martes, 21 de abril de 2020

De cuando, hasta carne había…


De cuando, hasta carne había…

Ahora que tristemente están de moda los virus, traer el tema como producto de reflexiones sobre el virus del papiloma, escrito en los lejanos años de nuestra ya casi olvidada democracia, puede sonar disparatado, por demás fuera de contexto y hasta incómodo… Pero escrito está, existe y además, está publicado. El texto es parte de mi novela “La Peste Loca” (Maracaibo,1998). De manera que, con algunos mínimos cambios puntuales, me estoy atreviendo a publicar hoy este asunto que trata sobre virus de animales y de humanos ( me imagino oírles decir como El Chavo del ocho “vuelve el perro arrepentido…), y sé que lo hago hoy día en un país al presente depauperado, con escasez de agua, ausencia de gasolina, cortes de electricidad y cada vez menos comida, todo esto después de 21 años de haberse establecido una formal depredación oficialmente en medio de la sumisión de Venezuela a un país extranjero (aunque sea una isla) y hoy para colmo de males en medio de una pandemia… ¡En este año 2020, imagínese lector hasta donde hemos llegado! Aquí voy, pues…

El VPH es un virus que se asocia al cáncer del útero, cáncer que mata anualmente a decenas de mujeres venezolanas. El VPH es un virus que se transmite por contacto sexual y es primo hermano del virus causante de las verrugas de la piel, ¡sí!, esas que llaman cadillos. El virus (VPH) se mete en la piel y provoca tumores como pequeños coliflores y estos se ven en los órganos genitales y se contagian, y en la piel los denominan condilomas. Se ven en los genitales externos de las mujeres, frecuentemente cuando ellas están embarazadas, corrientemente si las mujeres son muy pobres... Resulta que, mientras más pobre y más hambreada sea una ciudadana, mientras más joven haya comenzado a tener marido, por las circunstancias de la vida, o si acaso la muchacha se hizo promiscua, entonces es cuando más chance tiene de que le salgan los coliflorcitos, o lo que es lo mismo, que el VPH le ataque sus genitales. Puede que el ataque del virus sea porque le bajen las defensas, posiblemente por el hambre... Existe también el virus del papiloma de los bovinos, con las siglas VPB, y también produce coliflores, pero en las tetas de las vacas, en la verga de los toros, en sus ojos, en la lengua de las vacas, o en la vulva de las novillas. Ese virus es tan contagioso que a los carniceros les pueden crecer verrugas como coliflorcitos en sus manos por lavarse poco las manos y andar manoseando la carne contaminada. ¡La jaiba esa es contagiosa! ¡Ve pues! Por eso te contaba todo esto, porque nosotros fuimos con los veterinarios de finca en finca, para ver becerros paralíticos por la rabia que les transmiten los vampiros, y nos encontramos con el VPB y el negocio de las vaquillas infectadas con un virus importado. No sé si me entenderéis, ¡el virus del papiloma bovino!

Entonces fue cuando supimos de una cantidad de marramucias que habían hecho una cuerda de políticos y sus amigos quienes transformaron los virus en un negocio redondo. No solo el diputado que le formó el peo al Ministro de Agricultura y Cría para que le devolvieran todo el dinero de un gran lote de vacas enfermas que había importado, él estaba en el negocio del ganado papilomatoso, pero además de él, estaban muchos otros, poderosos y hasta pelagatos, todos con apoyo desde arriba, y se acomodaron. Como el berrinche del diputado y el peso del partido, o de la mano poderosa, desde lo alto, se llenaron de dólares en el negocio de las vaquillas, infectadas e importadas. Ahora le han revendido al Ministerio, al MAC, sí, toda esa millonada de animales importados y enfermos Y después, los que no han revendido, los han llevado a los mismos mataderos, lotes y lotes de ganado enfermo y los están vendiendo a precios muy jugosos, un negocio redondo, y los ciudadanos, nos los estamos, poco a poco, ¿sabéis que? ¡Comiendo!

Quizás uno de los casos más grotescos es el de los testaferros del marido de Doña Carmen Lola Urian, quienes con el apoyo del Presidente y sus adláteres han gozado un bolón comprando y vendiendo con sus riales o con los del gobierno, ganado enfermo en la rosca de lo que llaman los cambios diferenciales. Este señor y tantos otros de su entorno, de frente y sin rubor, o utilizando testaferros, él y sus beneficiarios desde hace muchos años, vienen haciendo negocios que a diario les producen millones de bolívares porque se dan en dólares y se multiplican en la leche de sus vacas Holstein, o en la carne de sus novillas llenas de coliflores. ¡Las sanas y las enfermas!... ¡Pero bueno!, y el MAC, o el MOP, ¿o el MIN? ¿No habrá un control de tipo sanitario? ¿Control agropecuario? ¿Un qué se yo qué, para supervisar este relajo?, ¿no habrá algo así en el país? Sí. Lo peor del caso, es que sí lo hay. Pero en este caso, como en tantos otros, no le han parado ni una micra al control obligado. Son guapos y apoyados. La estación cuarentenaria de Paraguaná está siendo burlada a diario por cientos de cabezas de ganado que están llegando al occidente del país. Lo mismo ocurre con lotes de vacas que entran por Guanta, por Puerto Cabello, por Coro, por Barcelona, por Santa Bárbara y hasta por el mismísimo puerto de la Guaira. Aquí para uno estar fino y suave negociando ganado, lo que tiene que tener es el apoyo de la cúpula. ¿Me seguís? Vos sabéis quienes son los de la cupulita, esa especie de pústula maligna recadiana encumbrada. Basta tener un poco de imaginación y facilidades para tracalear. Además, si vos estáis conectado o asociado con un musiú, bueno así sí que estáis hecho, en dulce...

