de emisión de campo, analítico, para 1987 y ese año, el Centro de ME pasó a ser el Instituto de Investigaciones y Ciencias Aplicadas (IIBCA) de la UDO. La doctora Tai logró los recursos para que estos equipos se ubicasen en una edificación nueva con cubículos diseñados para albergar los cursantes de un postgrado de Maestría y Doctorado y sus conexiones nacionales e internacionales facilitaron la formación de más de una docena de jóvenes profesionales quienes ahora algunos son excelentes técnicos o investigadores en diversos campos de la ultraestructura. La doctora Susan Tai, organizó la Conferencia Atlántica de ME en Mérida, el año1992 la cual fue todo un éxito con la asistencia del Dr. Fernández Morán. Las “situaciones laborales” de la doctora Tai la mantuvieron como personal administrativo de la UDO. Nunca pudo gozar del privilegio de ser personal docente y de investigación. Cuando tuvo que abandonar el país, lo hizo dejando toda una obra en el campo de la ultraestructura que nunca ha recibido el merecido reconocimiento. 

Debo confesar que finales del pasado siglo XX, embargado por la preocupación de ver que la productividad de los ME en el país había estado siempre muy por debajo de la cuantiosa inversión realizada, me dirigí al CONICIT, en comunicación enviada a la Lic Lucy Bujanda para solicitarle al Directorio un estudio sobre este negativo fenómeno. En esta comunicación les sugería que fuese precisamente el Dr. Ernesto Palacios Prū, en su condición de ex -presidente de la Institución, quién pudiese servir como árbitro de esa investigación. Quien esto escribe, se enteró por medio  de la doctora Elena Ryder, quien para esa época, hacia parte del Directorio del CONICIT, que  dicha carta fue discutida, mas, nunca se llegó a tomar una decisión sobre lo planteado en ese documento.

Quien escribe este prólogo, se ha permitido el haber  vuelto sobre algunas situaciones que no han sido muy afortunadas en el desarrollo de las investigaciones con el ME en Venezuela, pero no obstante, lejos de deprimirnos éstas deberán señalarnos que vale la pena reconocer nuestras fallas, no olvidarlas para poder avanzar mejorando. Hace años solíamos decir que “cada defecto es un tesoro” en el sentido de que debemos usar nuestras fallas para aprender de nuestros errores y mejorar hacia el futuro. En este sentido, siento que este libro ayudará a crear expectativas y estimulará el interés sobre todo cuanto podemos hacer para proseguir haciendo investigación de calidad con el ME, en nuestro gran país, Venezuela.
Jorge García Tamayo

En Maracaibo, Edo. Zulia, Octubre del año 2010.

Prólogo del libro" La microscopía electrónica en Venezuela" Orígenes y desarrollo. Dr José A. Serrano Coordinador. Edit: Consejo de Estudios de Postgrado de la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela. 2010.

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