jueves, 21 de octubre de 2021

El León de la Cordillera

 

El León de la Cordillera

Este relato lo iniciaré en el páramo de Tuñame: aunque la data histórica en buena parte la extraje de un artículo publicado por Maite Araujo el 18/07/2018, quiero regresar con mis recuerdos a los páramos trujillanos en las inmediaciones de Jajó, para dedicarle estas letras a Abilio Briceño Paredes, quien fuera un gran histotecnólogo y el primer técnico en microscopía electrónica del IAP-UCV. Abilio falleció hace ya unos meses pero estará siempre presente en mi recuerdo, con Elizabeth y sus hijos, cuando les acompañábamos a visitar su tierra natal, y ya en Jajó, disfrutábamos del clima y la belleza del páramo de Tuñame; hace ya muchos años…

El General Juan Bautista Araujo (1833 –1898) fue un caudillo militar trujillano que era apodado el León de la Cordillera. El León era un hombre sencillo, era hijo de Mercedes Araujo y hablaba con el último de sus peones sin ser soberbio o prepotente, tenía hijos y ahijados por todos los caminos…

Al León no lo intimidaban la visita de “los Doctores de Mérida” y “los Generales que le enviaban desde Caracas”. Tenía mucha tropa ya que contaba con todos los peones de sus fincas, en la de Los Baptista sus hermanos y en las otras de todos sus amigos. Tenía el apoyo no solo en Trujillo en Mérida y en San Cristóbal donde todos los hacendados eran araujistas o baptisteros es decir godos, simpatizantes de la oligarquía conservadora y enemigos de los liberales amarillos.

Participó en la Guerra Federal (1859-1863), la Revolución Azul (1868-1870), la Revolución Reivindicadora (1879) y la Revolución Legalista (1892); estuvo presente en todos estos conflictos armados que se dieron en Venezuela durante el siglo XIX.  El León de la Cordillera, era el prototipo del caudillo regional y aunque políticamente Araujo fue asociado con la oligarquía conservadora, por su prestigio personal y autoridad los gobiernos liberales se vieron en la necesidad de pactar con él.

Se inició en el ejército del general José Escolástico Andrade en defensa del gobierno contra las tropas de la Federación (1859-1863). Posteriormente, apoyaría la Revolución Azul (1868-1870) y al asumir Antonio Guzmán Blanco el poder en abril de 1870, mantuvo un foco de resistencia en el occidente país (1870-1871).

 

Con Guzmán Blanco en la presidencia, Araujo se retira a Jajo a trabajar la tierra. Pero será por poco tiempo y más pronto que tarde veremos al León enfrentando a los liberales, dándoles pelea en Lara contra los ejércitos triunfantes, mientras tanto ocurre la invasión de Trujillo por el General Daboín y el establecimiento del gobierno liberal del General Inocencio Carvallo. Al regresar Araujo al estado Trujillo, pronto derrotará al régimen liberal y se hará fuerte en la capital lo que obliga a Guzmán Blanco a ordenar al general Venancio Pulgar el envió de tropas para pelear contra los conservadores trujillanos. El León se bate en retirada hasta Trujillo al cual pone Pulgar en asedio. Después de dura lucha Araujo se va a Colombia donde se asila.

En Chinacota el León vivirá su destierro. En 1875, después del terremoto ocurrido en Cúcuta, el 18 de Mayo de 1875 Araujo observa una conducta ejemplar al auxiliar las autoridades prestando seguridad para las víctimas; se opone al saqueo y a la matanza. Estando a punto de ser asesinado, organizó un grupo de voluntarios e impuso el orden como sabía hacerlo y gracias a las acciones tomadas por Araujo el gobierno de Colombia lo nombró como general activo de su ejército.

Guzmán Blanco viendo el cariz que tomaban las cosas y el prestigio que crecía alrededor del caudillo, después de la Revolución Reivindicadora (1879), Guzmán Blanco buscó granjearse su simpatía y decide aliarse con Araujo, con el objeto de lograr su incorporación en la causa de abril y con su ayuda, pacificar el estado Trujillo. En ese sentido, envía al General Santana Saavedra para buscar una reconciliación. Saavedra le ofrece garantías y luego de entrevistarse, lo nombra jefe militar del distrito La Cordillera, y le ofrece el gobierno del Estado Los Andes cuya creación entraba en los planes del presidente, además le concede el grado de General.

En 1879, Araujo ocupará la presidencia del estado Trujillo y en 1880, al ser sustituido en el cargo por el general Rosendo Medina, se le otorga el grado de general en jefe de los Ejércitos de Venezuela. Entre los años de 1882 y 1883, fue presidente del Gran Estado de los Andes. En 1892, apoya la Revolución Legalista encabezada por Joaquín Crespo. El partido araujista cubrió toda la región andina y fueron sus integrantes más distinguidos del Táchira, el General Cipriano Castro y el Doctor y General Carlos Rangel Garbiras.

Esta influencia duró hasta 1892 al ocurrir la aventura continuista del Presidente Andueza Palacios, al prolongar éste su periodo presidencial, cuenta con el apoyo araujista más sus contrarios cuentan con Leopoldo Baptista, su sobrino, quien trataría de convencer al León. Araujo acorralado por los argumentos gira instrucciones a sus subalternos de la renuncia a la jefatura del partido y la libertad para que siguieran el camino que creyesen mejor.

Unos años más tarde, en 1897, Araujo se postularía a la presidencia del Gran Estado de los Andes, pero perdió ante el general Espíritu Santo Morales, tras lo cual estuvo decidido a dar paso a nuevos actores políticos y se retiró a la vida privada en su hacienda de Jajó. El poderoso partido araujista de Los Andes quedaría desmantelado. El León Juan Bautista, rompería la espada de oro que le regalo Andueza Palacios y se retiraró a los páramos de Tuñame en las montañas vecinas a Jajó. Es esta la historia del León de la Cordillera el gran Caudillo Trujillano.

Maracaibo, jueves 21 de octubre del año 2021

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