Es que no hay control sanitario, ni agropecuario, ¡aquí no hay nada!, son unos vergatarios, se ganan una millonada de dólares, préstamos millonarios les consiguen con una palanqueada, y así como introducen el ganado enfermo, meten sus maquinarias y tractores, lo que a vos se te ocurra, como arroz picao, como sorgo, sin ningún freno, sin trabas ni control. Es el negocio de un grupúsculo que rodea a ciertos Ministros y se nutre en la propia cúpula del palomar. ¿Qué ocurre? Blanca paloma de gentil plumaje. Sucede que cuando venimos un grupo como el nuestro, y ve estas cosas y las denuncia porque se enfurece, y señala las irregularidades, no por los negocios aduanales, no por el otorgamiento de divisas, ni por los préstamos agroindustriales jamás pagados, ¡no todo sale de Recadi!, no, yo me estoy refiriendo a una cosa que es vox populi. Algo que se sabe pero nadie lo dice, o sea, yo estoy hablando del problema de los venezolanos que sin saberlo estamos comiendo carne de animales enfermos, de ganado verrugoso, infectado con ese virus contagioso. Los venezolanos consumiendo ganado canceroso o tumorigénico, comprado enfermo, revendido y vendido de nuevo en los mataderos...

El mismo virus, o un primo-hermano del que está asociado al cáncer que se ve en el cuello del útero, y causa la muerte por cáncer en nuestras mujeres. Cuando detectamos estas cosas, cuando las denunciamos y fuimos ante las autoridades y lo dijimos... ¿Sabéis cómo nos denominaron? Nos dijeron, subversivos, desestabilizadores, renegados, detractores del sistema. ¿Cómo te parece? Vos entonces analizáis las cosas, y no te cabe la menor duda, de que estamos viviendo uno de los quinquenios más bochornosos de nuestra historia patria. Uno se mantiene esperando una nueva decepción, deposición, a cada paso, y no es ya el bozal de arepa, es saber que existen un sinnúmero de sinvergüenzas vividores y el gobierno les tapa sus horrores, les otorga divisas, los enriquece hasta un estado anonadante para que sigan en la sangría infamante, quien lo diría… ¿Pero, y vos?, recibís los informes de tu gente, de los veterinarios, de los médicos, del peón de la hacienda, todos lo saben y te lo dicen, las vaquillas que están vendiendo para el consumo de los conciudadanos están repletas de tumores; hasta los tequeteques están, con lesiones virales, llenas de papilomas, full de pequeños coliflores en los genitales, en los ojos, la boca, y la nariz, y…¡Es contagioso coño!

Lo denunciamos y nada aconteció. Esos vivianes ahora las venden, jovencitas, buscando las que están menos deformes, para que no se noten los coliflorcitos, para que el MAC las compre y así no habrá problema alguno, ¡porque el MAC es el gobierno! Terneritas, tiernas, tumororigénicas, templando el cacho a lo largo y lo ancho del país, en Lara, en Acarigua, en Barcelona, en la Sabana de Maturín, se están sacrificando con la velocidad de un rayo para ocultar brócolis, o los coliflores. ¿Que esto parece una película de Spielberg? ¿Qué George Lucas se quedó pendejo? ¿Pura imaginación? ¡No mijo! Es uno de los muchos artilugios de la corrupción. ¿Dónde están los culpables? ¿Cómo es que el gobierno permite y les da facilidades para que se enriquezcan sus amigos repartiéndoles a los venezolanos la carne de los vacunos llenos de virus cancerígenos? ¡Vos tenéis que saber quiénes son ellos! Vos lo sabéis, claro que vos conocéis a todos los que están en este güiro. Lo hacen por ganarse unos centavos que transforman en dólares sin que les importe un comino la salud del pueblo. Ellos son los que están saqueando al país y han acabado hasta con las reservas internacionales. De bola que todos los conocen, pero nadie se atreve a denunciarlos; todos los políticos en este juego parecen caimanes de un mismo pozo, por eso yo te digo diputadoVos que conocéis la importancia estratégica de la planicie de Maracaibo, a vos te seleccionamos como nuestro diputado, así que vos que si sabéis muy bien cómo ha llegado a suceder todo esto, como fue que llegó toda la riqueza del país a las manos de ese grupito que impúdicamente se regodea en el poder… Pero yo sé que desde hace muchos años, vos, ¡hasta viajáis con ellos!, ¡sois cómplice!, vos todo lo sabéis, sí, y yo tan solo me pregunto, ¿cuándo te iréis a definir?, ¡mi querido diputado!...

Maracaibo, martes 21 de abril, del año 2020

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