Hay un
manuscrito de renombre mundial, que está lleno de ilustraciones de plantas
exóticas, estrellas y figuras humanas misteriosas, además de muchas páginas
escritas en un idioma desconocido. Hasta ahora la obra ha desconcertado a estudiosos
y criptógrafos. Sobre este manuscrito ya hablamos en este blog en 2017 (https://surl.li/oozuvh).
El manuscrito Voynich es un libro ilustrado, de hace unos 500 años
en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible. Hasta febrero de
2014 ninguno había conseguido descifrar una sola palabra. El nombre del
manuscrito se debe al especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió
en 1912.
Atanasio Kircher(1602-1680) un sacerdote jesuita, políglota, erudito, estudioso
orientalista, de espíritu enciclopédico fue uno de los científicos más
importantes de la época barroca quien destacó por su estudio sobre la lengua
copta y su aplicación al desciframiento de los jeroglíficos egipcios y conocía
a Georgius Baresch (1585-1662) un alquimista checo, que también trabajaba en la
corte de Rodolfo II de Praga(Viena, 1552-Praga, 1612), donde Jacobus
Sinapius (1622), era
el responsable de la biblioteca del emperador.
La hipótesis sobre la autoría de Roger Bacon condujo a Voynich a
concluir que la única persona que pudo vender el manuscrito a Rodolfo II,
fue John Dee (1527-1608),
un matemático y astrólogo de la Corte de Isabel I de Inglaterra. El libro tiene alrededor de
240 páginas de pergamino. Para evitar extravíos posteriores, el padre Theodore
C. Petersen lo fotocopió en 1931, repartiendo
dichas copias entre varios investigadores interesados en su estudio e intento
de traducción.
En 2009, en
la Universidad de Arizona demostraron, mediante la prueba del carbono 14,
y con una fiabilidad del 95 %, que el pergamino del manuscrito podía datarse
entre 1404 y 1438.
En febrero de 2014, Stephen Bax, profesor de la Universidad de
Bedfordshire (Reino Unido), anunció haber descifrado el manuscrito en forma
parcial.
El año 2016, un
ingeniero ruso en radiotécnica militar, llamado Nikolái Anichkin, aseguró haber
descifrado el célebre manuscrito de Voynich, escrito en un idioma hasta hoy
absolutamente desconocido. Anichkin dijo que la obra es una descripción de las
plantas halladas en Asgard, una región en el actual territorio de Omsk, en Siberia.
En esta región de Rusia, se supone que existió un templo de 2.133 metros, del
que hoy sólo quedan las ruinas y pasajes subterráneos, que habría sido
destruido, en el año 1530. Al analizar los alfabetos eslavos, Anichkin halló un
idioma aún más antiguo y con las mismas características que las letras del
manuscrito de Voynich.
El ingeniero ruso de
radiotécnica militar Nikolái Anichkin al afirmar haber descifrado un manuscrito
misterioso señaló que estaba escrito en un idioma desconocido
denominado por él, voynichés. El
investigador contó al periódico ruso Moskovsky Komsomolets' que había analizado el sistema de
señas utilizado para componer el manuscrito de Voynich, lo que le había hecho
creer que el texto si tenía sentido. El ingeniero analizó unos alfabetos eslavos buscando
semejanza con el sistema de señas del manuscrito y consiguió encontrar un
idioma más antiguo que tenía casi las mismas características que las letras de
la obra misteriosa.
Según Anichkin,
varias cantidades de símbolos del alfabeto utilizado para descifrar el
manuscrito se corresponden a una letra del voynichés. Utilizando
la clave el ingeniero cree haber descifrado palabras como 'cáñamo', 'ropa de
cáñamo', 'comida', 'beber', 'seis' y otras. Anichkin utilizó los diccionarios
publicados en Internet que, según él, no tienen bastante léxico.
Otros
datos usando la tecnología de datación por
radiocarbono ha determinado
que la fecha de elaboración del manuscrito es el
siglo XV, mientras el lugar más
probable de origen del texto es el norte de Italia. El libro fue denominado así
por el comerciante de libros polaco Wilfrid Voynich, que compró la obra en
1912.
Existen varias
versiones sobre el autor del texto, el idioma y la función de la obra. Según
el científico estadounidense Terence McKenna el autor más
creíble debería ser John Dee, matemático, astrólogo, alquimista y ocultista
inglés consultor de la reina Isabel I. John Dee fue un notorio matemático, astrólogo, ocultista, navegante y consejero de
la reina Isabel I de Inglaterra quien dedicó gran parte de su vida
al estudio de la alquimia, la adivinación y
la filosofía
hermética. Por sus conocimientos que abarcan diversas disciplinas es
considerado un polímata. Según McKenna, la obra, además de todo, contiene
información sobre las características medicinales de varias plantas
desconocidas por la ciencia en aquel entonces.
Como los
alquimistas eran considerados herejes por la Iglesia, cuenta McKenna que, no
podían publicar sus investigaciones en idiomas conocidos y tenían que cifrar
sus textos. El científico dice que el manuscrito pudo ser escrito en este
idioma artificial basándose probablemente en el galés, idioma conocido por John
Dee. McKenna afirma que un análisis de los diarios de John Dee, cifrados
de una manera similar, podrían ayudar a resolver el misterio del manuscrito de
Voynich.
En Maracaibo, para lapesteloca, el miércoles 6 de agosto
del año 2025
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