viernes, 27 de mayo de 2016

Novelas sobre política en el corazón del África




DE  NOVELAS  SOBRE TEMAS  POLÍTICOS
EN El CORAZÓN NUBLADO  DEL ÁFRICA

El valor de las novelas políticas reside principalmente en que permite reconstruir con detalle los escenarios donde se decide el destino de los pueblos y, al mismo tiempo, mostrarnos realidades donde los intereses humanos más descarnados, el deseo de poder o de riqueza, manifiestan el poder destructor que ejercen sobre los precarios lazos de la solidaridad humana. 
El 20 de marzo del año 2015 publiqué un artículo sobre la novela Dispara yo ya estoy muerto, de Julia Navarro (http://bit.ly/1WR6JLx) que encaraba el grave conflicto de las familias hebreas y palestinas viviendo en territorios de una guerra fratricida y religiosa sobre la posesión de una tierra prometida. Más recientemente nos referimos a Trotski y Ramón Mercader en El hombre que amaba a los perros y a la revolución cubana en Las iniciales de la tierra  (bit.ly/1TK3HTe).  En realidad la novela política ha sido practicada exitosamente por el escritor inglés David John Moore Cornwell, más conocido por su seudónimo John le Carré, (1931) quien siempre ha escrito sobre ficciones históricas con gran contenido social. Sabemos que sus obras apuntan por igual a los culpables victimarios como a las propias víctimas.

También nos referimos en una oportunidad a John le Carré  (bit.ly/1WgknEX) a propósito de El jardinero fiel al relatar esa historia de terror que atrapa al lector y que lo lleva a aseverar que los hechos relatados son realidades, especialmente si se ven plasmados por la cinematografía como sucede en el film homónimo dirigido por Fernando Meirelles, quien muestra como en el norte de Kenya, asesinarán brutalmente a Tessa Quayle, activista británica quien preparaba una denuncia sobre una multinacional farmacéutica. La película del año 2005 en la que Rachel Weisz como Tessa, ganó el premio OSCAR del año 2005 como mejor actriz de reparto, nos obliga a recordar que John le Carré se popularizó desde la publicación de su tercera novela El espía que surgió del frío (1963), llevada a la pantalla con gran éxito, en un filme dirigido por Martin Ritt y protagonizado por Richard Burton, con Claire Bloom, Oskar Werner y Peter Van Eyck, con la historia de un agente secreto británico en la Alemania Oriental, quien para fingirse desertor se las ingenia para desacreditarse y desacreditar a sus jefes hasta conseguir que lo expulsen de la agencia de inteligencia británica. El año 2006, le Carré, quien actualmente tiene 84 años y más de 20 novelas en su haber, publicaría una de sus mejores obras, La canción de los misioneros (Plaza & Janés. Barcelona, 2006), donde demuestra que la utopía es posible, que el amor es el mejor motor para poner en marcha la justicia, y que el único modo de conseguir un futuro mejor es manteniendo viva la esperanza. Vuelve Le Carré con un trasfondo de denuncia contra la terrible situación que atraviesan los países africanos a presentar una obra de intriga, amor y corrupción.

En la tradición temática iniciada por Joseph Conrad, en El corazón de las tinieblas (1899), Le Carré de vuelta en el continente africano, constatará que las cosas siguen aproximadamente igual de mal, y hasta peor, aunque los protagonistas sean otros. La historia discurre a través de tres situaciones; la vida de un súbdito inglés de origen congoleño, Bruno Salvador Salvo, una intriga política situada en el Congo, y el recuento de las manipulaciones del servicio secreto inglés para influenciar en el país africano. La figura central, Salvo, hijo ilegítimo de un misionero católico irlandés destinado en el Congo y de la hija de un jefe de tribu, será educado por curas católicos en el Congo, uno de ellos le ayudó en sus estudios pero abusó sexualmente de él. Llegará a licenciarse en lenguas y culturas africanas en la universidad de Londres y será un intérprete muy solicitado. Se casará con Penélope, periodista idealista de familia importante. El joven Salvo conocerá a Hannah, una enfermera congolesa de quien se enamora y sus raíces y su alma africana se remueven mientras Hannah le animará a luchar por los intereses de su nativo Congo. Los servicios secretos lo implicarán como intérprete en un golpe apoyado por tropas internacionales que supuestamente garantizará la paz del país, pero él se enterará que la intervención será para poder robarles la riqueza mineral. Salvo conocerá de los métodos brutales de los negociadores y aunque esconde con Hannah sus libretas y unas cintas para usarlas como pruebas, estas desaparecen... Las reflexiones recuerdan que 3.800.000 africanos murieron en un genocidio entre 1998 y 2002, donde la mayoría de los muertos tenía menos de cinco años. Murieron de cólera, de malaria, de diarrea, de hambre y por negligencia...

Otra gran novela que relata los avatares políticos del Congo Belga tanto con anterioridad a la independencia, como, y  sobre todo, los de los años que la siguieron es La Biblia envenenada (1988) de la escritora norteamericana Barbara Kingsolver, quien relató la historia de una familia norteamericana recién llegada a África, en el verano de 1959, a fines de la etapa colonial y los avatares políticos del Congo Belga, antes de la independencia, y en los años que la siguieron. Narrada en primera persona por cinco voces femeninas cuyo estilo varía dependiendo del personaje femenino que relata la historia del padre, un pastor baptista, la madre y las cuatro hijas. Las narraciones de la madre Orleanna, y de las hijas adolescentes Rachel, Leah, su gemela Adah que es hemipléjica, y la pequeña Ruth May, nos cuentan la vida de la familia Price y los intentos del padre por convertir a la fe baptista a los congoleños. La trama va desarrollándose en capítulos que tienen los nombres de algunos libros que conforman la Biblia: Génesis, Apocalipsis, Bel y el Dragón y el Éxodo.

Como marco de la historia familiar y de la relación con las personas de la aldea, surgen los hechos históricos: la elección de Patrice Lumumba como primer ministro; tras la negativa de ayuda estadounidense y viendo que las tropas de Naciones Unidas no contribuían a acabar con la secesión, Lumumba recurrió a la URSS y la ayuda proporcionada por Kruschev vista por Estados Unidos como un intento de expandir el comunismo en África, llevará a la destitución del primer ministro y su eliminación, con la cooperación de los belgas. La concesión de la independencia en junio de 1960, la secesión de Katanga, el breve mandato de Lumumba entre junio y septiembre de dicho año, su destitución y arresto, su huida y posterior captura y ejecución, con la ascensión al poder de Mobutu y el establecimiento de su gobierno dictatorial, es toda una trama vivenciada a través de las voces de la esposa y las hijas del pastor Price empecinado en su cristianismo evangelizador con visos de fanatismo que se transparenta en las narraciones de Ruth May y de Rachel, así como en las de la cáustica Adah.

En La Biblia envenenada de Bárbara Kingsolver parece escucharse el grito del pueblo africano que paga con sangre su libertad, para defender su autonomía y la dura transición de sus habitantes cansados ya del yugo colonial que ha explotado inhumanamente sus recursos, enriqueciendo a unos cuantos, empobreciendo a otros, y negándole a sus habitantes cualquier posibilidad de progreso.

Maracaibo, 29 de mayo, 2016

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