miércoles, 6 de agosto de 2025

Un curioso manuscrito

 

Hay un manuscrito de renombre mundial, que está lleno de ilustraciones de plantas exóticas, estrellas y figuras humanas misteriosas, además de muchas páginas escritas en un idioma desconocido. Hasta ahora la obra ha desconcertado a estudiosos y criptógrafos. Sobre este manuscrito ya hablamos en este blog en 2017 (https://surl.li/oozuvh).

El manuscrito Voynich es un libro ilustrado, de hace unos 500 años en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible. Hasta febrero de 2014 ninguno había conseguido descifrar una sola palabra. El nombre del manuscrito se debe al especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió en 1912.

Atanasio Kircher(1602-1680) un sacerdote jesuita, políglota, erudito, estudioso orientalista, de espíritu enciclopédico fue uno de los científicos más importantes de la época barroca quien destacó por su estudio sobre la lengua copta y su aplicación al desciframiento de los jeroglíficos egipcios y conocía a Georgius Baresch (1585-1662) un alquimista checo, que también trabajaba en la corte de Rodolfo II de Praga(Viena, 1552-Praga, 1612), donde Jacobus Sinapius (1622), era el responsable de la biblioteca del emperador.

Tras la muerte de Baresch, el manuscrito pasó a manos de su amigo Johannes Marcus Marci, rector de la Universidad Carolina de Praga. En una carta, Marci (1665), le ofrecería el manuscrito para su descifrado y menciona que fue adquirido por el emperador Rodolfo II de Bohemia (1552-1612) por 600 ducados de oro. La carta menciona luego que en la corte de Rodolfo II se creía que el autor del manuscrito era Roger Bacon (el fraile franciscano que vivió entre 1214 y 1294).

La hipótesis sobre la autoría de Roger Bacon condujo a Voynich a concluir que la única persona que pudo vender el manuscrito a Rodolfo II, fue John Dee (1527-1608), un matemático y astrólogo de la Corte de Isabel I de Inglaterra. El libro tiene alrededor de 240 páginas de pergamino. Para evitar extravíos posteriores, el padre Theodore C. Petersen lo fotocopió en 1931, repartiendo dichas copias entre varios investigadores interesados en su estudio e intento de traducción.

En 2009, en la Universidad de Arizona demostraron, mediante la prueba del carbono 14, y con una fiabilidad del 95 %, que el pergamino del manuscrito podía datarse entre 1404 y 1438. En febrero de 2014, Stephen Bax, profesor de la Universidad de Bedfordshire (Reino Unido), anunció haber descifrado el manuscrito en forma parcial.

El año 2016, un ingeniero ruso en radiotécnica militar, llamado Nikolái Anichkin, aseguró haber descifrado el célebre manuscrito de Voynich, escrito en un idioma hasta hoy absolutamente desconocido. Anichkin dijo que la obra es una descripción de las plantas halladas en Asgard, una región en el actual territorio de Omsk, en Siberia. En esta región de Rusia, se supone que existió un templo de 2.133 metros, del que hoy sólo quedan las ruinas y pasajes subterráneos, que habría sido destruido, en el año 1530. Al analizar los alfabetos eslavos, Anichkin halló un idioma aún más antiguo y con las mismas características que las letras del manuscrito de Voynich.

El ingeniero ruso de radiotécnica militar Nikolái Anichkin al afirmar haber descifrado un manuscrito misterioso señaló que estaba escrito en un idioma desconocido denominado por él, voynichés. El investigador contó al periódico ruso Moskovsky Komsomolets' que había analizado el sistema de señas utilizado para componer el manuscrito de Voynich, lo que le había hecho creer que el texto si tenía sentido. El ingeniero analizó unos alfabetos eslavos buscando semejanza con el sistema de señas del manuscrito y consiguió encontrar un idioma más antiguo que tenía casi las mismas características que las letras de la obra misteriosa.

Según Anichkin, varias cantidades de símbolos del alfabeto utilizado para descifrar el manuscrito se corresponden a una letra del voynichés. Utilizando la clave el ingeniero cree haber descifrado palabras como 'cáñamo', 'ropa de cáñamo', 'comida', 'beber', 'seis' y otras. Anichkin utilizó los diccionarios publicados en Internet que, según él, no tienen bastante léxico.

Otros datos usando la tecnología de datación por radiocarbono ha determinado que la fecha de elaboración del manuscrito es el siglo XV, mientras el lugar más probable de origen del texto es el norte de Italia. El libro fue denominado así por el comerciante de libros polaco Wilfrid Voynich, que compró la obra en 1912.

Existen varias versiones sobre el autor del texto, el idioma y la función de la obra. Según el científico estadounidense Terence McKenna el autor más creíble debería ser John Dee, matemático, astrólogo, alquimista y ocultista inglés consultor de la reina Isabel I. John Dee fue un notorio matemáticoastrólogoocultistanaveganteconsejero de la reina Isabel I de Inglaterra quien dedicó gran parte de su vida al estudio de la alquimia, la adivinación y la filosofía hermética. Por sus conocimientos que abarcan diversas disciplinas es considerado un polímata. Según McKenna, la obra, además de todo, contiene información sobre las características medicinales de varias plantas desconocidas por la ciencia en aquel entonces.

Como los alquimistas eran considerados herejes por la Iglesia, cuenta McKenna que, no podían publicar sus investigaciones en idiomas conocidos y tenían que cifrar sus textos. El científico dice que el manuscrito pudo ser escrito en este idioma artificial basándose probablemente en el galés, idioma conocido por John Dee. McKenna afirma que un análisis de los diarios de John Dee, cifrados de una manera similar, podrían ayudar a resolver el misterio del manuscrito de Voynich.

En Maracaibo, para lapesteloca, el miércoles 6 de agosto del año 2025

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