viernes, 12 de marzo de 2021

Kamchatka

 

Kamchatka

La península rusa de Kamchatka está  ubicada a unas ocho horas en avión de Moscú, hacia el este, y tiene unos 160 volcanes, de los cuales 29 de ellos se encuentran activos en un área de 472.300 km². La cadena de volcanes es tan importante que en 1997 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Pero más allá de la imponencia por su actividad volcánica, Kamchatka se ha convertido en un manantial de nuevos minerales, que los científicos han ido estudiando en los últimos años.


 

Los volcanes de Kamchatka "apenas" tienen un millón de años de su aparición, lo que explica su alta densidad y la constante actividad de estos. Investigadores de la Universidad de San Petersburgo anunciaron en la ladera del volcán Tobalchick, que se encuentra en actividad, el hallazgo de la petrovita, un mineral que puede ayudar a abaratar los costos de la producción de las baterías eléctricas. Otro mineral nuevo descubierto en Kamchatka en 2016 es el nataliyamalikite.

Para el geólogo John C. Eichelberger, profesor de la Universidad de Alaska Fairbanks y autor del libro "Volcanismo y subducción en la península de Kamchatka", la actividad volcánica en Kamchatka resulta por varios fenómenos: forma parte de la zona de subducción que prácticamente rodea el Océano Pacífico, conocida con el nombre de “Anillo de Fuego del Pacífico", y existe el movimiento de subducción, que es el complejo movimiento de las placas terrestres que confluyen en esta región de la tierra, a una velocidad un "poco mayor" de lo que ocurre en otros sitios del planeta.

Hay otro ingrediente que se une para que haya una proliferación de nuevos minerales debido a sus fuentes de agua caliente y lugares donde ocurren fenómenos termales. Hay una gran presencia de vapor de agua en la ladera de los volcanes. Los gases y minerales que están en lo profundo de la tierra son extraídos por la actividad de los volcanes y se mezclan con el agua a una temperatura extremadamente alta. Esa particularidad en “el valle de los géiseres”, es única en el mundo. Sin embargo, un deslizamiento de tierra causado por la constante actividad volcánica de la zona causó la desaparición de este lugar en 2007. 

 

Joël Brugger, profesor de Geociencia en la Universidad de Monash, en Australia relata como: "Tomamos varias muestras de los vapores que constantemente emergen en la zona cercana al volcán Avacha esperando conseguir muestras de talio, un mineral pesado que se utiliza especialmente para hacer venenos y que se puede ver especialmente en los vapores que emiten estos volcanes"… Cuando los análisis fueron enviados a los laboratorios de la universidad en Australia, una de las analistas -Natalja Malik, descubrió, en un microscopio electrónico, que había una nueva composición mineral en las muestras distintas al talio y por ella se le dio el nombre a “el nataliyamalikite”.

 


Stanislav Filatov, el líder de la investigación, en una publicación dada a conocer por la Universidad de San Petersburgo, encontró que dentro de las formaciones había unas composiciones que en sí mismo contenían, entre otros elementos, una inusual presencia de oxígeno. "El átomo de cobre en la estructura cristalina de la petrovita tiene una coordinación inusual y muy rara, con siete átomos de oxígeno"…"La petrovita tiene una estructura porosa que en su interior está conecta por canales, que, al ser atravesados por pequeños átomos de sodio, tiene potencial para la conductividad de las baterías de iones", señaló Filatov.

El Bolshaya Udina es un estratovolcán ubicado en el centro del grupo montañoso Kliuchevskoi en la península rusa de Kamchatka. Ivan Kulakov, también director adjunto del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia de Ciencias de Rusia, explicó que el principal problema con el Udina es la acumulación de materiales que ha venido sufriendo a lo largo de los siglos. El volcán Bolshaya Udina, se creía extinto en la península de Kamchatka, pero entró nuevamente en actividad. No sabe cuándo fue la última vez que entró en erupción, pero ahora los expertos temen que podría producir un evento "similar" al que destruyó Pompeya y Herculano hace casi 2.000 años.

Según una investigación publicada en el Journal of Volcanology and Geothermal Research, las primeras señales se detectaron el año pasado, cuando tras varios trabajos reportados, se constató una actividad sísmica inusual debajo de la montaña. De acuerdo con el estudio, entre octubre de 2017 y febrero de este año se detectaron más de 2.400 eventos sísmicos, lo que contrasta con los 100 que se reportaron entre 1999 y 2017.

Maracaibo, viernes 12 de marzo, del año 2021

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